Amodio confirmó que ningún militar le exigió escribir su libro, que lo hizo por dinero y denunció que el MLN “asesinó en democracia”
El ex tupamaro Héctor Amodio Pérez, calificado como traidor por parte del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) aseguró que el manuscrito de su libro -que tenía pensado publicar en 1972 y para lo cual pidió ayuda al periodista Federico Fasano-, fue idea suya y no lo hizo por presión de los militares que lo tenían preso, también dijo que su intención fue obtener dinero, y denunció que no puede ir preso por el caso por el que está siendo indagado porque está condenado a muerte por el MLN, organización que “continuó realizando rapiñas y asesinatos con las armas, incluso luego del retorno a la democracia".
1ra parte del debate en vivo Fasano-Amodio por canal 12
Este miércoles a la noche se realizó uno de los debates más controversiales sobre el pasado reciente. Se trató del encuentro del ex tupamaro Héctor Amodio Pérez y el periodista y ex director del diario La República, Federico Fasano.
El encuentro se realizó en los estudios del canal 12 en el programa “Código País”, en un debate moderado por los periodistas Aldo Silva y Alfonso Lesa.
Amodio Pérez y Fasano fueron amigos y compañeros de militancia sindical en el diario Bp-Color en los años 60, Amodio era dirigente de los gráficos y Fasano de los periodistas.
En el año 1972, Amodio Pérez fue capturado y se lo acusa de “colaborar” con los militares para obtener un salvoconducto y escaparse del país junto a su ex pareja Alicia Rey, según han expresado sus ex compañeros del MLN-T.
En la reunión que mantuvo en 1972 en el Batallón Florida, Amodio propuso a Fasano la publicación de un libro en que daba su versión de los hechos e involucraba a la clase política de entonces de mantener contacto con el MLN-T, organización clandestina.
Fasano recibió el manuscrito y decidió no publicarlo, luego de poner en conocimiento del mismo a los líderes de la oposición como Wilson Ferreira y Líber Seregni.
El ex director de la República, decidió no publicar el libro de Amodio Pérez porque consideró que el ex tupamaro “entregaba” a sus excompañeros y a un grupo de legisladores contrarios al gobierno, lo que implicaría el inminente golpe de Estado.
Luego de que Amodio Pérez logró el salvoconducto para vivir en España, jamás volvieron a encontrase hasta este miércoles en un debate cara a cara. Pasaron 43 años.
Las miradas entre ambos parecían analizar las huellas del paso del tiempo en sus rostros.
Amodio estaba sentado a la derecha de los moderadores y conductores del programa, vestido de modo informal. Una campera y vaqueros. A la izquierda, Fasano con una habitual impecable vestimenta.
El ex guerrillero tenía todos sus documentos envueltos en amarillentos papeles que sacó de una bolsa de nylon con el logo de “Manzanares”, la cadena de supermercados de los años 60’, cuyos camiones eran objetivo de atracos de parte de los tupamaros para repartir los alimentos en los cantegriles.
Por su parte, el ex director del diario La República tomó sus documentos de su portafolios.
Desde el comienzo, el ex tupamaro calificó a Fasano de un “grandísimo manipulador de la opinión pública comparable a Eleuterio Fernández Huidobro y al ex coronel Ramón Trabal”.
Agregó que “Fasano estaba en el programa gracias al permiso que le había dado el ministro de Defensa, Fernández Huidobro, y el expresidente y actual senador, José Mujica, y que lo que le estaban haciendo era un linchamiento político” por la causa que hoy lo enfrenta al caso de las 28 mujeres torturadas.
A su turno, Fasano dijo que “bastaba leer” el manuscrito que Amodio le entregó en 1972 para saber que con él se entregaba “de pies y manos” a diputados, senadores, a Líber Seregni, a Wilson Ferreira Aldunate y también se llevaba a la ilegalidad al Partido Comunista, incluso al propio Frente Amplio. “Eran los contactos que esos legisladores tenían con una organización ilegal”.
“El desafuero de Enrique Erro era un poroto al lado de esto”, dijo Fasano respecto a un punto clave en la caída de la democracia en 1973, cuando la Justicia Militar pidió que al senador Enrique Erro se le retiraran los fueros parlamentarios para juzgarlo por supuestas conexiones con el MLN-T.
“No entiendo, Héctor, cómo pensaste por un segundo que con mi trayectoria, toda una vida dedicada a la izquierda, que iba a prestarme a redactar y ser el autor del libro. Iba a pasar a ser el traidor yo”, dijo Fasano.
Detrás del libro de Amodio “estaba la intención de crear las condiciones subjetivas para un golpe de Estado que terminó siendo el más cruento e inmisericordioso, un exterminio selectivo contra la izquierda”.
Amodio remarcó que se arrepiente de haber integrado el MLN-T y que lo que buscaba era “contar una historia distinta de la versión oficial”.
“Vos le hiciste creer a todo el sector político que el que estaba conspirando con los militares era yo. Y todo el mundo sabía que era Fernández Huidobro”, expresó el ex tupamaro.
Ante ello, Fasano respondió que el actual ministro de Defensa Nacional “hizo muy bien en todo su accionar luego de caer preso y no ayudó al golpe de Estado”.
Pero el ex tupamaro también involucró al líder nacionalista Wilson Ferreira Aldunate quien “también estaba metido en la conjura”.
Asimismo, Amodio cuestionó a Raúl Sendic (padre), uno de los fundadores del MLN-T, de quien dijo “se falsificó la historia para elevarlo a la categoría de héroe, aunque para hacerlo en su opinión no era necesario mentir”.
También dijo que Fasano le hizo creer a todo el sistema político que el traidor era Amodio.
Fasano expresó: “Quiero decirte, Héctor, que yo volvería a hacer lo que te hice. Si no yo era el traidor”.
Por iniciativa propia y por dinero
Por otro lado, el ex tupamaro dijo que él escribió el libro por voluntad propia y no por presión de los militares que lo tenían preso.
“Tu libertad y la de tu compañera la podías obtener sin escribir el libro”, remarcó Fasano, y aclaró que ello era nuevo para él.
Asimismo, Amodio aseguró que escribió el manuscrito para publicar el libro y obtener dinero para radicarse en España. Ante ello, Fasano respondió: “¡Ah! Pero entonces es peor, fue un interés mercantil!”.
Amodio también dijo que “ya estaba condenado por el MLN-T” organización que ya no integraba, entre lo cual Fasano remarcó que hay dos clases de hombres: “unos que ante la muerte y la tortura entregan a sus compañeros, y otra clase de hombres que se vende sin que lo compren”. ¿Era necesario hacer ese libro?”
Tuya, Héctor
“Amodio es prisionero de su leyenda magnética de renegado, de traidor. Él está en condiciones óptimas para volver a ser capitán de su propia alma, amo de su propio destino”, expresó Fasano.
En ese momento ambos se enfrascaron en un fuerte diálogo que puso fin al debate.
Fasano dijo:
-El Canto VI de la Ilíada, donde Héctor se enfrenta a Aquiles, “lo que calza como anillo al dedo ante esta situación”. Ante el llanto de Andrómaca, su esposa, dice que de su suerte ningún hombre, sea cobarde o valiente, puede librarse una vez nacido, pero sí puede elegir, mientras vea la luz aquí en la tierra, cómo vivir o cómo morir, como valiente o como cobarde. ¡Si querés vivir como valiente denuncia a esa jauría humana que está libre y se goza en la impunidad!
-¿Pero por qué tengo que ser yo?- interrogó Amodio Pérez.
-Porque estás indagado.
-Habrá otros indagados.
-Pero yo te lo digo a vos que viniste a este país.
-Vine a presentar un libro y no a pasear por los juzgados.
-Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta de un solo momento, el momento en que el hombre sabe para siempre quién es. Este es tu momento Héctor, de arrepentirte y denunciar a los torturadores.
–Yo me arrepentí de ser tupamaro
-Tuya, Héctor! sentenció Fasano, dando punto final al debate público.
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