Presidente de AFE aseguró que empleados despedidos marcaban tarjeta y se iban

El sindicato denominado «Unión Ferroviaria», denunció este martes que la «dirección fascista» de Servicios Logísticos Ferroviarios (SLF) despidió a cuatro trabajadores y al gerente de operaciones, Daniel Spanchis del taller diésel por «estar afiliados a la Unión Ferroviaria».

Además, acusaron que la empresa está realizando «una maniobra de despido empleando patovicas contratados». Como medida, los gremiales cortaron el tránsito en Ciudad Vieja, no dejando transitar el tren que transporta a los turistas de cruceros.

El presidente de AFE, Wilfredo Rodríguez, aseguró que no se trata de una persecución sindical, sino que son despidos por incumplimiento de trabajo. Esto se constató tras la reestructuración que realiza el gerente Fernando Valls, que tomó como resolución revisar el desempeño de los 10 funcionarios que trabajan en el taller e instalar cámaras de seguridad en el lugar ante la denuncia de robo de herramientas.

«Hace más de un año, cuando resolvimos levantar el parque de maquinaria, hicimos un contrato con la fabricante de las locomotoras que incluía un acuerdo en el que se nos vendían todos los repuestos nuevos, incluido el motor cero kilómetro; nosotros, en el taller, con el liderazgo del gerente de operaciones, debíamos hacer el desarme de la maquinaria y el armado», comentó Rodríguez para Montevideo Portal.

«Nos desayunamos que no se había sacado un solo tornillo en cuatro o cinco meses», argumentó.

El jerarca manifestó que con el ingreso del nuevo gerente general, Fernando Valls, el gerente de operaciones, Daniel Spanchis, le solicitó que le brindara la oportunidad de contratar cuatro personas para finalizar el trabajo, y «en cuatro meses dejaba todo pronto».

Lo cierto es que «se contrataron las cuatro personas y tampoco se cumplió con el compromiso». Señaló que «hubo que renegociar con la empresa brasileña, pedirles que ellos se encargaran del desarme y el armado, lo que nos costó muchísimo más dinero».

Ante la situación, la dirección de AFE concluyó que había que colocar «cámaras para comprobar qué pasaba, porque encima las otras seis máquinas que tenemos no estaban en condiciones de circular. Había días que no teníamos ninguna máquina circulando. Invertimos un millón y medio de dólares de repuestos y seguían sin funcionar».

En una visita al taller se descubrió que los repuestos se encontraban «tirados en una sala, con los candados violados (…), y con las cámaras vimos que los trabajadores marcaban las tarjetas y se iban, que no trabajaban».

«¿Qué dejamos entonces para el resto, los que trabajan todo el día? Tomamos la decisión de retirar del cargo al gerente de operaciones y separamos a cuatro funcionarios con bajo rendimiento y con esas actitudes», aseguró Rodríguez.

Se lamentó que los funcionarios de AFE no se involucren «en el proceso». Se han «perdido clientes por no cumplir con los fletes (…) y no cargamos un gramo desde hace un año porque no nos ponemos de acuerdo con los funcionarios para operar y acarrear la mercadería… y la maquinaria no funciona»