FDA fija “calendario” para suspender grasas trans en sector agroalimentario
La que se inicia es una semana decisiva para la suspensión de las grasas trans en los productos que se comercializan en Estados Unidos, en tanto la Food & Drugs Administration (Adminitración de Alimentos y Medicamentos, FDA por sus siglas en inglés) definirá el tiempo de que dispondrá el sector agroalimentario para cumplir con las nuevas normas.
La definición está corriendo un período de comentarios públicos de sesenta días para obtener más información sobre el particular y durante el cual se estableció la pauta de tiempo que se otorgará a los industriales para eliminar las grasas hidrogenadas de lo que fabrican y comercializan.
La agencia estatal ya reconoció que las grasas trans, “no son reconocidas como seguras”, un primer jalón en la batalla sanitaria que cada vez más ONG´s y agremiaciones médicas llevan adelante para que se condicione una parte negativa de la dieta entre los norteamericanos.
7.000 muertos al año y 20.000 ataques al corazón
“Aún cuando el consumo de grasas trans potencialmente perjudiciales ha disminuido en las dos últimas décadas en Estados Unidos, la ingesta actual sigue siendo un problema importante de salud pública. Una mayor reducción de la cantidad de grasas trans en la dieta de los estadounidenses podría prevenir 20.000 ataques al corazón y 7.000 muertes adicionales por enfermedades cardíacas al año”, afirmó la directora de la FDA, Margaret Hamburg, al confirmar las decisiones preliminares con la mira en el camino de mejorar la situación.
El Instituto de Medicina de Estados Unidos, un organismo independiente que asesora al gobierno y al público sobre distintos temas sanitarios ha reconocido que las grasas hidrogenadas “aumentan el colesterol malo”, además de “incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares sin aportar ningún beneficio para la salud”.
La demostración del lucro privado como meta absoluta
Las medidas de la FDA, respaldan a los grupos de consumidores que durante casi diez años han luchado para que se controlen las grasas hidrogenadas en los alimentos; muchas empresas ante la publicidad nefasta de lo que vendían dispusieron reducir el tenor de grasas trans en sus productos. Así, postres, cremas para café, margarinas y otros, cambiaron sus ingredientes, demostrando que era absolutamente posible hacer lo mismo sin grasas trans, las que había sido elegidas por sus bajísimos costos en comparación con otras más saludables.
Los norteamericanos de algún modo se han mostrado sensibles a las denuncias en su dieta: los últimos datos de la FDA revelan que de 4,6 gramos de grasas trans diarias, los norteamericanos bajaron a 1 gramo diario en 2012, una reducción del 78%.
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