«Fuera Monsanto de América Latina»; los uruguayos marcharon este sábado contra Monsanto

Varios vecinos y vecinas de Montevideo y el interior se reunieron este sábado en Plaza Varela para marchar contra la transnacional estadounidense Monsanto y su asociación con Bayer. La actividad fue convocada por la Coordinación contra Monsanto y el Agronegocio, un espacio que nuclea a varios colectivos e individuos particulares que luchan contra la transnacional de origen estadounidense y sus aliados, y estuvo enmarcada en el evento Marcha Mundial contra Monsanto del que participan más de 400 ciudades de 40 países.

Previo a la marcha se realizó en la plaza un encuentro de semillas, y se entregaron folletos informativos sobre qué es Monsanto, que son los agrotóxicos y qué es el agronegocio.

Al gritó de «Fuera Monsanto de América Latina», la marcha transitó por Bulevar Artigas hacia la Tres Cruces, y fue acompañada por diversos carteles y cánticos con contra Monsanto, Bayer y el agronegocio en sí, así como la complicidad de los Estados en su presencia en América Latina. También había mensajes de alerta para el resto de la comunidad como carteles que decían: «¿Sabías que Monsanto sale por tu canilla?».

El principal objetivo de la movilización es generar conciencia sobre el peligro de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y de los productos químicos como el glifosato que produce la compañía estadounidense, y lograr que cada vez más personas estén al tanto de lo que pasa con lo que comemos y bebemos.

Monsanto es una empresa transnacional estadounidense, que fue adquirida el año pasado por la farmacéutica alemana Bayer,  y es líder en biotecnología e ingeniería genética. Es la encargada de desarrollar, producir y patentar las semillas genéticamente modificadas, transgénicas, y produce varios agroquímicos. Su principal producto comercial es el glifosato, un agrotóxico desarrollado para la eliminación de hierbas y arbustos.

Quien se pronuncian en su contra consideran que Monsanto lleva a cabo una política agresiva y expansionista que pone en riesgo la autonomía alimentaria y los cultivos tradicionales.

A su vez su reclamo tiene que ver con que numerosos estudios regionales e internacionales han probado la peligrosidad de los agrotóxicos en general y del glifosato en particular, y se ha alertado sobre el incremento de la incidencia del cáncer en las poblaciones vecinas a los campos periódicamente fumigados con herbicidas.

Además de los riesgos para la salud también está probado el impacto altamente negativo de estos productos en lo que hace a la degradación de la capacidad productiva del suelo, la contaminación del aire y el envenenamiento de los cursos de agua.

Respecto del glifosato existen diversos estudios que lo consideran como un “carcinógeno probable para humanos”. Entre ellos lo ha declarado así la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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