Elon Musk quiere conectar cerebros y computadoras en su nuevo proyecto

En la película «Trascendence», Johnny Depp encarna al doctor Will Caster, un científico que quiere romper la barrera entre lo biológico y lo biónico; junto con su equipo quieren crear una computadora autosuficiente que, según predice, creará la singularidad tecnológica, algo que denominan «trascendencia». A la larga, termina trasladando su cerebro a dicha computadora y se vuelve inmortal.

Este planteamiento meramente ficticio es uno de los puntos de partida de la nueva idea de Elon Musk, y quiere convertirla en realidad. El empresario anunció, por medio de su cuenta oficial de Twitter, que la nueva empresa que creó se llama Neuralink, y quiere conectar cerebros con computadoras.

Encaje neuronal

La próxima semana, un artículo será publicado en el blog Waitbutwhy, en el que Musk explicará de qué se trata exactamente lo que investigará Neuralink. Por ahora se sabe que la compañía se centrará en la tecnología de «encaje neuronal», que consiste en implantar pequeñísimos electrodos en un cerebro, con los que se pueden trasmitir pensamientos o datos directamente hacia una computadora o dispositivo electrónico.

Musk tendrá «un rol determinante en la dirección de la empresa», pues ya había hablado en varias ocasiones del encaje neuronal, sentencia el Wall Street Journal en un reciente artículo.

El empresario es considerado un visionario en Silicon Valley, y está convencido de que conectar nervios y dispositivos digitales podría aumentar el poder del cerebro. «El riesgo existencial es demasiado alto para no hacerlo», tuiteó el empresario, en lo que parece una solapada alusión a la dudosa capacidad de la humanidad de sobrevivir a sí misma.

Establecer conexiones entre cerebros y máquinas no es una idea nueva para la ciencia. Por ejemplo, científicos de un centro de investigación de Suiza lograron recientemente establecer comunicación por primera vez con pacientes totalmente paralizados. Sin embargo, la técnica que usaron es distinta a la que usaría la empresa de Musk: utilizaron espectroscopía infrarroja cercana, combinada con encefalografía para medir la oxigenación sanguínea y la actividad eléctrica en el cerebro sin causar ninguna afectación o invasión.