Los neandertales habrían usado fuego para forjar herramientas
Las herramientas de madera fabricadas por los neandertales en Toscana, Italia, muestran signos de haber sido carbonizadas deliberadamente para facilitar su trabajo hace unos 171,000 años
Aunque el fuego se usó para cambiar los entornos locales y crear calor mucho antes, y existe cierta evidencia de que los neandertales usaron el fuego para moldear sus herramientas incluso antes, nunca antes se había detectado un uso tan claro y tan temprano en su era.
El control del fuego fue considerado una de las líneas evolutivas brillantes que distinguen a los humanos de los animales. El descubrimiento de que los neandertales, considerados por algunos como parte de nuestra especie, aparentemente lo estaban usando para formar herramientas de madera hace 171.000 años, puede no ser un golpe tan fuerte para el ego humano como el aprender que las rapaces australianas han aprendido a controlar el elemento, pero aún así es otro recordatorio de que no somos tan especiales como nos gusta pensar.
Las herramientas de madera se descomponen mucho más fácilmente que las de piedra, por lo que hay un registro mucho más precario de su uso por los primeros humanos. Sin embargo, un rico tesoro de 58 artículos, entremezclados con herramientas de piedra y huesos de una especie de elefante extinto, salió a la luz mientras se cavaban piscinas termales en Poggetti Vecchi, Toscana.
¿Herramientas o armas?
Un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences informa: «Las herramientas de madera Poggetti Vecchi difieren morfológica y dimensionalmente de otras conocidas hasta ahora». Muchas están mal conservadas por lo que el equipo que las encontró no está seguro de su propósito original. «Son posiblemente palos de usos múltiples, no necesariamente armas», agregan los científicos en el paper. Se ha notado el parecido con los bastones de excavación, utilizados por los cazadores-recolectores para extraer raíces, cazar pequeños animales y moler granos.
La herramienta más grande tenía más de un metro (3 pies) de largo, y la mayoría estaba hecha de boj (Buxus sempervirens), la especie local más dura de árbol. Todos tenían un buen diámetro para agarrar en la mano y fueron seleccionadas claramente por rectitud, y sus ramas laterales y su corteza se habían eliminado cuidadosamente.
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