Diputadas de todos los partidos prueban que trabajar juntas es más redituable

Rendición de Cuentas de la bancada femenina

Parafraseando el poema «Rebelde» de Juana de Ibarbourou, la diputada quincista Glenda Rondán afirma que «la bancada femenina fue para Caronte un escándalo en su barca». Porque no sólo se hizo respetar en el «Club de Toby» parlamentario sino que también instaló una forma diferente de hacer política: el trabajo colectivo en lo que se puede acordar y también en lo que no, con base en el respeto mutuo.

Desde su creación en marzo de 2000, la bancada femenina tuvo muy claro que la función legislativa no se agota en votar leyes: el contacto permanente con la sociedad civil y el monitoreo de la gestión de los otros poderes del Estado son parte fundamental de ella.

Con la firma de las diputadas Beatriz Argimón, Raquel Barreiro, Nora Castro, Silvana Charlone, Martha Montaner, Margarita Percovich, Yeanneth Puñales Brun, María Alejandra Rivero Saralegui, Glenda Rondán, Diana Saravia Olmos, Lucía Topolansky y Daisy Tourné, la Rendición de Cuentas del período 2000-2004  un extenso racconto presentado ayer en la Sala Paulina Luisi del Palacio Legislativo  incluye actuaciones propiamente legislativas e interacciones con los más variados actores sociales en la búsqueda de soluciones a las necesidades de la población.

 

Las leyes

Entre las primeras destacan las leyes promulgadas: 17.242, que concede un día de licencia anual con goce de sueldo a las trabajadoras para realizarse exámenes preventivos de cánceres génito-mamario; 17.292, que instituye la licencia por adopción, 17.338, que aprueba el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; 17.386, que otorga el derecho a tener acompañamiento durante el parto; 17.474, que instituye asignación prenatal a toda mujer que tenga un embarazo gemelar múltiple; 17.514, de prevención, atención y erradicación de la violencia doméstica; 17.515, que regula el trabajo sexual; l7.605, que homenajea a Paulina Luisi asignando su nombre a una sala del Palacio Legislativo; 17.677, que penaliza la discriminación por orientación o identidad sexual.

No menos mérito tiene el trabajo realizado en torno a iniciativas legales que quedaron en el debe: la de cuotificación política y la de defensa de la salud reproductiva.

 

Un baño de realidad

Ministros, personas que ocupan cargos de responsabilidad en los poderes Ejecutivo y Judicial, embajadoras, legisladoras extranjeras, representantes de instancias supranacionales, organizaciones de mujeres y sociales, profesionales y técnicos, artesanas, artistas, trabajadoras, entre otros rubros del quehacer social, circularon por la Comisión Especial de Género y Equidad, integrada por miembros de la bancada femenina.

En la Rendición de Cuentas destaca la disposición de la citada Comisión y de la bancada femenina en general para interesarse por las necesidades de las mujeres donde fuera que ellas se presentaban.

Las legisladoras integraron grupos de trabajo con académicas y representantes de las organizaciones no gubernamentales para elaborar proyectos. Tal fue el caso del que culminó en ley de violencia doméstica. Con su apoyo explícito, se logró avanzar en gestiones últiles a la comunidad, como la extensión a todo el país del servicio telefónico para la mujer maltratada IMM-Antel. También en la promoción de dotaciones presupuestales para algunas estructuras indispensables, como cuatro juzgados de familia especializados en violencia doméstica.

Inclusión de la perspectiva de género y de la educación sexual en ámbitos educativos, estímulo de la publicidad libre de sexismo, situación de las trajadoras de Funsa, Dimac, CIMA, entre otras; problemática laboral de las árbitros de fútbol, apoyo para damnificadas por inundaciones, política de drogas y de anticoncepción gratuita, discapacidad, diversidad sexual, viviendas para jefas de familia, son temas que integran el caleidoscopio de las gestiones encaradas por la bancada femenina.

 

Fiscalización

El control y seguimiento de las acciones del Poder Ejecutivo incluyó visitas a los ministros de Economía, Educación y Cultura, Salud Pública, Interior, Industria, Vivienda, para activar o destrancar acciones tendientes a mejorar la condición social de las mujeres. También hubo vigilancia del cumplimiento de los compromisos derivados de instrumentos internacionales suscriptos por el gobierno uruguayo.

La coordinación con la Comisión de la Mujer de la Intendencia de Montevideo, el Instituto Nacional de la Familia y la Mujer, el Departamento de Género del PIT-CNT, la Red de Género de la Universidad de la República, fue una constante durante toda la legislatura.

Lo que más valoran las integrantes de la bancada femenina es el crecimiento colectivo y personal que les proporcionó la experiencia, que pretenden sea semilla sembrada para el futuro. *

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