El presidente de la CARU, Capitán de Navío (R) Gastón Silbermann, afirmó que la planta de UPM no contamina, y confía que el nuevo gobierno argentino lo acepte
Desde 2010 Silberman preside la delegación uruguaya de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) y los años pares es el presidente de la Comisión que integran ambas delegaciones (Uruguay y Argentina). Con tranquilidad y con firmeza, asegura que la planta de la empresa UPM no contamina, aunque del lado argentino hayan querido “demostrar lo indemostrable”.
En conversación con LA RED21, se mostró optimista, que con el fin del kichnerismo en el gobierno, la relación con Argentina mejore. Necesitamos “sinceramiento, sensatez, objetividad y neutralidad”, subrayó.
¿La Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) está estudiando el dragado entre los puertos de Paysandú y Salto a 9 pies?
Es un proyecto acordado en el seno de la CARU, el dragado a 9 pies (2,7 metros) entre Paysandú y Salto –Concordia (Argentina). Hay barcazas que ya lo han hecho en forma precaria. Recién el año pasado se señalizó la navegación diurna en forma segura, hay boyas ciegas y pantallas que se colocan en tierra. También se está estudiando la factibilidad económica de ensanchar el canal y llevarlo a mayor profundidad. Ahora tenemos dos consultores haciendo los estudios primarios, viendo las características técnicas, o sea, es un canal que además de profundizarlo en los pasos bajos, lo ideal sería poder ensanchar para que en lugar de una barcaza podamos utilizar trenes de 3 o 4 barcazas incluso hasta 6, aunque 6 es difícil, pero hasta 4 es posible y este número justifica la erogación de la que se hará cargo la propia CARU.
¿En qué etapa están?
En los estudios, tenemos que ver sí es factible.
¿En el caso del tramo de los puertos de Nueva Palmira (Colonia) y Fray Bentos (Río Negro)?
Lo que quiero aclarar, es que la CARU tiene en ejecución un proyecto de dragado de profundidad, que significa que no es simplemente dragar lo que se ha depositado como consecuencia de las crecidas, sino ir más abajo. El Río Uruguay ha sido mantenido a 21 pies de profundidad y ahora hay que dragarlo a 26 pies de profundidad. Esta tarea es más dificultosa, se requiere mayor precisión. No es lo mismo lo que se hace hoy día “la uruguaya Paso Almirón” el aterramiento que hubo producto de las crecidas y también el Paso Altos y Bajos cerca de Concepción del Uruguay, que lo está haciendo la draga argentina, porque se tapó como consecuencia de la crecida. Estos dragados son de mantenimiento, pero el proyecto que está en ejecución es el dragado de profundidad. De Palmira (Colonia) pasando por Fray Bentos (Río Negro) hasta Concepción del Uruguay a 25 pies más 1 o 2 de profundidad y desde Concepción hasta Paysandú a 19 pies de profundidad. Esto ocurre porque el Río va cambiando sus características, se va haciendo más ancho, más profundo, y más navegable, por eso la diferencia en el dragado que está en ejecución ahora. También tenemos algunos pasos que no integran el canal principal de navegación, como es el caso de “Casablanca”. La apertura del “Canal Casablanca”, que nunca fue navegado, porque no es navegable, es un Canal ancho y de buena profundidad, sin embargo tiene un paso bajo que hay que dragar. En estos días estamos haciendo un llamado a licitación, para dragar este canal (Casablanca) que es de fondo duro. Por tanto, a este Canal le daremos muchas más posibilidades operativas en el futuro, quizás se pueda dragar a mayor profundidad y evitamos el problema de los dos “Pasos Almirón” que está entre Concepción y Paysandú, que por su posición geográfica y sus características, se “aterran” con mucha facilidad, por tanto, cualquier crecida le causa perjuicios a la navegación. Por eso en estos momentos, la draga uruguaya está haciendo un trabajo de mantenimiento en el Paso Almirón. Este proyecto de dragado que nace en Nueva Palmira kilómetro 0 y va hasta el kilómetro 207 en el Puerto de Paysandú, tiene varias etapas. El primer tramo es Palmira – Fray Bentos que es el que tiene menos volumen de material para extraer, lo está haciendo la draga uruguaya y está a punto de culminar, y estamos dragando entre Fray Bentos y Concepción. Para Uruguay es muy importante que esté a punto de finalizar este primer tramo hasta Fray Bentos, porque da la posibilidad de operar como puerto de ultra mar, esto es, que puedan operar buques de mayor porte, como los buques graneleros. En la zona de Fray Bentos, hay dos puertos importantes el de ANP (Administración Nacional de Puertos) y el de Bopicúa. Entonces, se está en condiciones de operar directamente un buque de ultramar en cada uno de los puertos y de esa manera, tener una mejor salida. Esto reduce el costo del flete y en esa cadena logística se ve beneficiado el productor. El incremento del costo de los fletes, se va proyectando al eslabón siguiente y en definitiva, el que termina perjudicándose es el productor o el consumidor, porque es mercadería que ingresa en vez de salir. Es muy importante que culminen las obras de dragado, para que puedan operar los puertos de Fray Bentos y de Bopicuá.
¿Cómo está la calidad del agua del Rio Uruguay?
Todavía está en un estado aceptable, sin embargo, tenemos que tomar conciencia que esa buena calidad se viene deteriorando lenta y progresivamente. Así como se tomaron medidas en el Río Santa Lucía, empezamos a tomar medidas en el Río Uruguay. Parte de los controles los hace la CARU, porque así lo prevé el Estatuto del Río y venimos haciendo diversos controles de calidad del agua, se estudian las floraciones algales producidas por la proliferación de las cianobacterias. También hacemos análisis microbiológicos, y para evitar el deterioro de la calidad del agua, nuestro país ya aprobó el proyecto y ya está en construcción, las nuevas plantas de efluentes domésticos, cloacales de la ciudad de Salto, y OSE trabaja sobre los proyectos de planta de tratamiento de Fray Bentos y Paysandú. Esto fue anunciado en el Consejo de Ministros de Paysandú. Las plantas de tratamiento son esenciales, hay que mejorarlas, y construir donde no las hay.
¿Estos temas se tratan con su contraparte argentina?
La Comisión está dividida en 10 subcomisiones, 5 técnicas y 5 administrativas. Estos temas se tratan en la sub comisión de calidad de agua y en la sub comisión de medio ambiente
¿Cómo está la relación con su contraparte argentina, tomando en cuenta que cambio el gobierno?
La nueva delegación no ha sido designada, por tanto, no nos hemos reunido. Personalmente, he tomado contacto con quién ha sido designado para presidir a la delegación argentina, el Embajador Eduardo Villalba. La conversación ha sido muy buena, muy franca y muy sincera, por tanto auspiciosa. Es el resultado de una conversación, esperemos que en la práctica se confirme en hechos.
Hasta ahora no hubo acuerdo para dar a conocer los informes sobre la calidad del agua del Río Uruguay, luego de la instalación de la Planta de UPM (ex Botnia). ¿Puede explicar porque no se han podido dar a conocer los informes?
Este tema lo ha explicado el Presidente de la República Tabaré Vázquez, está en la órbita de las Cancillerías, estamos hablando del monitoreo del Río Uruguay (no como antes que solo hablábamos de UPM) y estamos hablando de un laboratorio binacional, que todavía no tenemos mayores instrucciones de cómo funcionará. El hecho de que ya existan conversaciones de las Cancillerías (argentina y uruguaya) es un buen indicio. ¿Porqué no se han puesto de acuerdo? la CARU por resolución de lo que fuera los acuerdos alcanzados en Olivos (Argentina) en 2010, después de la Sentencia de la Suprema Corte de la Haya (Holanda), que fue en mayo 2010, se conformó un órgano subsidiario que también está previsto en el Estatuto (Río Uruguay) que es el Comité Científico. Dicho Comité está integrado por 2 científicos uruguayos y 2 científicos argentinos y una serie de técnicos en distintas áreas. Es un equipo que apoya, hay un pre laboratorio en la cabeza del Río (Uruguay) donde se hacen análisis y se preparan las muestras para remitir a laboratorios argentinos, uruguayos y canadienses y se hacen una serie de estudios muy exigentes, incluso “exagerados” y de todos esos análisis se reciben los resultados. Los resultados los reciben ambos países y quiero aclarar, que cuando en UPM del lado uruguayo se toman las muestras de los efluentes, en Uruguay lo que se hace es que la mitad se la lleva el Comité Científico y la otra mitad la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA). Es decir, independientemente del Comité Científico, la DINAMA hace sus propios análisis. Más allá que no estén las conclusiones del Comité Científico, nuestro país tiene la plena tranquilidad y seguridad de que no hay contaminación alguna de la Planta de UPM. Los resultados están, vuelven de los laboratorios, los tienen las delegaciones tanto de Uruguay como de Argentina, el problema está en que no hay acuerdo en base a qué elementos sacar las conclusiones. El Digesto (compendio de normas reglamentarias que complementan al Estatuto) tiene una parte que se llama “de la contaminación” y ahí hay varios capítulos: el cuarto habla de “contaminación del agua de los efluentes” y en ese capítulo están establecidos los parámetros con los estándares máximos, es decir, cada elemento contaminante que pueda tener el agua está establecido el tope al que se puede llegar, si sobrepasa ese estándar hay que tomar medidas. Eso respecto a la calidad de agua que tomamos en el medio del Río Uruguay. El Comité Científico, que tendría que analizar la calidad del agua en los 500 kilómetros de Río compartido, que involucra analizar la calidad del agua frente a localidades, pueblos, ciudades, plantas industriales y establecimientos agropecuarios, no se hace, porque no ha habido acuerdo aún. El monitoreo se limita a unos 30 kilómetros, donde en el centro está la Planta de UPM y la desembocadura del Río Gualeguaychú en el Río Uruguay. El Comité Científico se ha limitado, con todo su equipamiento, a hacer el monitoreo de los efluentes de UPM y de la calidad de agua en esos 30 kilómetros y en la desembocadura del Río Gualeguaychú. Entonces, en el capítulo cuarto están los estándares máximos permitidos para calidad de agua en el medio del Río y el capítulo quinto hace referencia a los efluentes que van a parar al Río ¿que son los efluentes? El desperdicio final luego de un proceso industrial, es el material en crudo, o sea no entró al agua del Río Uruguay, y en este capítulo hay cinco o seis normas y el control se hace de acuerdo con las normativas de los respectivos Estados (Uruguay y Argentina).
¿Esos efluentes de la Planta de UPM van directo o pasan por un filtro y así llegan a las aguas del Río Uruguay?
Los efluentes pasan por las plantas de tratamiento antes de llegar al Río.
¿Lo que llega es contaminante o está dentro de los estándares permitidos?
No son contaminantes porque están por debajo de los estándares permitidos, son “inocuos” en esa medida.
¿Cuáles son los estándares?
Son tablas establecidas por la Dirección de Medio ambiente (DINAMA)
¿Esos estándares de Uruguay son aceptados por Argentina?
Están por debajo, esto no quiere decir que algunos efluentes no se puedan “disparar” pero para decir que contamina, tiene que tener permanencia y persistencia en el tiempo. Si alguna vez algún elemento sobrepasa el estándar, pero luego vuelve a su nivel normal, no hay problema. De cualquier modo, Uruguay notifica de la situación a los organismos competentes de los Estados.
En el Río Gualeguaychú hay elementos que sobrepasan los estándares máximos y en mayor proporción de lo que ocurre en el Río Uruguay.
Uruguay y Argentina hacen una lectura diferente de los resultados del monitoreo ¿Podría explicar por qué?
Creo saber el porqué, pero no me parece conveniente expresarlo públicamente.
Ambos Estados leen de forma diferente los resultados. ¿Es así?
No hay acuerdo en cómo sacar las conclusiones en base a los resultados de las muestras que se toman de los efluentes de UPM. Desde siempre en Argentina ha existido un severo rechazo a la existencia de la Planta de UPM, más allá de sí contamina o no. Sabemos que no contamina y del lado argentino han querido demostrar lo indemostrable que es que UPM contamina.
¿Esta postura podrá cambiar con la llegada del nuevo gobierno argentino?
Sí estoy convencido que sí, luego de lo que conversamos y principalmente luego de las conversaciones mantenidas por ambos cancilleres (Nin Novoa – Malcorra) en las que estuve presente y por lo que ha expresado Tabaré Vázquez, o sea, se ha hablado no de UPM sino del monitoreo del Río Uruguay, que es lo que realmente habría que hacer. UPM es una entre tantas. Hay otras Plantas que producen efluentes que podrían estar contaminando más que UPM y además ciudades que no reciben el debido tratamiento de los efluentes cloacales que pueden estar en una situación peor que los efluentes de UPM.
¿Respecto a la temperatura de los efluentes tampoco hubo acuerdo?
Los efluentes eran enfriados por agua del Río en una bomba de enfriamiento. Argentina se opuso a que fueran enfriados con agua del Río, entonces para llegar a un acuerdo se retiró esa bomba pero Uruguay procedió de acuerdo a lo que está previsto en su normativa, que cuando una empresa quiere hacer una modificación, presenta un proyecto que demuestra que no afecta y que no altera los resultados. La DINAMA puede sacar una resolución permitiendo que la temperatura de los efluentes de UPM en vez de salir a 30º saliera como máximo a 37º aunque nunca llegó a esos valores, sí salían por encima de los 30º. Uruguay actuó en base a su propia normativa, o sea, se autorizó a que los efluentes salieran como máximo a 37º. Esa comunicación fue a la CARU, pero la delegación argentina no la aceptó y por eso no fue comunicado al Comité Científico. Para los científicos argentinos la máxima debía estar a 30º y para los uruguayos a 37º. Tampoco aquí hubo una conclusión en común. Posteriormente, nuestro país autorizó un incremento de producción de UPM y lo hizo en dos partes a 1 millón 200 mil toneladas primero y 100 mil toneladas con posterioridad, pero cuando hacemos la primera autorización, la administración encabezada por José Mujica, se le imponen condiciones a la Planta (UPM) para mejorar la calidad de sus efluentes y bajar la temperatura. Y comienza la construcción de un “enfriador” y cuando está en construcción se autoriza un mayor incremento de producción, o sea, ahora se bajaron la temperatura de los efluentes, y la Planta incorporó otro conjunto de mejoras a su proceso.
¿Pero todavía no fue aceptado por Argentina?
No fue aceptado, pero esperamos que ahora se revea la decisión. La temperatura sube en los meses de verano, pero, por lo general, la temperatura de los efluentes nunca superó los 32º. En las Plantas establecidas en Entre Ríos, los efluentes están autorizados a salir a una temperatura de 45º. La excepción es para el Río Uruguay, que la autorización argentina es de 30º.
¿Ud. cree que un laboratorio binacional puede resolver la situación?
Pienso que sí, pero todo va a depender de la “voluntad política” de ambos gobiernos y creo que es favorable. El asunto es ponerse de acuerdo y para ello se requiere sinceramiento, sensatez, objetividad y neutralidad.
¿Argentina quiere un laboratorio binacional?
Sí así lo ha manifestado, aunque todavía no hay directivas de sí será este mismo laboratorio que ya existe, el que tomará una mayor dimensión en estructura y actividad o será uno nuevo.
¿Al presidir la CARU “ha sufrido” ha vivido muchas “tensiones” en la relación con Argentina?
Mi trabajo es un gusto, no se puede hablar de sufrimiento, hemos vivido en una confrontación permanente. Uruguay quería el dragado y Argentina siempre puso obstáculos y son situaciones que hay que ir superando. No podemos enojarnos con el socio, y nos tenemos que poner de acuerdo y tomar resoluciones porque sino la Comisión no cumple con sus cometidos.
En la CARU habrá un delegado de Entre Ríos ¿ya tienen conocimiento de quién será?
Aún no está designado.
Para nosotros fue muy importante que Argentina dejara sin efecto la disposición que impedía que el trasbordo de contenedores que venían del Sur argentino fuera descargado en Montevideo, para cargarlos en buques de ultramar que transporta contenedores en grandes cantidades. Eran en tránsito, venían del Sur, descargaban en Montevideo y luego buques de porte mayor, lo cargaban a otros destinos. Y también contenedores que venían de la Hidrovía Paraná Paraguay. En el Puerto de Montevideo – Nueva Palmira casi un 50% opera con trasbordos con tránsito. Había bajado mucho la actividad producto de la decisión del gobierno argentino (Cristina Fernández). La decisión del Presidente (Mauricio) Macri de dejarla sin efecto, fue muy positiva.
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