"Julio Castro siguió siendo un militante después de muerto"
Los niños de la Escuela «Julio Castro» celebraban el recreo a las 10.00 de la mañana. Del patio escolar al salón de actos del Museo Pedagógico hay un piso de distancia (el patio está abajo) y unos ventanales de coloridos cristales que recuerdan el motivo del edificio: la pedagogía, la enseñanza y la historia. Los niños jugaban en la escuela y en el salón de actos los maestros estaban solemnes. Julio Castro había aparecido. Allí, a las 9.00 de la mañana se realizó un Consejo de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), de carácter abierto. Con el maestro Miguel Soler, compañero de Julio Castro en las Misiones Socio Pedagógicas, presente en el lugar, y con la presencia de las nietas de Castro, se homenajeó al maestro, al militante, al periodista y al amigo. Las palabras de la maestra Nora Castro (vicepresidenta de ANEP), quien dijo haber compartido momentos con ese hombre de «humor muy fino y hasta irónico», provocaron que detrás del presidente de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), Gustavo Macedo, una maestra dejara caer una lágrima que le partió la mejilla en dos. Nora Castro había dicho: «Las cosas que tiene el ser humano: Julio Castro fue un militante, que después de muerto, siguió militando».
Acuerdo
Todos los actores estuvieron de acuerdo en que el momento generado a partir de la aparición de los restos de Castro va a calar hondo en la educación. «Hasta ayer (por el jueves) podría haber sido cualquier nombre, y nos iba a doler igual, pero el nombre de Julio Castro tuvo otro impacto para todos nosotros», dijo el ministro de Educación, Ricardo Ehrlich. De hecho, ayer, como un mensaje directo del «militante», tal como dijo Nora Castro, hubo un acuerdo en la educación: el de trabajar en pos de la unidad. La consejera Teresita Capurro dijo que «en estos momentos difíciles tenemos el hallazgo de los restos de Julio Castro, debe hacernos pensar en la unidad y en cerrar filas». De igual manera habló el consejero Néstor Pereira, que conmovido, además señaló: «La crueldad, la maldad, aquellos que quieren destruir la cultura liberadora, aquellos que transitan con la falta de respeto por el otro, quiero decirles que la maldad no paga». Por su parte, el consejero Daniel Corbo dijo que es necesario cuidar «la democracia», e hizo referencia a la obra renovadora de Castro en materia pedagógica. El de Castro fue «el primer caso reconocido por la OEA, según el dirigente del PITCNT y funcionario de Primaria Fernando Pereira. En cuanto al trabajo de búsqueda, a cargo de Álvaro Rico y José López Mazz, fue destacado por Rodrigo Arocena, rector de la Universidad, que dijo que es «una obligación» de la institución que dirige.
Túnicas blancas
Ayer por la tarde, los maestros de Montevideo recordaron la figura de Julio Castro. Se concentraron en Plaza Cagancha con túnicas blancas y listones negros en los guardapolvos. Cientos de docentes se concentraron en ese punto de la cuidad y en pleno silencio elevaron fotos recordatorias de Castro.
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