A un año y ocho meses de la presidencia de Mujica, ¿a qué juega la oposición?

Son muchas las preguntas y pocas las certezas. Tal vez, la más firme sea que no hay una sola oposición sino varias, tantas como las estrategias de sus principales líderes que van delineando sus juegos político en distintas direcciones.

Esos referentes, analizaron con LA REPÚBLICA el rol que les toca jugar. Luis Alberto Lacalle (Unidad Nacional), Pedro Bordaberry (Partido Colorado), Jorge Larrañaga (Alianza Nacional) y Pablo Mieres (Partido Independiente), son las caras más visibles «de la vereda de enfrente» al gobierno.

La distancia o acercamiento al gobierno, las mayorías parlamentarias del Frente Amplio, los mecanismos legislativos de contralor, fueron algunos de los temas que se pusieron arriba de la mesa en la búsqueda de respuestas.

En el trazo grueso del ejército opositor, Lacalle y Bordaberry son fieles representantes de un nítido papel opositor. Jorge Larrañaga procura incidir acercándose al gobierno. Paralelamente, en el caleidoscopio partidario, aparecen los matices, lo que no impide la posibilidad de coincidir con el oficialismo, aprobando proyectos de ley o declaraciones públicas o, en el otro extremo, reclamando responsabilidades políticas a través de la interpelación.

Pero, ¿qué dicen los protagonistas?

 

Distintos roles

Para el ex presidente Luis Alberto Lacalle, «desde 2005 y ahora desde 2009 los votantes han mandado un mensaje muy parecido: la Presidencia de la República para el FA pero, y esto es lo relativamente novedoso, mayoría absoluta para dicha fuerza política en ambas elecciones.

¿Qué quiere decir esto? Que la gente asignó muy claramente los distintos roles: el Frente gobernar y la oposición cumplir con las tareas de la oposición. Lo que la Constitución reserva como posibilidades, más allá de la crítica a través de los medios de comunicación, como herramienta de carácter constitucional son: la interpelación artículo 119, el pedido de informes, artículo 118, las sesiones en Comisión General, y la media hora previa y las exposiciones escritas. Es lo único que la oposición puede hacer. La oposición ha usado de estos mecanismos con prudencia pero con la frecuencia con la que consideró que era necesario usarla».

Sentido nacional

A diferencia de lo sucedido en la administración de Tabaré Vázquez, el líder de AN, Jorge Larrañaga mantiene un buen relacionamiento con Mujica. El rol opositor «lo está haciendo en un doble sentido: criticando y oponiéndose cuando así corresponde y aportando y construyendo cuando se le permite. En AN hemos resuelto tener oposición con sentido nacional, oposición con responsabilidad, decir que no cuando corresponde decir que no, pero también tener determinación para decir que sí y aportar ideas y respuestas cuando corresponde. Han habido instancias en donde poder dialogar, discutir y construir respuestas más amplias, que es lo que el país necesita».

Frustración

Para el líder del Partido Colorado, Pedro Bordaberry «dentro de los problemas que tenemos al no tener mayorías suficientes como para hacer valer responsabilidades, estamos cumpliendo con nuestra tarea. Señalando lo que está bien, que a veces no trasciende cuando uno señala que está bien, y marcando nuestras discrepancias y proponiendo cosas alternativas cuando nos parece que hay algo que está mal. Hemos sido muy críticos en materia de educación, de la inseguridad, de la salud, que creemos que se está haciendo una mala gestión. Hemos trabajado con el oficialismo en la parte de vivienda, en la producción de nuevas leyes, propuestas, en ganadería también proponiendo nuevas leyes, y ese es el camino».

Sobre el hecho de que el FA cuente con mayorías parlamentarias genera frustración, Bordaberry puntualizó que «lo que genera frustración es que las propuestas llegan y primero se analizan en la bancada del FA, en la Mesa Política del FA, y después que van los ministros, los que proponen las normas a la Mesa Política del FA y a la bancada del FA, recién ahí se lleva al Parlamento, lo cual es equivocado, es donde está todo el país representado y no solamente en donde está representado la mitad».

Las oposiciones

«Prefiero hablar de las oposiciones porque hay actitudes distintas. Hay claramente una actitud más radical de oponerse a todo, de parte del PC y de algunos sectores del PN, y una actitud mucho más abierta al diálogo y a la búsqueda de entendimientos de parte nuestra y de algún sector del PN», afirmó el presidente del PI, Pablo Mieres.

Estimó que «en un contexto en donde el gobierno tiene mayorías absolutas en las dos cámaras los márgenes de actuación de la oposición, sobre todo en la búsqueda de resultados concretos, son muy acotados. En el PI hemos intentado poner arriba de la mesa asuntos importantes como en particular el tema educativo, donde hemos tenido una actitud de búsqueda de diálogo pero también de reclamos de cambios y en el tema de seguridad sin caer en la postura autoritaria que han sostenido los que salieron a juntar las firmas».

Batallar opositor

El presidente del Directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Heber, expuso como ejemplo del accionar de su colectividad la formación de la Comisión de Megaminería. «¿Cómo sale esa Comisión? Es por la insistencia de la oposición: planteos del diputado Lacalle Pou, la triple interpelación del diputado Amarilla, un planteo de José Carlos Cardoso sobre el tema del canon, y esa oposición que hizo el PN provocó la formación de la Comisión por parte del Poder Ejecutivo, en donde ahora vemos señales por lo menos más sensatas de las que en primera instancia se habían planteado. Este acuerdo es producto del batallar de la oposición, no teniendo las mayorías para poder gobernar o para llamar a responsabilidades».

Si perdíamos…

La diputada Ana Lía Piñeyrúa opinó que «esa gente que votó por Unidad Nacional era gente que no era partidaria de Mujica y nos estaba votando para que si perdíamos la elección estuviéramos en la oposición» mientras «hay sectores que son más proclives a dialogar y tender puentes con el gobierno».

Responsabilidad

Para Pablo Iturralde (AN) «un primer círculo puede querer un enfrentamiento más duro pero nosotros tenemos que tener la ética de la responsabilidad, una cosa es ser militante y mirar el partido desde la tribuna y enojarse, y otra cosa es tener que construir puentes de entendimiento y de diálogo».

Valor agregado

Pero también hay tiempo para estar todos juntos, cerrando filas como país. Es el valor agregado del sistema político uruguayo. Cuando el presidente Mujica los convocó por diferentes temas, y el más reciente la crisis como consecuencia de los dichos del presidente Nicolas Sarkozy en representación del G-20, en un solo cuerpo, la oposición se alistó detrás del mandatario.

 

SE FUE DE BOCA

* Temperamental, descendiente de vascos, en dos ocasiones, en las últimas semanas, el conductor del Partido Colorado Pedro Bordaberry «se fue de boca» en cuanto a consideraciones sobre la actitud política del FA. En uno de los casos, en su columna del 23 de octubre, puso en duda la entrega del poder desde el Frente Amplio en caso de perder las elecciones. Nobleza obliga, luego reconoció que se excedió en sus dichos.El pasado miércoles, durante el tratamiento de modificaciones al Parlasur, Bordaberry acusó al gobierno de «entreguismo», lo que fue duramente respondido por Enrique Rubio.