Información de la Comisión para la Paz en tela de juicio
Carlos Ramela defendió ayer el trabajo y las conclusiones de la Comipaz, tras las críticas de la familia del maestro Julio Castro. «Se dejó en claro que la última parte del informe de la Comipaz era una mentira, todo el informe fue una gran mentira», expresó Ariel Castro. El nieto del maestro recordó que la Comipaz concluyó que los restos de su abuelo fueron exhumados y esparcidos en el Río de la Plata.
Empero, Ramela consideró «tremendamente injusto y erróneo» criticar el informe de la Comipaz. «No está bien que se hagan apreciaciones de este tipo. Hay que tener en cuenta la mecánica, criterios y las condiciones de trabajo con las cuales funcionó la Comipaz. Pueden existir errores puntuales, pero decir que todo es mentira es un verdadero disparate», expresó Ramela al sitio Montevideo Portal.
«La Comipaz informó que no podía confirmar oficialmente que la versión que iba a dar fuese la verdadera. Sobre todo cuando comprobamos la existencia de la Operación Zanahoria, una operación de desenterramiento tan precaria y a las apuradas, que no deja certeza si el desenterramiento fue total o parcial», dijo Ramela. Sin embargo, los militares que declararon ante la Comipaz pudieron haber mentido, estimó Ramela.
Por su parte, el integrante de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, Ignacio Errandonea, estimó que la Comipaz fue un «avance», porque reconoció la existencia de ciudadanos detenidos desaparecidos, pero sus conclusiones «fueron influidas porque se tomó la información que dieron los propios militares, y los militares mentían».
Errandonea estimó que el trabajo de la Comipaz debe analizarse «dentro de un proceso». «Comparado con lo anterior fue un paso enorme, pero para lograr la verdad se debe investigar en serio. El Estado está omiso, no investiga; todos los gobiernos desde la salida de la dictadura están omisos, no investigaron», afirmó Errandonea. «El problema no es lo que hizo la Comipaz en su momento, fue un paso, pero es necesario nuevos pasos para avanzar», concluyó.
Por su parte, el senador Ope Pasquet (Partido Colorado) defendió el trabajo de la Comipaz. En este sentido, el hallazgo de los restos de Julio Castro no habilita a «calificar de mentira» la información de la Comipaz. «La Comipaz hizo lo que pudo, con las herramientas que tenía. Lo hizo sinceramente de buena fe. Lo que es cierto es que a la Comisión para la Paz le mintieron», dijo Pasquet. El senador colorado consideró «lamentable» las mentiras y el ocultamiento de información sobre los hechos del pasado, porque «es bueno que se conozca la verdad».
En tanto, el diputado José Bayardi (Frente Amplio) dijo que la Comipaz intentó «recoger información» y «aproximarla» a la información sobre la persona detenida desaparecida.
Sin embargo, «nunca he dudado de que hubo quienes trataron de operar en lo que se llama la contrainteligencia. O sea, cambiar el escenario de la realidad para generar confusión y evitar que se avanzara en el esclarecimiento de la situación», afirmó Bayardi.
«SE MINTIO»
El integrante de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, Ignacio Errandonea, estimó que los informes de las Fuerzas Armadas (FFAA) de 2005 fueron influenciados por el mismo defecto que el informe de la Comipaz: la mentira de las fuentes.
«Se mintió en la causa de su muerte (de Julio Castro) y en que los restos fueron exhumados, pero eso pudo ser una táctica para decir que hubo una operación de desenterramiento, para avalar la idea que no había nada que buscar. Hay que seguir buscando e investigando», expresó.
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