Aprueban tratado de cooperación tributaria con Alemania sin los votos opositores

La sesión estuvo pautada por un debate muy peculiar: la oposición del PN y PC impulsó sin éxito la postergación de este tema para que no se evaluase que Uruguay cedía ante las presiones y amenazas internacionales, mientras que desde el Frente Amplio se puntualizó que además de impulsarse una declaración con el respaldo de todos los partidos (ver nota aparte), este acuerdo «no es una señal de debilidad sino de coherencia». El acuerdo con Alemania de intercambio de información en materia de Impuesto sobre la Renta y sobre el Patrimonio, fue aprobado por 16 votos en 28, con los votos del FA y el rechazo del PN y PC.

El miembro informante fue Carlos Baráibar (FA), aludiendo a «la fuerte arremetida» de la OCDE, y recordó que en la lista de 2000 «Uruguay no estaba». Desde el Partido Nacional Gustavo Penadés consideró que «es tremendamente inconveniente» este debate y por ello pidieron la postergación del mismo, lo que posteriormente fue rechazado. Para el colorado José Amorín «le hacemos mal al país al mostrar nuestras diferencias». «No se puede confundir aserrín con pan rallado», advirtió Jorge Larrañaga (AN), quien sostuvo que el pedido de postergación es para «no desatar una tormenta absurda». Se mostró partidario de buscar «un mínimo común denominador que es imprescindible tener como forma de alcanzar un equilibrio que el país precisa frente a una fragilidad importante que tenemos hoy en el marco internacional». Francisco Gallinal (CW) estimó que «las declaraciones del presidente Sarkozy no solamente son inoportunas, son agraviantes, ofensivas y no tienen el más mínimo fundamento».

Críticas a Almagro

Ope Pasquet (PC) cuestionó los resultados de la gira del presidente Mujica y su equipo a Alemania: «¡Qué triste papel hicimos visitando un país que días después hace la declaración que hace en nuestra contra, y con esos antecedentes, después de las declaraciones venimos a votar el tratado, ¡no sea cosa que se enojen más porque demoramos unos días!», dijo Pasquet al criticar a Almagro, a quien dijo estar dispuesto a convocar al Parlamento.

Agregó que «asistimos al espectáculo inaudito de que mientras el canciller argentino reconoce que su presidenta promueve el combate a las ‘guaridas fiscales’, nuestro canciller dice que Argentina no tiene nada que ver en el tema. Esto es absolutamente insólito». Michelini precisó que el tratamiento del proyecto «estaba antes de las palabras del presidente Sarkozy». Alberto Couriel (FA) instó a «no entrar en el ataque al canciller Almagro» en la discusión, lo que debilita el frente interno.

 

«De mambo»

El senador Enrique Rubio (FA) sostuvo que el presidente Sarkozy «le puso picante» a los cambios de criterio del punto 35 de la OCDE. «El hombre se fue de mambo». Rubio abogó por un acuerdo a nivel de los países del Mercosur y estratégicamente estimó que «no sería bueno que cambiáramos de caballo en medio del río». «Nos trazamos un camino, la negociación de un conjunto de tratados que eliminaban la doble imposición, que introducía transparencia en el manejo de la información con distintos países y cuantos más, mejor. No es una señal de debilidad, sino de coherencia con lo que nos hemos trazado», afirmó Rubio. Gallinal indicó que «podemos llegar a treinta tratados pero si no acordamos con Argentina y Brasil, vamos a sufrir presiones de esta naturaleza y quizá peores». Según Bordaberry, Sarkozy «no solo ataca sino que amenaza que nos va a radiar de la esfera internacional».

Recordó las presiones de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner «para obtener información sobre las inversiones argentinas en el país».

El comunista Eduardo Lorier es partidario de «desmantelar la plaza financiera que nos ha complicado la vida», aludiendo a gobiernos anteriores.

Solari (PC) cuestionó «las falsas amistades que nos continúan traicionando».