Las orquídeas podrían ser la clave para los repelentes de mosquitos del futuro
Solo las mosquitos hembras se alimentan de sangre; los machos prefieren néctar de flores, y es ahí donde podría estar la clave para repelerlos en el futuro.
Los mosquitos son infames por su predilección por la sangre: en particular la sangre humana. En muchas partes del mundo, esto trae consigo la posibilidad de la transmisión de desagradables enfermedades.
Es importante aclara que solo las mosquitos hembras se alimentan de sangre. Quizás menos conocido sea el dato estas solo consumen sangre durante unos días de sus vidas. El resto del tiempo se alimentan de néctar de flores, que también es la única fuente de alimento para los mosquitos machos.
Una nueva investigación muestra cuán potente puede ser el encanto de las flores para los mosquitos, así como, interesantemente, un elemento disuasorio. Los hallazgos apuntan a la posibilidad de que algún día se puedan hacer trampas y repelentes de mosquitos menos tóxicos y más efectivos, basados en químicos presentes en las flores, a los cuales los mosquitos son atraídos o reacios.
Un equipo internacional de científicos investigó más profundamente los mosquitos del género Aedes y su atracción por Platanthera obtusata, comúnmente encontrada en el hemisferio norte. La preferencia de los mosquitos por esta flor ya se había observado, pero al cubrir las orquídeas con bolsas de plástcos, los investigadores demostraron que era el aroma de la orquídea lo que resultó irresistible. Esto llevó a los investigadores a comenzar a recrear el aroma en el laboratorio.
Atrayéndolos con el aroma
«A menudo describimos el aroma como si fuera una sola cosa, como el aroma de una flor o el aroma de una persona», dice el autor supervisor Jeffrey Riffell en un comunicado de prensa de la Universidad de Washington. «El aroma es en realidad una combinación compleja de productos químicos (el aroma de una rosa consta de más de 300) y los mosquitos pueden detectar los tipos individuales de productos químicos que forman un aroma».
De todos los componentes químicos del aroma de la Platanthera obtusata, los experts lograron encontrar dos que son particularmente atrayentes para los mosquitos: el compuesto nonanal, o nonanaldehído -en mayor medida- y el aldehído lila -en menor medida-.
Al medir la actividad eléctrica en las antenas de mosquitos, los investigadores pudieron ver que varias especies responden a estos compuestos, y no solo los nativos de los climas de gran altitud en el hemisferio norte donde se encuentran las orquídeas usadas.
El aroma resultó atractivo tanto para hembras como para machos.
Al examinar la actividad cerebral del Aedes increpitus y el Aedes aegypti (genéticamente modificados), los investigadores pudieron ver que el nonanaldehído y el lila estimulan las partes competidoras del cerebro, con actividad en una capaz de suprimir la actividad en la otra.
El reto ahora es encontrar la proporción precisa de estos compuestos y, por lo tanto, la naturaleza de sus reacciones en el cerebro de estos insectos.
En el futuro los insecticidas o repelentes podrían estar compuestos enteramente por este tipo de ingredientes de origen natural, haciéndolos más amigables con el medio ambiente y con la salud de las personas.
El equipo investigará otras fuentes naturales atractivas para los mosquitos que algún día podrían ser útiles para desarrollar trampas que puedan combatir la propagación de enfermedades.
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