Primera generación de niñas y niños veganos en Uruguay
"Para tener huesos fuertes tenés que consumir leche", "hay que comer carne para obtener hierro", son algunas de las frases que escuchamos desde que somos chicos y las consideramos casi como verdades absolutas. Pero ¿qué pasa con quienes deciden no consumir estos alimentos?, ¿de dónde sacan los nutrientes los veganos?. ¿Es saludable para los niños seguir una dieta sin productos de origen animal?.
A priori resulta difícil pensar que en un país ganadero, donde la carne es uno de los alimentos más consumidos entre su población y la exportación de ganado es un punta pié importante para la economía, cada vez más personas elijan no consumir productos de origen animal. Es difícil además, porque los festejos en este rincón del planeta se realizan asado mediante, y la leche está en el desayuno y merienda del común de la gente. Sin embargo el vegetarianismo y veganismo vienen ganando su espacio y ya no es tan extraño que en una parrilla de domingo se sume alguna hamburguesa de soja o seitán.
Comúnmente las personas «se vuelven» vegetarianas o veganas por decisión propia, y casi todas fueron carnívoros alguna vez. Pero en los últimos tiempos cada vez hay más niños/as que nacen ovolactovegetarianos, y más recientemente ya veganos, es decir que no consumieron nunca ningún producto de origen animal, no sólo carnes sino que tampoco lácteos, huevos ni cualquier otro derivado.
En estos últimos nos vamos a basar, ya que los padres de estos chicos muchas veces son criticados y cuestionados por el resto de la sociedad por «obligar» a sus hijos a seguir su filosofía de vida, y sobre todo por considerar que no consumir estos productos será perjudicial para su salud.
Como de alguna manera se trata de una primera generación de niños/as veganos, no es fácil hablar a largo plazo, pero hasta ahora ningún pequeño ha sufrido algún problema de salud debido a su dieta, a menos que ésta haya sido totalmente inconsciente. Las personas veganas según su propio relato, suelen estar informadas sobre cuáles son los nutrientes que el cuerpo necesita y saben cómo sustituir los productos de origen animal obteniendo beneficios para su salud ya que constantemente se están auto-informando a través de internet, innovando e indagando sobre nuevas recetas. Por eso la respuesta de estos padres ante las críticas tiene su lógica, es decir los carnívoros también «obligan» a sus hijos a consumir carne sin consultarles si desean comer animales con el pretexto de que después, si quieren, ellos decidan dejar de hacerlo. Para ellos es igual pero a la inversa, los crían en base a una alimentación vegana, pero que cada uno cuando crezca decida si quiere continuar esa filosofía o no.
Para quienes no saben, ser vegano es una opción de vida que implica más que un tipo de dieta, ser vegano es no consumir ningún producto de origen animal tanto para comer como para vestirse, no utilizar medicamentos, cosméticos o cualquier otro elemento testeado en animales. Así como tampoco asistir a lugares como circos o zoológicos que lucren con la explotación animal. Pero la pregunta que se hace la gente al conocer un vegano es siempre la misma: «¿y qué comen?», sobre todo cuando se trata de un niño/a.
Belem trabaja como administrativa en un liceo de la Ciudad de la Costa, tiene 27 años y es vegana desde hace cuatro años. Su hijo, Dante, tiene casi dos años y es vegano desde el nacimiento. Ella cuenta que su decisión de dejar de consumir productos de origen animal se debió básicamente al rechazo que le genera el maltrato y la explotación animal. Siempre que puede participa de las manifestaciones en contra de estos hechos como son las marchas por el cierre del Zoo, la eliminación de la tracción a sangre, etc. Cuando tomó la decisión fue apoyada por su familia aunque muchas veces cuestionada por el resto. En su día a día trabaja voluntariamente para difundir esta forma de vida y en el correr de los años cuenta que ha logrado varios adeptos. Una de las preguntas que resultó inevitable hacerle fue cómo transitó su embarazo con una dieta vegana.
– «tuve un embarazo normal, casi no consumí hierro extra porque mis análisis daban bien, sólo en los últimos meses que es cuando el bebé te consume más tomé unas vitaminas veganas que me aportaban hierro para la lactancia. Pero sí aumenté el consumo de hierro en mi alimentación, comía lentejas cuatro veces a la semana y las fijaba con un cítrico, consumía verduras de hojas verdes, frutos secos, sésamo por el calcio, chía, y esas cosas. «
Mientras amamanta a Dante, que continúa tomando leche materna, nos cuenta cómo lleva él esta forma de alimentación: – «su alimentación como todo, fue un proceso, hasta los seis meses consumía sólo leche materna y después esta fue complementaria de las comidas. Ahora tiene 23 meses, sigue con la lactancia y come las mismas cosas que yo. Por suerte le encantan las verduras, el brócoli, la zanahoria, come quínoa que tiene muchas propiedades y aminoácidos esenciales como el mijo que es un cereal rico en calcio, también come lentejas, o sea después del año empezó a comer lo mismo que yo y lo lleva muy bien. Prácticamente no consumimos soja, que es lo que mucha gente critica de la dieta vegana, yo como a veces, pero Dante muy de vez en cuando y productos que supuestamente no son transgénicos. Aunque las personas se espantan por lo transgénico de la soja como si el pollo y muchas verduras no lo fueran. «
¿Y qué dice el pediatra de que Dante sea vegano? – «por suerte todo bien, le dijimos que éramos veganos y que Dante iba a llevar una alimentación vegana y no tuvo problema. Él lo ve crecer, a veces me pregunta qué come, pero cuando vamos solo le hace el control y ta, mientras esté saludable no hablamos de la alimentación, no es de esos pediatras que te dicen «ahora introducile el huevo» o esas cosas, le mostré mi guía de nutrición y todo bien. Además el tampoco recomienda los lácteos, por lo menos en los niños tan chiquitos. »
¿Cómo crees que va a ser para él comprender que no puede comer ciertos alimentos y los demás sí?
– «creo que va a ser un proceso, como todo niño va a ver cosas que va a querer agarrar, como les pasa a los celiacos, diabéticos, o simplemente a los que sus padres no le quieren dar refrescos porque son un veneno. A muchos no les interesa, Dante se sienta en la mesa y por lo general quiere las cosas que ya conoce, igual ahora es muy chiquito pero después yo le voy a explicar obviamente, y si el día de mañana el opta por otro camino yo lo voy a amar igual claro. Me parece que el principal problema va a ser la sociedad, aunque ahora la gente es bastante más abierta, ya que si ven que el niño es saludable no entiendo cuál es el problema. En los cumpleaños por lo general las personas piensan en opciones para nosotros o sino las llevamos. El cumple del año de Dante fue totalmente vegano y había de todo, torta, galletitas, scones, licuados, un montón de cosas. Además fuera de lo vegano no me gusta darle gaseosas, porque si bien para la gente es algo normal a los niños los hace adictos, después rechazan el agua, porque el azúcar es como una droga para ellos, por suerte a Dan le encanta el agua, toma licuados de fruta con granola, jugos con verduras, tiene una alimentación variada, también con frutos secos, tahini que es una pasta de sésamo, y a él le encanta.»
También hablamos con Mariana, quien se inició en el veganismo cuando su hijo Facundo que hoy tiene cinco años, tenía dos. Ya el hecho de ser ovolactovegetariano genera algún comentario en el común de la gente, pero cuando se llega más lejos, como es dejar de consumir cualquier producto de origen animal, el impacto o la interrogante es mayor. En su caso cuenta que al principio a sus padres les costó entender su decisión y la consideraban como una postura extremista, y algo que podría aislar a su hijo del resto, pero que con el tiempo lo aceptaron. Mientras que su pareja que no es vegetariano lo tomó siempre bien, y en su casa consume lo mismo que ellos. – «yo siempre le había enseñado a Facu a querer a los animales, un día me vi sirviéndole pescado en el plato y me pregunté qué le iba a decir que era eso (le daba sólo pescado) y me sentí muy mal. Así que bueno, dejé de darle pescado y yo también lo dejé. Ahí empecé a investigar sobre dietas vegetarianas, niños vegetarianos y encontré mucha información en internet. Al tiempo me uní a varios grupos que defienden los derechos de los animales en facebook, y ahí pude ver varios videos sobre cómo era el trato, por ejemplo a la vaca para sacarle la leche, y del origen de los huevos, no tenía ni idea, nunca había pensado sobre cómo sería, y entonces dejé de consumir todo. Le expliqué a Facu en ese momento que no comíamos tal o cual cosa porque venía de animales que eran maltratados, y a medida que crece le cuento un poco más. Siempre le recuerdo que no comemos no porque no nos gusta sino por los animales.»
En relación a la posición del pediatra de Facundo expresa lo siguiente: – «Al pediatra vamos una vez cada tantos meses, al control, pesarlo y medirlo, pero como está muy bien nunca le comenté nada, porque si le digo algo de eso sabiendo cómo es la mentalidad de la mayoría de los médicos, es para quemarme la cabeza. Facu crece bien, nunca se enferma, tiene energía a lo loco, entonces no hay de qué preocuparse. Como es recomendado en la dieta vegana, le doy la vitamina B12 tres veces por semana, pero tampoco me enloquezco con ese tema, sé que las dosis pueden ser separadas.»
¿Cuánto saben los nutricionistas de veganismo?, ¿cuál es su postura ante esta opción de vida?.
Al hablar de veganismo resulta inevitable abarcar qué piensan los profesionales al respecto. El origen de esta nota era intentar responder si es saludable que los niños/as lleven una dieta vegana, pero al buscar la opinión de los profesionales en nutrición nos encontramos con que varios nutricionistas prefirieron no hablar del tema ni dar su opinión por desconocer lo que esta dieta implica y si es o no saludable. Esto resulta un tanto preocupante ya que son los especialistas a los que una persona recurre cuando quiere alimentarse correctamente o tiene alguna complicación alimenticia.
Si bien hablamos de una primera generación de niños/as veganos, la dieta existe desde hace muchos años. La postura oficial de la Asociación Americana de Dietética (ADA por su sigla en inglés) dice que mientras esté bien planificada y sea equilibrada la dieta estrictamente vegetariana (vegana) es adecuada para cualquier persona sin importar su edad o estado, es decir es apta para bebés, niños, embarazadas y deportistas. Pero ¿cómo planificar correctamente una dieta si nuestro nutricionista no sabe orientarnos?. La falta de información de los expertos en temas de nutrición y salud puede confundir o asesorar de manera errónea a quienes se inician en este camino. Cuando uno toma esta decisión de adulto la responsabilidad es otra, pero a la hora de tener un hijo uno quiere asesorarse de la mejor manera y en nuestro país es difícil encontrar quién lo haga sobre este tema.
Entre quienes sí tienen una opinión se encuentra Raquel Oggiani, nutricionista y psicóloga uruguaya que no tiene gran afinidad con este tipo de dietas en los niños, pero que si son bien equilibradas tampoco se muestra en contra de las mismas. Desde su punto de vista ésta no es completa para ellos porque necesitarían otros aportes que no son del todo naturales para complementar ciertas vitaminas o aminoácidos esenciales que no están presentes en ella. Considera que una alimentación vegana en un niño requiere un cuidado muy especial y un control médico para conocer cuáles son las deficiencias que ocasiona. También hace hincapié en lo que son las consecuencias sociales para el niño, por ejemplo al momento de ir a cumpleaños, donde no pueden comer nada de lo que consumen los demás, y se convierten, para ella, en niños especiales que no la van a pasar bien en esos momentos.
Por otro lado cree que es una dieta que no es apta para todos los sectores económicos, ya que la considera más cara que una tradicional, y a su vez rechaza el excesivo consumo de soja en este tipo de dietas, por lo transgénico de la misma en nuestro país. De todas formas comparte con los veganos la importancia de una lactancia prolongada, ya que la leche materna es el mejor nutriente para los bebés, así como también la abundante presencia de frutas y verduras en la dieta, como debería ser en la de cualquier persona. Esta fue la única opinión que logramos conseguir en Uruguay, si bien se observa una especie de avance en lo que es la aprobación de la misma, ya que no encontramos un nutricionista que se muestre totalmente en contra de ella, fue una larga tarea poder conversar con un especialista en dietas veganas y para hacerlo tuvimos que cruzar el charco. Esto no quiere decir que aquí no exista nadie que lo sea, pero por algún motivo prefirieron no hablar sobre veganismo en niños o nos fue imposible llegar a ellos. Agustina Mori es argentina y está especializada en nutrición vegana. Ella realiza asesoramiento personalizado para muchas madres que desean complementar con todo lo necesario la dieta de sus hijos. Al igual que la ADA considera que cualquier persona puede ser vegetariana, sin importar si es niño o adulto siempre que lleve una dieta equilibrada y responsable.
-«Los alimentos de origen animal aportan principalmente Proteínas, Omega 3, Vitamina B12, Hierro, Yodo y Calcio. Si logramos obtener estos sin consumir carnes, lácteos o huevos, la dieta vegana es completa y recomendada. «
Para saber cómo alcanzar una dieta responsable le consultamos a Agustina sobre cuáles son los nutrientes esenciales que aportan los alimentos de origen animal que deben estar presentes en una dieta vegana.
¿Dónde encontramos estos nutrientes en una dieta vegana?
«La mayoría los encontramos en alimentos cotidianos, por ejemplo el yodo está en la sal de mesa, el hierro en las legumbres, cereales integrales y vegetales. Este último se absorbe en forma ferrosa, por lo que su consumo se debe acompañar de frutas cítricas para ayudar a fijarlo, por ejemplo luego de comer lentejas hay que ingerir una naranja . A su vez las legumbres y semillas tienen un 20% de proteínas y aportan al igual que la carne aminoácidos esenciales como lisina y metionina. Las proteínas se adquieren también comiendo cereales, frutas y verduras, que aportan menos cantidades pero suman. En el caso del calcio se puede cubrir con semillas de sésamo, almendras, tofu o leches vegetales fortificadas ya que son todos alimentos ricos en calcio. Por su parte el omega 3 está presente en pocos alimentos, por lo que los veganos deben lograr más de 3 gramos de ácido linolénico a través de 2 cucharadas grandes de semillas de chia o lino molidas o activadas en agua, de 8 a 10 nueces, 1 cucharada sopera de aceite de chia, lino o soja. Logrando estos 3 gramos con alguna de las opciones o combinaciones de estas, está asegurado el omega 3 en los veganos que es uno de los nutrientes que la gente menos sabe sustituir.»
Y así lo que hace unos años era impensable, como que niños/as uruguayos no conozcan la carne ni los lácteos hoy es posible y real. Como también lo es salir a comer y que existan lugares exclusivamente veganos o vegetarianos, y no sólo la opción de uno o dos platos en la carta.
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