Cierran filas detrás de Mujica ante insultos de ex tupamaro

El presidente Mujica, el ministro de Defensa, Fernández Huidobro, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, la senadora Lucía Topolansky y el laureado escritor Mauricio Rosencof, todos integrantes del MLN, fueron acusados ayer a viva voz, en la Expo Prado, por un desconocido ex tupamaro, de nombre Sergio Lamanna, militante de la antifrentista Asamblea Popular, cuya hermana trabaja en CX 36, de haber entregado decenas de sus compañeros a los militares, llegando incluso a enfatizar que «no hay un solo diputado, ni un solo senador del MPP que no haya sido entregado por esta camarilla».

Lamanna de la organización ultraizquierdista Asamblea Popular, que en las últimas elecciones presentó listas al Parlamento y que no obtuvo ni un edil, llegó incluso al paroxismo de declarar a los periodistas que Lucía Topolansky, esposa de Mujica, había delatado al actual Presidente de la República quien de esta manera fue apresado por los militares. También exclamó que Mujica había delatado al senador Erro, y que estaba «haciendo la misma política de la dictadura, pero ahora con el apoyo del pueblo». El cúmulo de dislates del irascible ultrista fue prolijamente detectado por los medios presentes, difundiéndose de inmediato en las ediciones online de El País y El Observador, que presentaron a Lamanna como un preso político de muchos años (nº 1577 del Penal de Libertad), que desde que era menor de edad militaba en el MLN. Fuentes tupamaras consultadas señalaron que efectivamente «estuvo preso 2 años, con casi ningún contacto con el resto de los prisioneros, lo que prueba o que tuvo un excelente abogado ya que ninguno de los tupamaros quedaba libre antes de los 7, 8 o 10 años o tuvo mucha suerte».

 

Reacciones

La gravedad de las acusaciones activaron de inmediato reacciones de repudio. El secretario de Presidencia, Alberto Breccia, calificó de «disparate» la reacción del hombre y aclaró que las figuras públicas están expuestas a este tipo de reacciones desmedidas.

El jerarca presidencial también cuestionó en forma severa los comentarios «agraviantes e injuriosos» que en reiteradas ocasiones realizan personas escudadas bajo el anonimato en los foros de opinión de los portales de Internet contra integrantes del gobierno.

Breccia aseguró que en muchos casos se trata de comentarios agraviantes que afectan el honor de las personas y que se realizan en forma impune a través de los nuevos medios de comunicación. Agregó que ese tipo de expresiones afectan tanto la honorabilidad de las personas como la paz social, porque quien se siente agraviado puede recurrir a los juzgados o hacer Justicia por mano propia. Añadió que es un tema que deberá ser estudiado en forma profunda ya que dichas declaraciones realizadas en forma pública pueden configurar el delito previsto en artículo 19 de la ley 16.099 de «Comunicaciones e informaciones».

Dicha norma establece que lo «constituye delito de comunicación, cometido a través de los medios de comunicación, la ejecución en emisiones, impresos o grabaciones divulgados públicamente, de un hecho calificado como delito por el Código Penal o por leyes especiales, siempre que la infracción quede consumada en cualesquiera de aquellos».

Breccia expresó que en dicho caso la persona que pública ese tipo de injurias debería hacerse responsables por sus dichos, y en caso de tratarse de expresiones anónimas la responsabilidad debería pasar a ser de los propietarios o administradores de los portales de Internet. Breccia dijo que al respecto ha recibido el respaldo de figuras de la oposición.

«Hay que empezar a parar esa onda que cualquiera puede decir lo que se le ocurra de otra persona», señaló el jerarca presidencial. Por su parte, el senador Carlos Gamou (CAP-L) consideró que «amenazar e insultar al presidente es amenazar e insultar a todos los uruguayos, en particular al 1.200.000 de uruguayos que lo votaron». El legislador señaló que no quería «levantar luces amarillas ni mucho menos, pero hace 25 años o más que estamos viviendo en democracia, y nunca habíamos visto actitudes de este tipo en el país». Agregó que «es extraño, en un período de poco menos de diez días aparezca un loco con un revólver haciendo amenazas contra el Presidente y ahora aparece esto». Para Gamou, la convivencia «es también como una plantita que hay que regar todos los días» y agregó que «amenazar e insultar al Presidente es amenazar e insultar a más de 1.200.000 mil uruguayos que lo votaron».

En tanto, el diputado Ruben Martínez Huelmo del Espacio 609, calificó de «indecoroso y bajo» el proceder del ex integrante del MLN que increpó a Mujica. «Algunos abusan de la forma de ser del Presidente. Tienen una confusión muy grande de todo punto de vista, porque es un hombre formado en un ideal democrático y popular», afirmó el legislador, al defender la decisión del mandatario de asitir a actividades públicas sin mayor protocolo. «Rechazamos ese tipo de procedimientos (ocurridos en la rural) por ser indecoroso y hasta bajo. No es un procedimiento democrático lanzar injurias, improperios e insultos al presidente de todos los uruguayos, quien se merece respeto», precisó.