Investigan si pagaron para matar a un estanciero en CTI de la Española

En la estancia, algunos parientes hicieron una fiesta para festejar la herencia que recibieron. Ahora, el juzgado reabrió el expediente y se estudia la pista del pago que se habría hecho a uno de los enfermeros asesinos seriales, para que liquidara al estanciero.

Vicente Scaffiddi, conducía su camioneta C10 por la ruta 5 el 2 de agosto de 2009. Al llegar al km. 122 impactó con un automóvil en el que viajaban seis personas: todos murieron, menos Scaffiddi, que fue a quedar internado en el CTI de la Asociación Española. Allí permaneció tres meses.

Herencia maldita

Imprevistamente se descompensó y murió. Su pareja presentó denuncia penal por “muerte dudosa” ya que había muerto de un paro cardíaco, siendo el corazón casi lo único que le funcionaba bien.

La jueza Graciela Eustachio, del Juzgado Penal de 8º Turno, concluyó archivando el expediente.

Al reabrirse ahora el caso, los investigadores encontraron que –además de un enfrentamiento judicial entre los presuntos herederos- una fiesta celebró la muerte del estanciero.

La pista se originó a través de un juicio ajeno al asunto: cuando Scaffiddi murió, uno de los parientes despidió a todo el personal que trabajaba en la estancia.

Los trabajadores iniciaron juicios laborales para cobrar haberes impagos, y allí surge la fiesta que hicieron algunos parientes para celebrar la muerte del estanciero.

Los investigadores citaron ya a declarar a la familia, en tanto además, les fue confirmado que su caso integra la lista de víctimas de los enfermeros seriales.