La Marcha contra Monsanto en Uruguay será el próximo 27 de mayo
Centenares de ciudades marcharon ayer contra Monsanto y su asociación Bayer. En Uruguay la Marcha contra el principal productor de gilfosato y semillas transgénicas será el próximo sábado. El martes habrá una charla en la Facultad de Ciencias Sociales sobre "Estrategias y perspectivas de lucha contra el agronegocio".
Este sábado se celebró en varias parte del mundo una nueva edición de la Marcha contra Monsanto, que este año incluyó a Bayer tras la asociación de ambas multinacionales.
Se trata de un evento contra el gigante industrial responsable de múltiples ecocidios, que se replica en 400 ciudades de 40 países. En nuestro país la marcha la marcha será el próximo sábado 27 de mayo y partirá a las 17 horas de la Plaza Varela. Previamente, el martes 23 habrá una charla-debate en el salón A1 de la Facultad de Ciencias Sociales para hablar sobre «Estrategias y perspectivas de lucha contra el agronegocio». La cita ese día es a las 20 horas.
Para quienes no saben Monsanto es el principal productor mundial de herbicidas en base a glifosato y de semillas modificadas genéticamente para resistirlos.
Numerosos estudios regionales e internacional han probado la peligrosidad de los agrotóxicos en general y del glifosato en particular, y se ha alertado sobre el incremento de la incidencia del cáncer en las poblaciones vecinas a los campos periódicamente fumigados con herbicidas.
Además de los riesgos para la salud también está probado el impacto altamente negativo de estos productos en lo que hace a la degradación de la capacidad productiva del suelo, la contaminación del aire y el envenenamiento de los cursos de agua.
En el pasado mes de abril un tribunal ético constituido en La Haya encontró a Monsanto culpable del delito de ecocidio, de contaminar el medio ambiente, enfermar la salud de las personas, vulnerar los derechos de las personas a acceder a un medio ambiente sano e impedir la libre investigación científica.
La crítica y el reclamo no es solo contra Monsanto sino contra otras empresas que comercializan esos productos como Syngenta, Cargill, Nidera, y la alerta es sobre todo paquete tecnológico que sostiene el agronegocio (cultivos con semillas genéticamente modificadas funcionales a los herbicidas y otros venenos). Sin embargo específicamente respecto del glifosato existen diversos numerosos estudios que lo consideran como un “carcinógeno probable para humanos”, entre ellos lo ha declarado así la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la actividad del sábado, que será replicada en Paysandú y Maldonado, habrá música, talleres, e intercambio de semillas y plantas. La Marcha es convocada por el colectivo Coordinación contra Monsanto y el Agronegocio, quien compartirá información sobre ese modelo de agronegocio.
Convocatoria para la marcha en Uruguay
«Muchas vecinas y vecinos no saben qué es Monsanto, ni qué relación tiene esta empresa global con la contaminación del agua, con la pérdida de calidad en los alimentos, con el crecimiento de las tasas de cáncer ni con el desplazamiento de familias rurales hacia zonas urbanas marginales.
Monsanto es un laboratorio que hace más de 100 años empezó a desarrollar productos con una característica: ser altamente perjudiciales para la salud. Un siglo atrás fabricaba Sacarina para Cocacola, el primeredulcorante cancerígeno, y en la última parte del siglo XX distribuyó con éxito otro edulcorante mortal: el Aspartamo, mediante la marca comercial Nutrasweet.
Especializado en herbicidas, Monsanto fue principal proveedor de Agente Naranja para el ejército norteamericano durante la guerra de Vietnam, junto al laboratorio Dow que le proveía Napalm, el combustible con el que quemaban vivos a adultos y niños. Con Agente Naranja, entre 1961 y 1971, el ejército norteamericano roció indiscriminadamente sobre selva, cultivos y poblaciones civiles, causando hambre, muerte, discapacidad y, hasta hoy, malformaciones a más de un millón de vietnamitas.
Otro producto “exitoso” de Monsanto ha sido la hormona de crecimiento bovino BGH, con su marca comercial Posilac, utilizada para aumentar la producción de las vacas lecheras, afectando severamente la calidad de la leche que, a partir de entonces, se extrajo de ubres enfermas y contaminadas por secreciones y antibióticos.
En la actualidad Monsanto destaca por el desarrollo de semillas genéticamente modificadas, o transgénicas, cuyas últimas versiones son las “Terminator”, generadoras de granos estériles incapaces de volver a germinar, obligando a los agricultores a comprar nuevas semillas cada año, en lugar de guardar y reutilizar las semillas de sus cosechas como lo hicieron durante milenios mientras la semilla fue libre.
La soja de Monsanto es el principal producto del agronegocio. Menos del 5% de la producción se destina a alimentación humana. Más del 95% es destinada para fabricar ración para ganado y agrocombustibles.
Monsanto es el principal proveedor de glifosato bajo la marca comercial Roundup, un poderoso agrotóxico de amplio espectro con el que matan todo ser vivo alrededor de la semilla transgénica desarrollada para resistirlo. Glifosato es uno de los químicos presentes en el agua que corre por la red de OSE y que consumen la mayor parte de las vecinas y los vecinos.
Monsanto es hoy el laboratorio de biotecnología líder en la producción de semillas transgénicas, pesticidas y paquetes tecnológicos para el agronegocio. Pero esta movilización no es sólo contra Monsanto. No es el único. Forman parte de esta perversa corporación genocida las empresas Dow –tristemente célebre por el Napalm ya mencionado-, Syngenta, Cargill, Nidera, Basf, Bayerl, Pioneer y DuPont.
Por supuesto que estos gigantes tienen caras o nombres criollos visibles. Varias empresas se reparten la distribución de semillas transgénicas y paquetes tecnológicos a nivel local. Por ejemplo Barraca Erro, que gracias a este perverso negocio se ha convertido en el segundo mayor exportador de Uruguay, superado sólo por la empresa Conaprole. También lucran con el agronegocio las empresas Agroterra, Agrosan, Agronegocios del Plata, Calagua (Greenfrozen), Macció, EcoEnergy y Garmet, entre otras.
Muchos derivados de productos transgénicos están presentes en “alimentos” que consumimos y damos a nuestros hijos. Estos “alimentos” son adquiridos bajo marcas como Cocacola, Pepsico, Nestlé, Pringles, Hellmans, Knorr, Unilever, Heinz, Kelloggs, Cadbury, Lipton, Quaker, Kraft, Nestúm, entre muchas otras. Son refrescos, snacks, caldos, mayonesa, alimento para bebés, chocolates, polenta, té, cereales, papas, pastas, aceites, jugos, etc., con los que vecinas y vecinos de la región, por ignorancia, solemos envenenar, perdón, “alimentar” a nuestras hijas e hijos que no son resistentes a los agrotóxicos ni a los transgénicos.
Monsanto es corrupción, pérdida de salud en las poblaciones periféricas y las escuelas rurales afectadas por las fumigaciones abusivas, expulsión de la familia del campo, muerte de especies polinizadoras, pérdida de calidad en los alimentos, contaminación grave del agua y pérdida definitiva de fertilidad en la tierra.
Tenemos instalado en el imaginario colectivo el paradigma de que la tierra pertenece a quien tenga dinero para pagarla. De a poco, lo mismo va ocurriendo con el agua limpia, ya que sólo pueden acceder a ella quienes tengan dinero para pagar agua mineral embotellada o un costoso filtro de carbón activado. No es distinto lo que están logrando con la semilla transgénica. Las patentes sobre las semillas son otra forma de tener propiedad sobre la vida. Si no tenemos tierra, ni agua limpia, ni aire puro, ni semillas, ya no tendremos libertad; perderemos definitivamente la autonomía alimentaria. No podremos elegir ni decidir sobre nuestra comida.
La semilla libre en la tierra ES VIDA. La semilla en manos de la familia que la cultiva, ES LIBERTAD.
Hacemos responsables a empresas y políticos por el agua, la tierra y los alimentos contaminados. Pero la responsabilidad de que sigan creciendo estas empresas asesinas es también de quienes consumimos sus venenos. Ningún sistema consumista se sostiene sin consumidores. Somos la base del modelo de sociedad, y lo que sostenemos hoy sobre nuestros hombros nos está matando, y a las generaciones futuras. Está en nosotros abandonar el círculo de confort y hacer caer este sistema perverso.
Hacete cargo, sumate a esta lucha.
El agua y la tierra se defienden!
FUERA MONSANTO!»
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