Los hijos de los días (octubre)
Octubre 12
El Descubrimiento
En 1492, los nativos descubrieron que eran indios,
descubrieron que vivían en América,
descubrieron que estaban desnudos,
descubrieron que existía el pecado,
descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo,
y que ese dios había inventado la culpa y el vestido
y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al sol y a la luna y a la tierra y a la lluvia que la moja.
Octubre 13
Los robots alados
Buena noticia. En el día de hoy del año 2011, los jefes militares del mundo han informado que los drones podrán seguir matando gente.
Estos aviones sin piloto, tripulados por nadie, dirigidos a control remoto, gozan de buena salud: el virus que lo atacó no fue más que una molestia pasajera.
Hasta ahora, los drones han echado sus lluvias de bombas sobre víctimas indefensas en Afganistán, Irak, Pakistán, Libia, Yemen y Palestina, y otros países esperan sus servicios.
En la era de las ciberguerras, los drones son los guerreros perfectos. Matan sin remordimientos, obedecen sin chistar, y jamás delatan a sus jefes.
Octubre 14
Una derrota de la Civilización
En el año 2002, cerraron sus puertas los ocho restoranes de McDonald´s en Bolivia.
Apenas cinco años había durado esta misión civilizadora.
Nadie la prohibió. Simplemente ocurrió que los bolivianos le dieron la espalda, o mejor dicho: se negaron a darle la boca. Estos ingratos se negaron a reconocer el gesto de la empresa más exitosa del planeta, que desinteresadamente honraba al país con su presencia.
El amor al atraso impidió que Bolivia se pusiera al día con la comida chatarra y los vertiginosos ritmos de la vida moderna.
Las empanadas caseras derrotaron al progreso. Los bolivianos siguen comiendo sin apuro, en lentas ceremonias, tozudamente apegados a los antiguos sabores nacidos en el fogón familiar.
Se ha ido, para nunca más volver, la empresa que en el mundo entero se dedica a dar felicidad a los niños, a echar a los trabajadores que se sindicalizan y a multiplicar a los gordos.
Octubre 15
Sin maíz no hay país
En el año 2009, el gobierno de México autorizó las siembras experimentales y limitadas, de maíz transgénico.
Un clamor de protesta se alzó desde los campos. Nadie ignoraba que los vientos se ocuparían de propagar la invasión, hasta que el maíz transgénico se convirtiera en fatalidad del destino.
Alimentadas por el maíz, habían crecido muchas de las primeras aldeas en América: el maíz era gente, la gente era maíz, y el maíz tenía, como la gente, todos los colores y sabores.
¿Podrán los hijos del maíz, los que hacen el maíz que los hizo, resistir la embestida de la industria química, que en el mundo impone su venenosa dictadura? ¿O terminaremos aceptando, en toda América, esta mercancía que dice llamarse maíz pero tiene un solo color y no tiene sabor ni memoria?
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