Una ‘buena campaña’ de salud pública puede reducir el consumo de refrescos y bebidas azucaradas
Un informe presentado ante la Asociación Americana del Corazón señala que una campaña de salud pública que combine educación, voluntad política y cambios culturales puede reducir de forma significativa las ventas de bebidas azucaradas.
Una alta ingesta de azúcar en la dieta está asociada a un mayor riesgo de desarrollar obesidad, diabetes o sufrir enfermedades cardíacas.
Los refrescos y otras bebidas con azúcares añadidos han sido señalados por los expertos de salud como grandes responsables de que se superen los límites de consumo de azúcar recomendado, principalmente en los niños.
Este tipos de bebidas son fuentes de calorías vacías de nutrientes para el organismo, y por eso desde hace algunos años se trabaja para limitar su consumo.
Un nuevo informe, presentado en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA), realizada la semana pasada en Nueva Orleans señala que una buena campaña de salud pública destinada a reducir el consumo de bebidas azucaradas condujo a una reducción significativa en las ventas de bebidas en un condado de Maryland.
En 2012, la Horizon Foundation y varios socios comunitarios iniciaron un programa de educación pública y medidas políticas para lograr que las personas del condado de Howard redujeran el consumo de refrescos azucarados, bebidas deportivas, bebidas energéticas, bebidas de frutas y aguas/tés con sabores.
La campaña incluyó diversas medidas como reducir la disponibilidad de bebidas azucaradas en las escuelas y en las guarderías, y hacer que bebidas y alimentos más saludables estuvieran más ampliamente disponibles en las propiedades del gobierno local.
Como resultado encontraron que entre 2012 y 2015 las ventas de refrescos endulzados con azúcar en el condado se redujeron en casi un 20 % en volumen, mientras que la venta de bebidas con sabores de frutas con azúcares añadidos se redujo en más o menos un 15 %.
Resultados positivos
Marlene Schwartz, directora del Centro Rudd de Políticas Alimentarias y Obesidad de la Universidad de Connecticut consideró que una buena campaña de salud pública puede tener influencia en el comportamiento de las personas.
Los hallazgos muestran «que una campaña de salud pública que combine esfuerzos de educación en toda la comunidad, cambios políticos y de cultura, puede reducir de forma significativa las ventas de bebidas azucaradas», señaló.
Mientras que agregó que «a través de estrategias complementarias, que incluyeron desde propugnar cambios en los estándares de nutrición infantil hasta crear anuncios de televisión, ‘Howard County Unsweetened’ (algo así como ‘el condado de Howard sin endulzar’) realizó un esfuerzo concertado para animar a las familias a que beban otra cosa» y está obteniendo resultados positivos.
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