Revelación de Mirtha Legrand causa indignación en Argentina
La reconocida figura de la televisión argentina Mirtha Legrand reveló días atrás que durante los años de la dictadura argentina debió recurrir al general argentino Jorge Harguindeguy para «salvarle» la vida a su sobrina, entonces detenida por el aparato represivo del Estado junto a su esposo, hoy desaparecido.
La «diva» reveló en uno de sus programas que su sobrina de sangre y su sobrino político fueron secuestrados durante el proceso dictatorial, ante lo que ella decidió pedir «ayuda» a un «general de la nación». En este sentido, Legrand narró que la joven fue liberada por ser su sobrina, pero el esposo de esta nunca más apareció.
El testimonio de Legrand provocó la reacción de periodistas, activistas por los derechos humanos y funcionarios del gobierno argentino, indignados por el silencio que la conductora mantuvo durante más de treinta años.
El periodista Fernando Blanco recopiló para el programa «Página en Blanco» (1410 AM Libre) los principales testimonios vinculados al caso, que conmocionó a la sociedad argentina e incluso implicó que varios abogados querellantes en causas por violaciones a los derechos humanos solicitaran la comparecencia de Legrand ante la Justicia para declarar como testigo.
El periodista presentó, en este sentido, el audio con la revelación de Legrand: «A mí se me pasó contarle a mi familia (el caso de) una sobrina mía y su marido. Su marido desaparecido, yo pedí ayuda al que era interventor del Canal 13 en ese momento y no me la brindó por temor, porque todo el mundo tenía miedo de comprometerse, el canal estaba en manos de la Marina. Entonces recurrí a un general de la nación, a quien circunstancialmente habíamos conocido. Entonces lo llamé al general Harguindeguy, voy a decir su nombre, nunca lo he dicho; lo llamé por teléfono, le expliqué de que se trataba. Y me dijo: ‘Bueno, en un tiempo Mirtha lo voy a averiguar, es muy difícil el caso’. El anterior, el marino, me había dicho: ‘No intervenga, no intervenga, por favor ni se le ocurra, esto es peligrosísimo’. Y finalmente a mi sobrina la liberaron y al marido no, nunca más supimos de él, nunca más. Mi sobrina dice que estuvo en Palermo, porque escuchaba pasar los trenes y la liberaron cerca de la General Paz, por ahí. Y al muchacho lo torturaron muchísimo, Julio se llamaba, nunca más supimos de él. Nunca lo he contado, es la primera vez que lo cuento. Pero gracias a que yo era conocida y famosa pude salvarla, porque cuando la liberaron le dijeron: ‘Porque sos la sobrina de Mirtha'», narró ante el silencio de sus comensales.
La revelación de Legrand implicó una fuerte crítica contra su actitud de guardar silencio por más de 30 años. Una de ellas fue la del presidente del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual de Argentina, Néstor Busso, quien opinó que la actitud asumida la convierte en «cómplice» de la violencia ejercida por la dictadura.
«Me parece que personajes como esta señora, son claramente cómplices, porque se puede entender que durante la época de la dictadura hayan tenido miedo. Lo que no se puede entender es que tras la recuperación de la democracia no se hayan presentado a la justicia a denunciar lo que sabían. La no denuncia de 1983 para adelante, en la Conadep o en los respectivos juicios, demuestra complicidad. Y me parece grave», dijo Busso.
Asimismo, las críticas aumentaron al emitirse la grabación del programa de la «diva» del 21 de setiembre de 1978, donde defendió la gestión del ex dictador argentino Jorge Rafael Videla y afirmó que las críticas al régimen respondían a una campaña «anti-argentina». La sobrina de Legrand fue secuestrada en marzo de 1977, por lo cual al defender a Videla sabía de las detenciones clandestinas.
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