Miles de trabajadores uruguayos quedaron varados en las calles por paro de ómnibus
En la calle, parecen quedar los trabajadores del transporte sin avances ni señal alguna del gobierno ni de las patronales para variar la propuesta salarial. En la calle quedaron ayer miles de uruguayos, que con dificultad procuraron regresar ayer de sus trabajos. Tuvieron que hacer largas esperas y viajar en ómnibus atestados.
La respuesta es siempre la misma, y refiere al perjuicio de los usuarios del transporte cada vez que se adopta una medida de paralización. Si bien los dirigentes de la Unott reconocen que se trata de una acción antipática, afirman que es la única herramienta válida para defender sus derechos laborales.
Miguel Marrero, dirigente de la Unott catalogó de muy buena la adhesión al paro general de ayer, que «fue total en algunas empresas y casi total en otras».
Estimó que durante las horas en que duró la medida el transporte el servicio se redujo entre un 70 a un 80% promedialmente.
«Las cooperativas pararon todas y en el sector suburbano el acatamiento fue muy alto», explicó.
Alejandro Alverro, dirigente sindical de Copsa, se lamentó porque el proceso de negociación está trancado por las empresas que no contemplan los reclamos de los trabajadores.
Durante la tarde de ayer, los transportistas hicieron sus asambleas por sector. Por un lado, las cooperativas, y por otro los trabajadores de Cutcsa.
Los trabajadores nucleados en la Unott analizaron en diferentes asambleas el estancamiento de las negociaciones por el convenio colectivo del sector.
Ayer en la terminal de Río Branco a primera hora de la tarde el movimiento de usuarios que esperaban transporte no era muy alto. Según adujo Marrero, la gente se había enterado de la medida en la noche anterior ya que fue dado a conocer por todos los medios de comunicación. «Por lo cual, hoy, se habían tomado las previsiones del caso, y hubo quien modificó el horario de su trabajo e incluso, otros ni siquiera fueron a trabajar», dijo.
Sin embargo, cercano a las 17.00 horas las colas de decenas de personas se extendían a lo largo de la terminal. Algunos manifestaron que recién en la mañana de ayer se enteraron de la existencia del paro. Decían que esta medida los tomó por sorpresa, y que no pudieron planificar el retorno a sus hogares luego de la jornada de trabajo. Estos dichos, se contraponían a las expresiones del transportista Marrero. El malestar entre la población era evidente, tal como había ocurrido en anteriores ocasiones.
Incluso, pasadas las 16 horas, la tensión fue tal en la Terminal de Río Branco, que se generó un fuerte incidente por el término de algunos minutos entre algunos trabajadores que bloquearon la salida de los ómnibus (que funcionaban bajo la modalidad de emergencia), y los propios pasajeros, que respondieron con agresividad a esta acción.
Según explicó Marrero, algunos vehículos se concentraron alrededor de la terminal porque los trabajadores de Montevideo estaban dialogando con sus pares del sector suburbano, lo que postergó la salida de los coches. Esto generó que quienes pretendían irse a sus casas se ofuscaran y terminaran recriminando esta actitud a los propios transportistas.
El dirigente de la Unott señaló que hoy se volverá a reunir la dirigencia existiendo una alta probabilidad de que mañana se adopte una nueva medida de paro, coincidente con una nueva instancia de negociación tripartita en la Dirección Nacional de Trabajo, a las 10.00 horas.
En tal sentido, José Fazzio, presidente de la Unott, admitió que las expectativas para la reunión del viernes no son muy buenas.
El próximo lunes, la Unott volverá a reunirse para hacer una evaluación del proceso de negociación.
«No hay excedentes para más salario»
Por su parte, el presidente de Cutcsa, Juan Salgado manifestó que para mitigar la medida de paro, la empresa destinaba un servicio de emergencia que representaba el 85% de la flota tanta urbana como suburbana. Los vehículos fueron conducidos por inspectores y propietarios.
La autoridad de Cutcsa aclaró que el único rubro en la paramétrica que ha tenido aumento en los últimos años refiere al salario.
Dijo que la empresa «no tiene en los rubros de rentabilidad ni en ningún otro, excedentes como para poder afrontar, como se hizo en otro momento, algún costo extra. Esto lo saben con total claridad los trabajadores y el Ministerio de Trabajo».
Señaló que lo que las empresas pueden dar es lo que la Intendencia de Montevideo pone sobre la mesa: un aumento de boleto una vez al año
Salgado precisó que ello genera recursos para afrontar ajustes de IPC, más un crecimiento de 1% en cada uno de los ajustes.
Los trabajadores reclaman que el ajuste sea semestral y con un 2% de recuperación, más el IPC.
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