Furia celeste 05 de noviembre de 2011, 07:15hs

Sarkozy sindicó a Uruguay entre los «paraísos fiscales que serán apartados de la comunidad internacional»

Inmediata y tajante fue la respuesta del gobierno de José Mujica a las amenazas de represalia proferidas por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien al término de la reunión del G20 realizada en su país acusó a Uruguay de ser un paraíso fiscal.

Las declaraciones del mandatario francés, consideradas inadmisibles e indignantes por los principales actores del Poder Ejecutivo y la propia oposición, motivaron una reacción diplomática de excepción, con el retiro del embajador uruguayo en Francia, Omar Mesa, quien fue llamado en consulta para informar sobre lo ocurrido.

Simultáneamente, el canciller Luis Almagro citó al encargado de Negocios francés en Uruguay, Stephane Toulet, y le entregó una nota de protesta en la que además se detalla el tratado de intercambio de información tributaria que ambos países suscribieron en 2009.

Sarkozy aseguró ayer en Cannes que los países que siguen albergando paraísos fiscales, entre ellos Panamá y Uruguay, tienen los días contados y serán apartados de la comunidad internacional.

La situación fue considerada como grave e injusta por el gobierno por el daño que causa a la imagen del país y los eventuales pejuicios a la hora de captar inversiones. El mundo estaban ayer expectante de los resultados de la reunión del G 20 y las afirmaciones de Sarkozy en conferencia de prensa colocando a la plaza financiera de Uruguay a la altura de las de Barbados, Botsuana y Brunei fueron reproducidas por los principales medios de comunicación del planeta. Fuentes del gobierno señalaron a LA REPÚBLICA que las apreciaciones del mandatario francés no forman parte de las resoluciones adoptadas por el G 20 y que habrá contactos en los próximos días con las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y de Argentina, Cristina Fernández, ambas presentes en la Cumbre.

Ayer, Mujica se comunicó con los líderes de la oposición para mantenerlos al tanto de las acciones diplomáticas iniciadas. El Ejecutivo espera que el gobierno francés se disculpe y reconozca los esfuerzos que ha hecho el país para cumplir con las exigencias en materia de cooperación financiera.