No videntes

VIII Congreso Latinoamericano de Ciegos por primera vez en Uruguay

Por primera vez en Uruguay, la Unión Latinoamericana de Ciegos (ULAC) y la Unión Nacional de Ciegos del Uruguay (UNCU) organizan el VIII Congreso Latinoamericano de Ciegos, abierto para todos los interesados. A su vez, se lleva a cabo una exposición de materiales tiflológicos.

ciegos“Conocer para Crecer: Nuestro Protagonismo hace la Diferencia” es el lema de este evento, celebrado cada cuatro años. El VIII Congreso Latinoamericano de Ciegos llega a Uruguay por primera vez con panelistas de trayectoria reconocida de 19 países de América Latina. Se llevarán a cabo debates sobre la relevancia del rol de los discapacitados visuales como movimiento social en la construcción de una comunidad más inclusiva.

El Congreso se realiza entre el 25 y el 27 de abril en Montevideo, con sede en el Radisson Victoria Plaza Hotel. Posteriormente se celebra la Asamblea General para la elección de las autoridades de la ULAC, el 28 y 29 de abril.

EXPOULAC, la exposición de materiales y servicios tiflológicos destinados a mejorar la capacidad de vida de la población con discapacidad visual, se desarrolla en simultáneo con el resto del evento, desde el 25 hasta el 29 de abril.

Para participar inscribirse a través del siguiente link: //www.iluminaedi.net/montevideo2016/

LARED21 tuvo la oportunidad de dialogar con Noelia Baillo, integrante de la Unión Nacional de Ciegos del Uruguay (UNCU), que nos explicó más sobre la temática del Congreso y sobre la posición de Uruguay en materia de inclusión.

El VIII Congreso Latinoamericano de Ciegos cuenta con tres pilares: el congreso abierto, la EXPOULAC y la asamblea de la ULAC. En esta última participarán delegados de 19 países, que juntos elaborarán un plan de trabajo para los próximos cuatro años. Esta parte del evento no es abierta al público.

En cuanto al Congreso abierto, está basado en cuatro ejes: tres teóricos y un taller de comunicación. En los tres ejes teóricos se intenta generar material de insumo para la política de los cuatro años posteriores, mediante una modalidad de charlas y talleres con participación activa. El cuarto eje trata sobre el activismo cibernético, sobre cómo hacer actividad social desde las redes sociales.

Noelia contó que Uruguay fue elegido como sede gracias a la propuesta presentada en la Asamblea General realizada cuatro años atrás en México. Tres países se postularon, pero Uruguay tuvo el proyecto más firme, ya que la UNCU contó con el apoyo del Ministerio de Turismo y del embajador uruguayo en México.

Para el Congreso, ya expresaron su apoyo los ministerios de Turismo, Economía y Finanzas, Desarrollo, Educación y Cultura, Trabajo, Transporte, Ganadería y Relaciones Exteriores, la Intendencia de Montevideo, ANTEL, el BSE, la óptica Lamaison y Pronadis (Programa Nacional de Discapacidad).

Se espera la participación de 400 personas, tanto de Montevideo como del interior del país.

La posición de Uruguay en materia de inclusión social

Según lo dicho por Noelia, Uruguay ha mejorado bastante en este sentido, en especial a nivel laboral en los últimos cuatro años. De todas formas, aún existe una brecha importante entre lo deseado y lo que realmente se aplica.

El mayor avance que presentó el país en los últimos años fue la ley de defensa de los derechos de personas con discapacidad, impulsada en 2010. Esta se fue reglamentando de a poco, con un aumento de los llamados laborales y, específicamente para ciegos, la instalación de cajeros automáticos con audio.

La ley obliga al Estado a que al menos un 4% de sus empleados presenten alguna discapacidad. De todas formas, esta cifra no se ha alcanzado, y las empresas privadas están mucho más lejos.

Por otro lado, un paso destacado fue la modificación del reglamento del Banco de Seguros del Estado, que permite a las personas con discapacidad acceder a préstamos solo con la firma. A nivel de financieras privadas, esto no sucede, pues como mínimo requisito se exige la presentación de dos testigos.

Otro punto importante fue el mayor acceso a los libros con derecho de autor, en lo que Uruguay fue de los primeros países de Latinoamérica. Esto facilitó la adquisición de libros por parte de las personas no videntes.

En cuanto a la infraestructura, Noelia opinó que “se tiene la voluntad, pero no se toma en cuenta a la persona con discapacidad a la hora de construir”. Se han adecuado varios edificios, pero las mejoras no son suficientes, sobre todo para aquellas personas que adquieren la ceguera de adultos y tienen dificultades para adaptarse

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