Homenaje. En la hora previa, el Senado rindió tributo a la ex legisladora del FA

Cien años de Alba Roballo

Con quórum mínimo sesionó ayer la Cámara Alta, número tan exiguo que bastó que un par de legisladores salieran un momento de Sala para que don Rodolfo levantara la sesión antes de terminar el tratamiento del orden del día. En total se aprobaron cuatro proyectos de ley, tres de los cuales versan sobre asuntos vinculados a la salud y a la medicina.

Mariano Arana usó su tiempo en la hora previa para recordar al Ateneo de Montevideo y su vasta labor cultural desarrollada durante varias décadas. Pero la protagonista de ese espacio fue la doctora Alba Roballo, de cuyo nacimiento se cumplen cien años. Abrió el fuego Margarita Percovich, quien recordó la trayectoria de la ilustre dirigente política y poeta, aludiendo a su origen humilde en el poblado artiguense que hoy se llama Baltasar Brum. Mónica Xavier se sumó al improvisado homenaje, destacando las peculiares condiciones de la popular Negra Roballo así como su condición de pionera en la reivindicación de los derechos de las mujeres. Susana Dalmás también hizo oír su voz para ensalzar a la luchadora recordando parte del discurso que ésta pronunció en la Explanda Municipal el 26 de marzo de 1971, cuando el Frente Amplio (del que fue fundadora) realizó su primer acto de masas. Michelini no se quedó atrás y la recordó con mucho cariño y admiración como correligionaria de su padre.

Pero no sólo los senadores frentistas se ocuparon de elogiar a doña Alba. El herrerista Gustavo Penadés, en nombre de la bancada blanca, adhirió al homenaje y a lo expresado por sus pares, destacando los valores de la homenajeada, a pesar de no olvidar que Alba Roballo había sido una adversaria encarnizada y que había dicho en 1959 «a los blancos ni un vaso de agua».

El líder forista no dejó pasar la bolada para expresar, él también, un emocionado recuerdo a la destacada luchadora batllista, con quien compartió su militancia bajo el liderazgo de Luis Batlle en la Lista 15. Como hecho anecdótico, recordó que los actos organizados por Alba Roballo tenían como cortina musical el repiquetear de las lonjas de una cuerda de tambores.

Entrando al orden del día, les cuento que se aprobaron sin sobresaltos las modificaciones introducidas en Diputados a la ley que regula los derechos y obligaciones de los pacientes y usuarios de los servicios de salud. A continuación, se aprobó un proyecto de ley por el que se dispone la instalación de desfibriladores externos automáticos en establecimientos públicos o privados con gran afluencia de público.

Y por fin, se generó un pequeño debate en torno a la ley que modifica el régimen de las residencias médicas y que contiene disposiciones para evitar la emigración de profesionales de la salud.

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