«Para saber cuánto importa llevarle a un hijo un paquete de galletitas Bridge, hay que haber pasado hambre»
¿Cómo cree que impacta en la población más vulnerable el proceso de bancarización?
Debemos diferenciar el impacto de la tarjeta de débito con la de crédito. La de débito es gastar lo que uno tiene, mientras que con la de crédito gasta más de lo que tiene, porque adelanta el gasto. La tarjeta de débito es un buen instrumento de incorporación de las personas a los circuitos bancarios. Permite medidas fiscales como las que se van a incorporar con la devolución del IVA a todas las prestaciones que da el gobierno. A mi criterio debe ir encaminado a que otros ingresos que tienen los que perciben salarios más pequeños que puedan incorporarse a las tarjetas de débito. Es decir, no solo lo que viene de transferencias del Estado para poder usufructuar una mayor devolución del IVA y por tanto una mejor composición de su gasto. Es una medida que se sostiene desde el punto de vista fiscal, tiene costos pero distributivos y mejora el poder de compra de los hogares.
Reitero nosotros pensamos que hay que dar un paso más y que todos los ingresos de estas personas puedan ser exonerados de IVA y no solo los ingresos que provienen de las transferencias fiscales. Esta es una primera etapa, pretendemos que esa tarjeta de débito pueda recibir depósitos de otros ingresos de esas personas.
¿Qué lectura se hace de los datos del INE que indican que bajó la pobreza y la indigencia en el país?
Tomemos los cinco indicadores: pobreza, indigencia, desigualdad medida por el Índice de Gini, desigualdad medida por cuánto gana el decil más alto en relación al decil más bajo, y brecha de cuánto le falta a los que son pobres para salir de la pobreza.
Los cinco indicadores mejoran desde hace cuatro años. El indicador de la indigencia hace 6 años que mejora. La primera conclusión es que estamos ante una tendencia de reducción de los niveles de pobreza y desigualdad.
Bajar la pobreza y la desigualdad al mismo tiempo no es sencillo. Michelle Bachelet (ex Presidenta de Chile) lo dijo cuando estuvo en Uruguay “lamento que me fui del gobierno (de Chile) bajando sustancialmente la pobreza pero no pudiendo bajar la desigualdad”. Es decir, pueden subir los ingresos pero también sube la brecha o se mantiene estable. En dictadura los ingresos nacionales mejoraron, pero la desigualdad empeoró, en la década de los 90 los ingresos mejoraron y la desigualdad se estancó. Es la primera vez que hay un proceso sostenido de rebaja de la desigualdad.
El volumen de la rebaja de la pobreza es de 5 puntos, es decir, 162 mil personas aproximadamente. Esta cifra es la más alta en la historia del país, con excepción de 2008 donde la pobreza bajó 10 puntos fruto del efecto de la Reforma Tributaria y la Reforma de la Salud que operaron juntas desde enero de 2008. El Informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) muestra cómo estás dos reformas significaron una rebaja drástica de la pobreza en Uruguay.
En el caso de la indigencia bajamos de 1.1 a 0.6%. Por último, nos preguntamos por qué bajó.
Es necesario separar la pobreza de la indigencia. En el caso de esta última tienen un peso muy importante las transferencias del Estado. En un hogar indigente son el 50% de los ingresos. Esas transferencias se focalizaron mejor y vamos a duplicar el valor de las tarjetas. En el caso de la baja de la pobreza se debe a tres razones fundamentales.
Para la primera razón pongo el siguiente ejemplo: dos jóvenes, recién recibidos del Instituto de Profesores Artigas (IPA) docentes que egresan con 24 horas semanales, y que además tienen un hijo, hoy día, con la suma de sus salarios están en un 10% por encima de la línea de pobreza. Por el Fondo Nacional de Salud tienen (FONASA) y no pagan Impuesto a la Renta (IRPF).
Esos mismos muchachos en 2004 en las mismas condiciones, pagaban el impuesto a los salarios (IRP) no tenían DISSE, y les faltaba un 30% para estar por encima de la línea de pobreza. Ahora pasan esa línea en un 10%. Podemos poner como ejemplo cualquier nivel salarial del escalafón inicial: o pasaron o están muy cerca de estar por encima de la línea de la pobreza. Sean docentes, cajeros de supermercados o peones de la construcción.
La segunda razón es el mercado de trabajo, no solo más empleo sino también más formalidad en el empleo. El empleo formal remunera mejor que el informal. Hay un trabajo de Rodrigo Arim, actual Decano de la Facultad de Ciencias Económicas (UDELAR) que tiene estudios sobre salario formal y salario informal. La formalidad permite acceder al salario vacacional, aguinaldo, licencia. Está cubierto en el seguro de paro. Mejoran sus ingresos anuales, y esta realidad le permite superar la línea de la pobreza.
En tercer lugar las propias políticas sociales, el acceso a la salud y a la educación. En definitiva, políticas sociales y laborales para combatir la pobreza y mejoras en las transferencias para combatir la indigencia
¿Qué está influyendo sobre la baja de la desigualdad? Recordemos que se mide por el Índice de Gini, recordemos que este indicador mide cómo se distribuyen los ingresos en los hogares. Vale “0” sí todos ganan igual y vale “1” sí todo lo ganara una sola persona. Máxima concentración uno, máxima desconcentración cero.
Ahora estamos en 0.40. Cuando comenzó el gobierno del Frente Amplio estábamos en 0.46%, hay un 20% de diferencia. Es una baja relevante, más sí tenemos en cuenta que el Gini mide distribuciones, es bastante rígido para modificarse. Ahí nuevamente tiene mucha importancia la política de salario mínimo, la política de empleo y las políticas sociales. Acá medimos toda la distribución, por tanto importan también las capas medias. Hubo un incremento del salario medio de la economía. Desde que asumió el Frente Amplio el salario real creció un 30%.
Ahora también nos planteamos qué nos falta. Cómo vamos a dar la batalla final contra la indigencia y cómo seguiremos disminuyendo la pobreza.
El objetivo del FA era llevar la pobreza a un dígito, bajar al 10%. Actualmente la pobreza está en un 13.7%. Estamos optimistas que sí bajamos siete puntos la pobreza en un periodo de dos años, en los tres que nos faltan podremos plantearnos objetivos más ambiciosos que bajar un 3.7% los niveles de pobreza
Respecto a la indigencia diseñamos una especie de comando contra la pobreza extrema a través de 4 proyectos. “Jóvenes en Red” para actuar sobre los jóvenes que ni estudian, ni trabajan, “Uruguay crece contigo”, como proyecto para hogares con niños de hasta 3 años en situación de vulnerabilidad; y duplicar la tarjeta para esos 25, 30 mil hogares que están en el núcleo duro de la indigencia. La idea también es llegar con las estrategias en conjunto y no hacerlo de forma separada.
Respecto a la pobreza continuaremos con la política de mejorar el salario mínimo, en enero está previsto otro incremento del 25% para llevar a 8 mil el salario mínimo. Junto con el El Ministro de Trabajo Eduardo Brenta trabajaremos para que cuando termine este gobierno el salario mínimo se haya duplicado respecto al inicio del gobierno.
Seguiremos trabajando en la formalización. El mono tributo MIDES, que aprobamos en el Parlamento, es una herramienta para formalizar y mejorar los ingresos del trabajo de los sectores mayor vulnerabilidad.
Una ley de empleo juvenil que enviaremos próximamente al Parlamento en estos días. La idea es promover el trabajo de los jóvenes dándole subsidios a las empresas. La intención es que tomen jóvenes fundamentalmente mujeres, de alta vulnerabilidad.
Para cerrar, el proyecto más importante en términos universales es la creación del “Sistema Nacional de Cuidados”, que estamos trabajando para iniciar experiencias pilotos y para que en 2013, y 2014 podamos dejarlo ya establecido. Este sistema actúa en primera infancia, discapacitados y adultos mayores.
[ed_azul]»Con el gobierno del Frente Amplio ha habido una reducción permanente de la desigualdad»[/ed_azul]
Uno de los sectores donde la pobreza aún no bajó de forma sustantiva son los hogares monoparentales de jefatura femenina. Se trata de mujeres que no tienen con quién dejar a sus hijos y esta realidad les impide salir a estudiar y trabajar. El Sistema Nacional de Cuidados es la gran apuesta como en el periodo anterior lo fue la Reforma de la Salud
El Senador Colorado (Vamos Uruguay) Alfredo Solari en entrevista con el diario El País señalaba que el MIDES asiste a unas 80 mil personas sin exigirle contrapartida, y a la vez le da posibilidades de capacitación laboral a unas 8 mil. Y que tendría que ser a la inversa. Asistir a 8 mil y darle capacitación laboral a las 80 mil
¿Cómo ve este planteo?
Estoy cansado de la discusión de las contrapartidas dichas por ex ministros o por legisladores que hicieron poco por las políticas sociales cuando estuvieron en el gobierno. Es nuestra función responder y lo haré. Las transferencias monetarias no son sin contrapartidas. Incluso a partir del Sistema Integrado y de Información del Área Social vamos a mejorar los controles. Las contrapartidas existen, incluso para acceder al Monotributo social Mides hay que enviar a los niños a la escuela y atenderse en salud y para la asignación familiar también. Podemos discutir sí se puede controlar mejor. Creemos que a los controles aún le falta mejorar pero el nuevo sistema lo hará totalmente controlable.
Nosotros no tenemos 80 mil, sino menos de 70 mil tarjetas de las cuales 30 mil serán duplicadas. Estos sectores primero tienen que ser asistidos. No fuimos nosotros los que provocamos esta situación de fragmentación, fueron los ministerios de la década del 90 que desregularon el mercado de trabajo, eliminaron la negociación colectiva y llevaron a la pobreza a muchísima gente. En 2004 en el país había más de un millón de pobres, y esto ocurrió fruto de la política neoliberal que había excluido a miles de uruguayos. Esta realidad no se revierte de un día para el otro. O sea, a estos 30 mil hogares que le duplicaremos la tarjeta le vamos a pedir contrapartidas, e involucramiento en trabajo en la medida que vayamos generando en ellos la conciencia de la importancia de la integración social. A los demás ya se les pide contrapartidas
El propio Presidente del BID, Luis Alberto Moreno remarcó que las ayudas no pueden ser eternas. Qué opina usted al respecto?
El mismo se retractó, aclaró que estaba hablando de otros países. A veces la oposición pretende confundir a la gente y a veces lo logra. Hay que separar la tarjeta Uruguay Social de las Asignaciones Familiares. A la vez dentro de las tarjetas del Uruguay Social hay que considerar de forma diferente las 30 mil que se le da a los hogares en situación de indigencia
Es muy difícil que estas tarjetas se eliminen a corto plazo. Estas tarjetas llegaron para quedarse y que esos sectores vayan integrándose. Las Asignaciones son otra cosa, es una prima por tener hijos y también llegaron para quedarse en un contexto de universalización.
Ahora estamos enviando al Parlamento un proyecto para incrementar las Asignaciones para los hogares que tienen niños de 0 a 3 años. La idea es dar un impulso mayor a los hogares con niños pequeños y promover la natalidad en el país.
Usted qué les responde a los que dentro de la sociedad uruguaya dicen “estoy cansado de dar y dar para que se le de dinero a gente que no trabaja”?
Hay gente que dice mi Impuesto a la Renta va a la tarjeta de tal o cual. Las tarjetas del Uruguay Social representan 60 millones de dólares. El gasto público social total, sin contar jubilaciones anda cerca de los cuatro mil millones de dólares. El gasto público total anda entre ocho y diez mil millones de dólares. Esto es seguridad, defensa, educación, salud, etc. Entonces, las tarjetas se llevan 60 y las asignaciones y el plan de equidad son unos 170, 180 millones de dólares. Estamos hablando del 2.5% del gasto público social. En realidad de los impuestos que paga la gente que se convierten en transferencias monetarias el monto es ínfimo.
El principal gasto que hace el Estado con los impuestos de la gente es la Educación y la Salud pública
Respecto a la tarjeta que se entrega a la población, ¿está bien que se gaste en elementos que no están dentro de lo que corresponde a la transferencia que le da el Estado?
Reitero: en este país en los 90 y en la crisis de 2002 la gente pasaba hambre y lo más importante es que coma. La tarjeta, en el mejor de los casos es un 20% del ingreso. La gente consume bienes con otros instrumentos que no son la tarjeta, que van desde la propia Asignación, o con otros ingresos del trabajo. En los hogares de pobreza extrema 30, y 40% de los ingresos son por trabajo. Aunque estos trabajos sean informales. La gente va a poder consumir otros bienes con esos otros ingresos. Ahí podrá haber políticas nutricionales.
En general con la devolución del IVA esta realidad se va a incrementar porque la gente va a tender comprar con la devolución, los productos que tienen el IVA más caro. De cualquier modo queremos que la tarjeta ayude a la política nutricional y por ello incorporamos la leche fortificada con hierro. Es decir no es que no sea nutricional, sino que no es solo nutricional
Para saber cuanto importa llevarle a un hijo un paquete de galletitas Bridge o comerse un embutido picado, hay que haber pasado hambre y no se puede hablar desde el escritorio.
Dada la importancia que el Presidente (Mujica) le da a este tema, ¿lo conversa mucho con él?
Tenemos una relación afectiva, la considero de amistad. Creo que él también la siente así. Hablamos mucho, cuando me pidió que viniera al MIDES y me pidió que trabajara fuertemente en la coordinación de las políticas sociales y en particular en la focalización de las políticas
Creo que el Presidente (Mujica) es un buen conductor de las políticas públicas, porque tiene esa capacidad de poner sobre la mesa todos los temas en discusión y que todos podamos discutir todo. Tuvo la virtud de hacer funcionar a los gabinetes sectoriales. Trabaja mucho en equipo, tira muchos temas a la discusión. Muchos lo consideran un problema, sin embargo de la tirada de esos temas surgen las mejores ideas para poder resolver los problemas
Me siento muy cómodo en el gobierno
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