Dónde y cómo la viuda de Escobar lavó miles de millones de narcodólares en el Uruguay
Las cifras de la droga: la viuda de Escobar tiene 500 millones de dólares para lavar, más otros mil millones en propiedades en Colombia
El 29 de diciembre pasado el juez argentino Gabriel Cavallo envió a prisión a Victoria Eugenia Henao Vallejo, viuda de Pablo Escobar Gaviria, el mítico jefe del Cártel de Medellín. La acusan de “asociación ilícita para lavar dinero del narcotráfico”. Además de otras varias personas, también marchó a la cárcel el contador Juan Carlos Zacarías que contribuyó a armar la red de lavado en Uruguay. Para ello contó con el aporte de por lo menos otros dos profesionales uruguayos; se usaron sociedades anónimas creadas bajo leyes uruguayas y se requirieron los servicios de sucursales locales de dos bancos extranjeros, como fue informado en nuestra edición de la víspera.
Henao Vallejo ingresó a la Argentina como María Isabel Santos Caballero, titular del D.N.I. 93.206.958, colombiana, nacida en Palmiro, el día 3 de marzo de 1960. De estado civil viuda, se desempeñaba como decoradora y diseñaba ropa de cama en su casa, con un ingreso mensual de cinco mil dólares. Junto a ella estaban sus hijos Sebastián Escobar (alias) “Sebastián Marroquín Santos”, nacido en Medellín, Colombia, el 24 de febrero de 1977, técnico superior en Diseño de Productos con orientación al diseño industrial con un ingreso mensual de 500 dólares y Manuela Escobar (alias) “Juana Manuela Marroquín Santos”, quien registra un ingreso mensual de 300 dólares.
En su declaración ante el juez Cavallo, la viuda de Escobar manifestó que “tiene un litigio civil en la República de Colombia por los bienes de su marido, ya que la herencia de Pablo Escobar están en manos del gobierno colombiano, y no se ha determinado el destino que se les dará a los mismos; a través de sus abogados está ejerciendo acciones judiciales para la restitución de esos bienes”.
Según dijo “en Colombia le correspondería acceder a bienes de la herencia de su padre, pero como no quiere revelar su nueva identidad, confía en la buena voluntad de su familia, en cuanto a que le den lo que le corresponde”. Reconoció haber trabajado en asesoramiento inmobiliario, en la oficina del contador Juan Carlos Zacarías, con quien posteriormente entablara una relación de pareja. También reconoció haber constituido la empresa Galestar S.A. por recomendación de Zacarías, a fin de operar con su dinero y que a pesar de estar a nombre de otros accionistas, en realidad ella es la dueña del 100% de dicha sociedad. Respecto al negocio denominado “La Rueda”, dijo que era el nombre de fantasía con el que llamaban a los negocios de compraventa de departamentos que estaban en mal estado para refaccionar, como los tres ubicados en Mario Bravo, uno en Honorio Pueyrredón, uno en Boulogne Sur Mer, uno en Alberti, uno en Rivadavia y otro en Culpina, todos en Buenos Aires. Dichos inmuebles los compraban a nombre de Zacarías o de empleados u otras personas que el contador designara, aunque aclaró que “el dinero siempre era mío”.
Reconoció que todas las propiedades por las cuales se estaban peleando con Zacarías, su ex pareja, eran de su propiedad compradas con dinero proveniente de Colombia, el que debía pasar por New York, para ser girado a Uruguay y finalmente ingresado en la República Argentina. Desconoce la razón por la cual debía pasar por dichos países pero ella abrió cuentas a su nombre y de Galestar en los mismos. Expresó que habría ingresado al país alrededor de 1.200.000 dólares y que con las utilidades logradas habría incrementado su patrimonio a 1.500.000 de dólares. Respecto del dinero sacado de Colombia manifestó que “era la ayuda económica que le daban ciertos familiares y el producido de la herencia de su padre, quien falleció aproximadamente en los años 1991/92, de los que hasta la fecha había recibido 300.000 dólares”.
Los millones y la muerte
Sin embargo cuando se allanó la finca donde estaba la caja de seguridad de Henao Vallejo, se descubrió la verdadera cuantía de la fortuna que estaba en posesión de la mujer y que los investigadores creen pretendía traer a esta región. La siguiente es una sintética relación de los documentos encontrados:
-Fotocopia de la Investigación de la Dirección Regional de Fiscalías de Medellín (Exposición de Policía Judicial) del 9 de marzo de 1999, de la investigación patrimonial realizada en relación a Victoria Eugenia Henao Vallejo, Luz Marina Henao Vallejo y María Helena Valencia de Ochoa, durante el período comprendido desde el 1 de agosto de 1989 hasta el 31 de diciembre de 1993, en la que se concluye en relación a la imputada en autos que aparece registrada con actividad económica de Rentista de Capital, datacrédito informa que no posee información comercial, sin embargo se encontraron 13 C.D.T. de los años 1991/92 los cuales suman 84.620.083 de dólares abiertos en el banco Extebandes de Colombia. De acuerdo con la información suministrada por las oficinas de catastro municipal se pudo verificar la posesión de bienes inmuebles por valor de 962.535.703 de dólares. Se aprecia que el edificio Mónaco de propiedad de Pablo Escobar Gaviria y Victoria Eugenia Henao Vallejo fue vendido el 29 de diciembre de 1987 a Luz de Henao y el 30 de diciembre del mismo año ésta lo vendió a Manuela Escobar, hija de Pablo Escobar y Eugenia Henao. Según comparación patrimonial para el año 1992 hubo un incremento en los activos fijos por encima del 30,04 por ciento es decir 5.619.000 de dólares, además se presenta una diferencia patrimonial por valor de 152.204.000 de dólares. De acuerdo con lo anterior tendría que explicar el incremento por valor de 157.823.000 de dólares.
-Fotocopia de declaración indagatoria de Victoria Eugenia Henao Vallejo prestada el 14 de abril de 1999, ante la Fiscalía General de la nación, Dirección Regional de Fiscalías Medellín. Fue asistida por su abogado defensor, Dr. Francisco Salazar. Se le preguntó por el terreno denominado Las Palmas, ubicado en el municipio de Envigado, a lo que le contestó que es de la sociedad Valencia y Henao, de propiedad de sus dos hijos y que en esos momentos está de cuenta de la Dirección Nacional de estupefacientes por la incautación de la que fue objeto en setiembre de 1989. Asimismo le preguntaron por el edificio Ovni de propiedad de su hijo y Edificios Dallas y Mónaco de su hija Manuela.
-Hojas de agenda sueltas, con fecha 25 de octubre de 1999, que dicen: “Resumen al día de hoy en dólares: 430.000 ventas subastas. 80.000 tenía de varios, 68.000 traje a Buenos Aires, 300.000 consignaciones Miami, 142.000 cambié por pesos… Los 300.000 de estados Unidos se gastaron en 50.000 Los Vergaras, 50.000 Inv. W personal Señora y 50.000 Inv. W de la familia… 84.000 quedan en E.E.U.U. en la cuenta de Mayuya.” Asimismo hay otros gastos por 440.000.- En la otra hoja de la agenda dice: “Resumen total, quedamos así: …520.000.000 de dólares gran total en el pueblo…. Estas inversiones están en manos de María Eugenia de Forero con mi conocimiento…”.
-Fotocopia de promesa de compraventa realizado el 28 de diciembre de 1995 entre el Dr. Carlos Iván Fernández Hernández y la Sra. María Isabel Santos Caballero por una parte y por la otra Jesús Betancur, en la que la primera se obliga a enajenar a la otra parte los inmuebles de Colombia detallados por un monto de 300.000.000 de dólares.
-Fotocopia de promesa de compraventa realizada el 28 de diciembre de 1995 entre el Dr. Carlos Iván Fernández Hernández y María Isabel Santos Caballero por una parte y por la otra Miriam Vasco, Orley Acosta y Edgar García, en la que la primera se obliga a enajenar a la otra parte los inmuebles de Colombia allí detallados por un monto de 840.000.000 de dólares.
-Carpeta marrón conteniendo: 7 pagarés de María Isabel Santos Caballero a la orden de Valencia y Henao y Cía. Colectiva Civil por la suma de 210.000.000 de dólares; 2 pagarés de María Isabel Santos a la orden de Ana Sofía Vergara Castaños por las suma de: 45.720.000 dólares; 3 pagarés de María Isabel Santos Caballero a la orden de Gabriel Henao Betancur por las sumas de: 67.865.000 dólares y 10 pagarés de María Isabel Santos Caballero a la orden de Transacciones y Proyectos S.A. por la suma de 280.000.000 de dólares. Todos los pagarés individualizados fueron firmados en la ciudad de Medellín.
-Carpeta celeste conteniendo en su interior:
1) letra de cambio del 10 de agosto de 1999 por 10 millones a la orden de Dolly Paniagua Escalante extendida por María Isabel Ochoa y Pablo Andrés Echeverri,
2) pagaré del 1 de febrero de 1999 de Jorge Eudes Paniagua a la orden de María Isabel Santos Caballero por la suma de $30 millones,
3) pagaré del 1 de octubre de 1999 de Francisco Javier Rodríguez a la orden de Sara Paniagua Escalante por la suma de $10 millones,
4) pagaré de Francisco Javier Sierra Gómez a la orden de Sara Paniagua Escalante por $ 10 millones,
5) contradocumento en el que Paniagua Escalante hace saber “que el contrato que hizo días atrás con el Sr. Luis Emilio Perez….. es todo propiedad de la Sra. María Isabel Santos Caballero….. la elaboramos a mi nombre porque ella no se encontraba en Colombia…”,
6) contrato de consignación entre Paniagua y Luis Emilio Perez por 47 cuadros de varios autores entre los que se encuentra Botero, Dali, Rodan, etc,
7) documentos firmados por Lilia Vallejo Zuluaga, María Fernanda Vallejo Gamboa, Dolores Paniagua escalante, Francisco Javier Rodríguez y Vanesa Paniagua Escalante, en los que hacen saber que determinados inmuebles de Colombia pertenecen en la realidad a María Isabel Santos Caballero, pese a estar a nombre de los firmantes. De enamorado a estafador
Juan Carlos Zacarías nació en Buenos Aires día 12 de octubre de 1953, de estado civil casado y de profesión contador y martillero público, domiciliado en la localidad de Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires. En su declaración ante el magistrado dijo que María Isabel Santos Caballero le fue presentada por el abogado Tomás Lichtman, para realizar operaciones inmobiliarias. A tales fines se constituyó la empresa “Galestar S.A.” en el Uruguay. Previo a ser contratado fue entrevistado por dos personas colombianas de nombres Alvaro Forero y Paniagua. Reconoció que la mujer le había dicho que su familia en Colombia había tenido inconvenientes por actividades del narcotráfico, pero que ella en particular no participaba “aunque el dinero que poseía provenía de dichas actividades”.
Se dedicaron entonces a la compra de inmuebles y abrieron cuentas en la Argentina. Asimismo, manifestó que sabía que habían abierto una cuenta en el exterior, siendo el asesor un señor de nombre Raúl Whanon, “pero el imputado no intervino en dichas operaciones dado que no es conocedor de temas bursátiles” y dejó que dichas cuentas fueran manejadas por María de los Angeles Sarmiento y María Isabel Santos Caballero. “Lo único que supo era que querían invertir en la compra de acciones de una empresa de juguetes por un interés que tenía sobre esos temas Sebastián, el hijo de la señora”.
Con respecto a la actividad de Galestar S.A. manifestó que cuando fue designado apoderado nombró al señor Granado Peralta como contador, a quien no le dijo nada sobre la verdadera identidad ni su relación con el narcotráfico hasta febrero de este año, momento en que el hombre decidió desvincularse. Reconoció haberse enterado de la verdadera identidad de Santos Caballero a fines de 1997, cuando ésta se lo dijo personalmente. En relación al ingreso del dinero al país manifestó que si bien nunca se lo dijo explícitamente cree que lo traían los familiares de la mujer “ya que siempre que se iban ella se volvía a interesar en inversiones”. También lo ingresaban mediante aportes a Galestar desde la casa matriz en el Uruguay: a tales fines abrieron una cuenta en el (cita a un banco extranjero) en Montevideo, la que recibía sumas de dinero provenientes de New York y luego las giraba a Buenos Aires, al Banco Río. Este circuito de dinero fue recomendado por el colombiano Alvaro Forero. Si bien Zacarías dice saber que el dinero venía de Colombia, “no tiene conocimiento de cómo se sacaba sin tener inconvenientes”.
En cuanto a sus viajes a Colombia, manifestó que el primero de ellos se realizó para conocer al abogado de Santos Caballero, Carlos Iván Fernández. En la reunión se encontraban además Sara Paniagua, una asistente y María de los Angeles Sarmiento, novia de Sebastián, el hijo de Escobar. El abogado, le dijo que tenía intenciones de invertir 10 millones de dólares en la compra y venta de inmuebles. En esa ocasión Zacarías respondió que no tenía la estructura inmobiliaria para dicho monto, “aunque tenía capacidad para dos millones”. Asimismo, María de los Angeles dijo que quería independizarse con Sebastián, comprar un departamento y comenzar a trabajar ya que él se había recibido de diseñador industrial, a lo que el abogado contestó que era imposible porque no podían tener bienes a su nombre. Después realizó un segundo viaje a Colombia, a pedido de Santos Caballero para buscar dinero. En esa oportunidad trajeron 400.000 dólares, “en una valija de doble fondo donde también traían legumbres dado que las mismas son muy controladas en la Aduana y no revisan el resto”.
En Buenos Aires le dio el dinero a María Isabel Santos Caballero, para ser invertido en la compra de inmuebles del negocio denominado “La Rueda”. En este contexto ella le comentó que Sebastián había realizado un diseño de un mueble de un bar para departamentos que tenía un doble fondo y una caja de seguridad adentro para guardar dinero. Este mueble lo instalaron en un departamento ubicado en la calle Ruggeri 2930 piso 27 “D”, complejo Torre La Señoría, lugar alquilado por el imputado cuando comenzó la relación sentimental con Santos Caballero. Luego pudo ver cómo la nombrada colocó en dicho mueble una suma aproximada a los 800.000 dólares.
En relación al negocio denominado “La Rueda” manifestó que consistía en la compra de inmuebles de poco monto, para venderlos en un corto plazo, incluso antes de escriturarlos, de modo tal que la escritura la otorgue el dueño anterior al nuevo comprador, para que no queden asentados sus nombres en ningún registro. Explicó que las compras se realizaban con la fórmula “en comisión”, ya que en el futuro se pensaba crear varias sociedades para distribuir la ganancia que produjera dicho negocio y así no llamar la atención de los órganos de control fiscal, mediante la generación de ganancias significativas en una sola empresa, teniendo en cuenta que Iván Fernández quería invertir diez millones de dólares. Respecto de la supuesta herencia del padre de Santos Caballero, dijo que “no sabía si existe, pero por comentarios de la nombrada su marido le dio dinero a toda su familia”. Finalmente reconoció que “las empresas Promad S.A., Sekurus, Priority, Bozzeto y Marro Design fueron creadas a fin de justificar los gastos del negocio “La Rueda”.
La ruta
Zacarías fue quien escribió la siguiente carta a su asesorada: “El ingreso de fondos, como le comentaba más arriba, debería hacerlo con la siguiente rutina: a continuación realizó un cuadro explicativo: “Nueva York, banco en Montevideo, casa matriz Inversora Galestar, banco en Buenos Aires Filial Inversora Galestar S.A”. Luego explica: “María Isabel Santos Caballero, cobra honorarios como apoderada de la S.A.. y paga sus gastos personales con el producto de su trabajo. Los gasto s fijos del auto y la casa los paga la S.A.; Sebastián será inscripto como personal de la S.A. y cobrará honorarios para justificar gastos y María de los Angeles igual a Sebastián, trabajará en publicidad. Recomiendo este esquema ya que el Ministerio de Economía sacó una circular expresando que las cuentas existentes en Nueva York, que giren dinero a Buenos Aires por un valor mayor a 10.000 dólares serán informados a la D.G.I.. Por lo tanto ya que hemos establecido una casa matriz de Montevideo los fondos deberán provenir de ese lugar, por lo que estaríamos fuera del problema comentado”.
En algún impreciso momento la ambición de Zacarías pudo más que los sentimientos que tenía por Henao Vallejo. Comenzó a reclamar más y más dinero y como no logró satisfacción la amenazó con denunciarla ante “los medios de comunicación”. Finalmente, y aunque también marchó preso por los mismos delitos que la mujer, su testimonio fue clave para conocer los detalles de la operación desbaratada.
Aunque el juez argentino Cavallo mantiene varias justas dudas: “¿Tenía la mujer identidad protegida? , ¿sabía de su presencia el gobierno argentino? ¿cuánto dinero hay depositado en Uruguay? ¿tienen socios en este país? Tal vez ahora la jueza uruguaya Anabella Damasco encuentre alguna respuesta.
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