En medio de protestas religiosas, Brasil debate aborto de fetos sin cerebro
Activistas antiaborto se congregaron a las puertas de la máxima corte, el Supremo Tribunal Federal, donde un sacerdote rezaba, rodeado de estatuas de la patrona de Brasil (‘Nuestra Señora de Aparecida’) e imágenes de fetos.
«En este tribunal está en juego una cuestión decisiva: los derechos reproductivos (de la mujer). Su derecho a no ser un útero a disposición de la sociedad«, expresó el abogado Luis Roberto Barroso, al iniciarse el juicio que debía extenderse durante toda la jornada y seguramente otros días.
El procurador general de Brasil, Roberto Gurgel, defendió que sea la mujer quien decida. «La anticipación terapéutica del parto en la anencefalia constituye un ejercicio del derecho fundamental de la gestante», dijo.
La Iglesia Católica brasileña organizó vigilias en varias partes del país para pedir que la justicia no autorice el aborto, incluso en estos casos dramáticos en los que el feto está condenado a morir al nacer.
La anencefalia significa ausencia de bóveda craneal y hemisferios cerebrales y los fetos que la padecen están condenados a morir, generalmente horas después de nacer.
El caso llegó a la máxima corte en 2004, cuando un juez autorizó el aborto por anencefalia, pero sus colegas anularon la decisión tres meses después.
En una dramática audiencia en 2008 fue leída la carta de una joven, Thiany, a quien la justicia impidió interrumpir su embarazo de un feto sin cerebro. «Solo quien ha vivido eso tiene idea de lo que fue prolongar un embarazo sin esperanza, sabiendo que la cuna de mi hija sería un ataúd».
Actualmente el aborto por anencefalia se permite cuando algún juez lo autoriza, aunque el acceso a la justicia es muy difícil para las familias más pobres. En Brasil el aborto está despenalizado sólo en casos de violación y riesgo de vida para la madre. AFP
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