En Rusia un meme incómodo para el gobierno podría enviarte a la cárcel
Un meme burlándose de la religión podría enviar a una joven estudiante a prisión por al menos cinco años, y su nombre ya fue colocado por el gobierno en la lista de extremistas y terroristas.
El caso de una joven que se enfrenta a la cárcel por compartir memes en las redes sociales ha provocado un gran debate sobre el abuso de la ley y la censura a la libertad de expresión en Rusia.
Masha Motuznaya, una joven estudiante de 23 años de la ciudad de Barnaul, Siberia, llamó la atención pública a fines de julio, cuando explicó en Twitter, por qué está en la lista oficial de extremistas y terroristas de Rusia. La razón puede sonar absurda, pero para el gobierno es cosa seria: compartir memes en la red social VKontakte (VK), la más importante del país.
«Hola a todos, mi nombre es Masha, tengo 23 años y soy una extremista», escribió en ruso, introduciendo su historia.
En los 20 tweets que siguieron, la chica detalló cómo, en mayo, la policía la acusó de «insultar a la gente» publicando memes satíricos en su página de perfil en VK.
Masha fue llevada a una audiencia hace un par de meses y acaba de anunciarse que volverá a la corte este 28 de agosto. De encontrarse culpable, podría enfrentar entre cinco y seis años de prisión por cargos como incitar al odio y ofender los sentimientos de creyentes religiosos, ambos delitos de gran calibre en Rusia.
«Subí varios memes solo algunas imágenes con temas religiosos, que tratan sobre la Iglesia Ortodoxa Rusa en particular», dijo Motuznaya.
Cuando le llegó al citación policial creyó que era una broma, simplemente parecía inverosímil ir a la cárcel por subir chistes a una red social.
«Honestamente, la primera vez, cuando me mostraron la orden [de captura], me reí y le pregunté al oficial: ‘¿Hablas en serio?’. Pensé que era una broma de algún tipo, tal vez se trata de mis amigos jugando un truco sobre mí», explicó.
Las monjas de la discordia
Uno de los memes, considerados ofensivos por las autoridades rusas, muestra a mujeres vestidas de monjas fumando cigarrillos y exhortándose mutuamente a terminar los cigarrillos «mientras Dios no mira».
Otra foto muestra a niños africanos con platos vacíos en sus manos, acompañados por una leyenda: «El humor negro es como la comida, no a todos les llega».
«No había apología al genocidio ni nada, simplemente algunas imágenes divertidas», explicó Masha.
Ella dice que los memes reflejan su yo más joven y que ahora no los publicaría, ya que su perspectiva y sentido del humor han cambiado. «Tenía 20 años, era una persona completamente diferente», aseguró.
«No puedo creer que lo que está sucediendo sea real. Parece que en cualquier momento se me dirá que me estaban cargando, que todo es una broma», concluyó.
Libertad de expresión en juego
En los últimos años, cada vez más rusos están siendo juzgados por expresarse libremente en las redes sociales o medios de comunicación tradicional.
Según la organización internacional de derechos humanos Agora, durante 2017 se procesaro 411 casos contra usuarios de internet. Ese número representó un fuerte aumento en relación a 2016, cuando fueron juzgadas 298 personas.
En la mayoría de los casos, los usuarios son acusados de extremismo. Es una ofensa que puede incluir:
- «Incitar el odio y la animosidad»
- «Exaltación del nazismo»
- «Llamadas al separatismo»
- O «Insultar los sentimientos de los creyentes»
Pavel Chikov, el jefe de Ágora, dijo que debido a que la definición oficial de «extremismo» en la legislación rusa es tan amplia, la policía puede discrepar con prácticamente cualquier cosa.
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