La OMS alera que el virus del zika se propaga “de manera explosiva” en toda América excepto en Chile y Canadá

Durante una sesión especial de su Consejo Ejecutivo, reunido en Ginebra, Suiza, la OMS evaluó este jueves la expansión del brote del virus del zika, que afecta a más de veinte países americanos, en un escenario donde Brasil aparece como el de peor incidencia.

Sin embargo la directora Chan rehusó confirmar la relación entre el virus del zika y la proliferación de microcefalías, particularmente en el nordeste brasileño, un descubrimiento que los científicos norteños consideran válido pero que sus pares de otras naciones se niegan a reconocer aún.

“Quiero ser muy clara: la relación entre el virus del zika y las malformaciones no ha sido todavía establecida. Pero es altamente sospechosa», afirmó la directora de OMS a la prensa internacional en Ginebra.

El vínculo entre el zika y las malformaciones

Si bien el zika es una enfermedad no letal en la mayoría de los casos en adultos y menores, la relación entre patologías genéticas como la microcefalia en los bebes de mujeres embarazadas que padecieron zika, ha abierto una puerta de investigación urgente, dadas las cifras que mostró Brasil.

En 2014 se habían registrado menos de 150 casos de microcefalia en recién nacidos. Pero entre octubre de 2015 y enero en curso, se registraron 3.448 casos (270 confirmados) todos en fetos bajo investigación de madres con zika.

Pese a que oficialmente no se reconoce aún el vínculo entre ambas patologías, las autoridades brasileñas, así como las colombianas y salvadoreñas han instado a sus mujeres a no embarazarse este año.

La OMS, reconoce que Uruguay aún está libre de zika, pero la presencia del mosquito vector es un peligro de muy alto riesgo. Para la entidad mundial, solo Canadá y Chile están fuera de peligro de momento: el primero porque sus bajas temperaturas no permiten sobrevivir al mosquito Aedes Aegypti, y los chilenos en tanto aparecen protegidos por el desierto de Atacama, el más seco del mundo, la cordillera de los Andes y el océano Pacífico, que evitarían la llegada del insecto vector.