La UE expulsó al asesor económico Walter Cancela

El economista Walter Cancela perdió su cargo como asesor económico de la delegación de la Unión Europea en Uruguay por mantener su militancia política dentro del Encuentro Progresista (EP).

Cancela fue homenajeado ayer por la Convención Nacional del Partido Demócrata Cristiano (PDC), que emitió una declaración de respaldo al dirigente. El documento, que resultó aprobado por unanimidad, expresa el «apoyo solidario al compañero por las dolorosas consecuencias laborales que debió enfrentar por ser coherente con su compromiso político de toda una vida».

Cancela, que participó del comienzo de la reunión, fue aplaudido de pie por los dirigentes que concurrieron al encuentro y agradeció brevemente el respaldo recibido. En el discurso de cierre el presidente del sector, Héctor Lescano, reiteró el apoyo y advirtió que el despido del profesional de la Unión Europea «por ser coherente con sus principios» es «una circunstancia que no se quedará en estas palabras». A su entender, la no renovación del contrato al economista fue «una clara decisión de carácter político».

Como consecuencia de haber quedado libre de sus obligaciones laborales, Cancela será integrado a la Junta Nacional del PDC y pasará a formar parte de la dirigencia del sector.

A principios de este año, el economista fue amonestado por las autoridades de la Unión Europea cuando los medios de comunicación publicaron un informe económico del EP que él había elaborado. Si bien siempre mantuvo su militancia de izquierda, hasta el año pasado había tenido un «bajo perfil», que no le mereció sanciones por parte de sus empleadores.

En la última campaña electoral, el profesional resolvió retomar su militancia públicamente y se convirtió en uno de los principales asesores durante la campaña del presidente del EP, Tabaré Vázquez. El hecho de que comenzara a aparecer públicamente como asesor de la izquierda motivó que las autoridades de la Unión Europea decidieran dar por concluído su contrato. Esta situación fue calificada por varios dirigentes del PDC como «el primer caso demostrado de persecución política a nivel laboral».