Las mentiras de la campaña por la derogación de la Ley Trans
Colectivos ultraconservadores y religiosos impulsan la eliminación de una ley que otorga derechos a personas trans perseguidas, torturadas o discriminadas desde la época de la dictadura hasta la actualidad. ¿Es verdad todo lo que dicen para convencer votantes?
Muchas afirmaciones y denuncias corren por las redes sociales, algunas generadas por desconocimiento y otras con la clara intención de lograr que la mayoría de la población vote por la derogación de la Ley Integral para las Personas Trans. ¿Es verdad todo lo que se dice?
«Es obligatorio votar»
Ha circulado un documento supuestamente emitido por la Corte Electoral el 28 de mayo, que dice que es obligatorio votar en el referendo revocatorio. Esto es falso ya que el documento no existe y el voto es voluntario.
«Van a hormonizar niños»
Algunas personas aseguran que la Ley Trans faculta que niños puedan optar por hacerse tratamientos hormonales para cambiar de sexo.
Esto es falso. La Ley Trans no permite ni estimula este tipo de situaciones. «En mis años de experiencia como médico de personas trans nunca hormonizamos niñas o niños. Ni con ni sin consentimiento de sus madres o padres. Tampoco lo habilita la ley. Basta de mentir sobre la salud. Si les preocupan las niñeces empiecen por no provocar odio y exclusión», dice el Familiar y Comunitario y docente de la Facultad de Medicina UdelaR, Daniel Márquez.
La ley toma en cuenta la autonomía progresiva, que contempla que cada persona tiene distintas capacidades de entender y ejercer sus derechos y deberes ciudadanos a como va creciendo y madurando. Por ende, no se le brindan las mismas libertades a alguien de 8 años, de 13, de 16 o de 18, pero sí se reconoce que una persona de 16 debe tener capacidad de decisión sobre su propia vida.
El tramo de edad donde hay mayor concentración de personas trans es el de 18 a 29 años y la edad promedio de las personas censadas en 37 años.
«Ya tenían todos los derechos»
Si bien el Artículo 8 de la Constitución de la República dice que «todas las personas son iguales ante la ley no reconociéndose otra distinción entre ellas sino la de los talentos o las virtudes», en la práctica eso no ha sido así para distintos grupos sociales, entre ellos las personas trans.
En el censo de personas trans del MIDES, del 2016, 58% de estas personas dijeron haber sufrido discriminación por parte de su familia cercana o con quienes convivían.
En mis años de experiencia como médico de personas trans nunca hormonizamos niñas o niños. Ni con ni sin consentimiento de sus madres o padres. Tampoco lo habilita la ley. Basta de mentir sobre la salud. Si les preocupan las niñeces empiecen por no provocar odio y exclusión.
— Turco Marquez (@turxomarquez) July 12, 2019
«Es mentira que son discriminados»
88% de las personas censadas declararon haber sido discriminada a nivel general en el Uruguay.
«Quieren vivir del Estado»
El 67% de las personas trans se vieron forzados a dedicarse a la prostitución en algún momento de sus vidas, muchas veces siendo menores de edad.
«¿Por qué mejor no estudian?»
El 60% de las personas trans en Uruguay no logró completar el ciclo básico de educación primaria y más del 70% afirmó haber sufrido discriminación en su institución educativa.
Muchos de ellos abandonan la educación por agresiones, discriminación o acoso.
«Ya tenían la ley 18.620″
En Uruguay existe la ley 18.620, que reconoce el derecho a la identidad de género y el cambio de nombre y sexo en documentos identificatorios, como la cédula de identidad.
Sin embargo, este proceso es lento, caro y engorroso: quien desee llevarlo adelante debe contratar un abogado y presentar documentación probatoria de su identidad de género. Menos de la mitad de la población trans ha iniciado el trámite, y solo la mitad de esta ha obtenido su nueva cédula.
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