«La soledad del presidente se ha agudizado de manera preocupante»
En entrevista con LA REPÚBLICA Larrañaga consideró que el presidente Mujica «está muy solo» y «muchas veces no se deja ayudar y después lo gana su impaciencia y las dificultades para poder también armonizar en función de las facturas que muchas veces los distintos sectores se pasan dentro del propio Frente».
En un trazo grueso, ¿qué ha dejado este año de gestión de gobierno?
Hay un gobierno de Mujica hasta la fallida intentona de derogar la Ley de Caducidad, marzo-abril de este año y que no salió por el «no voto» de Semproni en la Cámara de Representantes, y hay otro gobierno de Mujica después de ese episodio. Si se me pregunta sobre qué puedo apuntar de este último año, a mi juicio, carencia de rumbo y déficit y dificultad de gestión. Me parece que el gobierno se está equivocando al tener esas muchas veces inexplicables contradicciones en temas de indudable trascendencia, lo cual lo demora en su accionar, lo deja inmerso en una discusión interna y lo deriva en ineficaz. Esa es la percepción que yo tengo, esa es la sensación.
Además de ser un referente de primer nivel de la oposición, cuenta con el plus de conocer personalmente al Presidente. ¿Cómo lo ve a Mujica?
Lo veo al Presidente muy solo. He visto que esa soledad se ha agudizado de manera preocupante. Uno a veces está solo porque quiere y otras veces está solo porque queda solo. Yo lo veo solo, con dificultades en todo lo que significa la implementación de políticas, con la definición de proyectos y de temas, y lo veo muchas veces solo también a la hora de tener que laudar sobre un tema espinoso, complejo o difícil. Esa es mi percepción. A veces el Presidente tal cual es, de acuerdo a sus características, en las que todos tenemos diferencias, en nuestra forma de ser, a veces el Presidente no se deja ayudar, y se trasluce en la gestión. No es posible… las contradicciones del gobierno, a nivel de lo que pueden ser, por ejemplo, el ICIR, el impuesto a la concentración de la tierra o el tema del IVA, o lo que tiene que ver con el tema de la educación, en donde desde la oposición estamos intentando ayudar. ¿Cuántos gobiernos en el mundo tienen la oposición o sectores de la oposición proclives a apoyar un acuerdo nacional educativo? Y sin embargo, uno ve complejidades que se generan en el entorno de las decisiones del Presidente. El Presidente comunica muy bien lo que tiene que ver con su decisión de apoyar al Codicen, de apoyar los acuerdos multipartidarios, de apoyar el Programa Promejora, pero ni bien viene (del exterior) mantiene una reunión con Fenapes y con el Consejo de Secundaria, que están oponiéndose manifiestamente, no ya a un proyecto Promejora sino a acuerdos sobre la educación.
Yo lo veo solo, a veces el Presidente elige estar solo, muchas veces no se deja ayudar y después lo gana su impaciencia y las dificultades para poder también armonizar en función de las facturas que muchas veces los distintos sectores se pasan dentro del propio Frente.
A esta altura usted debe tener más minutos hablando de educación que el ministro Ehrlich. ¿Por dónde va la fórmula de solución en materia educativa?
La fórmula pasa por cambiar. Si hay algo que todos tenemos en común y en que la mayoría de los uruguayos estamos de acuerdo es sobre el diagnóstico: vamos mal en materia educativa, tenemos que cambiar. El tema es cómo hacemos ese cambio. Ahí es donde el presidente Mujica debe atreverse, debe liderar un proceso de cambio fuerte en la educación uruguaya. Él lo indicó el 1º de marzo cuando asumió, al decir que los gobernantes debíamos ocuparnos de la educación y hacer planas todos los días: ‘debo ocuparme de la educación’. Ahora, no se puede impulsar un proceso de cambio en la educación teniendo esta suerte de oposición a todo de algunos sectores sindicales corporativos que defienden intereses sectarios y no el interés general de todos los uruguayos. No se puede pretender cambiar la educación sobre la base de un gobierno que acepta que no se respete la institucionalidad educativa del Codicen, desacatada por el Consejo de Educación Secundaria de manera expresa, donde incluso uno de sus integrantes termina siendo ocupante de un local de la enseñanza. No queremos hacer en la educación un lavado de cara, una limpieza en seco de tintorería. Hay que impulsar cambios importantes, verdaderamente trascendentes.
Desde Unidad Nacional diferentes dirigentes plantean colocarse en una postura más firme de reclamos ante el gobierno porque consideran que ya se terminó la tregua de parte de la oposición. ¿Qué hará AN?
Hemos señalado que la cruz de los caminos es el tema de la educación. Hemos tenido una oposición diferente; queremos ser gobierno, queremos hacer cosas en el gobierno, queremos tener legitimidad si somos gobierno de pedir lo que estuvimos en condiciones de ofrecer cuando fuimos oposición. También es claro que si no es posible avanzar sustancialmente en el tema de la educación, finalizará una etapa. Lo decimos de buena fe, honestamente, lo hemos dicho no como una amenaza, simplemente como un aviso con lealtad institucional de qué intereses estamos persiguiendo. Si el país no se ocupa de la educación, si no logramos en este tiempo cambios fundamentales en la educación, tendremos retrocesos, enormes dificultades y postergación para miles de jóvenes. No tendremos justicia, inclusión, igualdad de oportunidades para miles de jóvenes en todo el país. Esto me parece definitorio. Por eso hemos dicho que la educación es la prueba del nueve de nuestra oposición diferente. Si el gobierno no corresponde a esa iniciativa que tenemos en materia de educación, estaremos en un escenario no deseable por nosotros. Lo digo con absoluta franqueza y honradez: no queremos dejar para 2014 un tiempo de promesas, de cosas que podemos hacer hoy en 2011. ¿Por qué voy a impedirme la posibilidad de intentar incidir hoy, en 2011, para una mejor educación en el Uruguay con tal de poder tener la oportunidad de la promesa electoral en 2014? No me parece lógico, no me parece justo y creo que aquí se juega mucho el gobierno. El gobierno del presidente Mujica en el tema de la educación se juega el principio de autoridad. Si se fracasa en los acuerdos, estimo lamentablemente que el gobierno del FA y del presidente Mujica habrán perdido la mejor de las batallas, la batalla que hay que ganar, que es la batalla por el futuro de un país, que no se puede hipotecar por algunos que quieren defender intereses sectoriales y conservar chacras de poder. Me parece que estamos en un tema capital, central, sobre el cual no nos podemos pelear, no debemos pelearnos, debemos acordar. Ahora, si el sistema político no puede acordar porque el gremio no quiere, estamos en el peor de los escenarios. Y por eso sostengo que el gobierno de Mujica perderá autoridad si no lo dejan construir un acuerdo con los restantes partidos políticos de la oposición.
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