Fiscalía pide procesar con prisión a dos militares por diversos delitos en dictadura
El fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, solicitó el procesamiento con prisión de los militares retirados Jorge Premoli Picaroni y Aquiles Moraes por diversos delitos cometidos durante la pasada dictadura cívico-militar (1973-1985), en el caso Gelós Bonilla.
La Fiscalía General de la Nación informó este martes 27 de noviembre que el fiscal Perciballe pidió el procesamiento con prisión de los militares retirados Jorge Premoli Picaroni y Aquiles Moraes.
Perciballe considera que existen elementos de convicción suficientes para sostener que los indagados se encuentran incursos en “un delito de homicidio muy especialmente agravado (por la grave sevicia y por cometerse en el marco de otro delito) en reiteración real con cuatro delitos de privación de libertad y cuatro delitos de abuso de autoridad contra los detenidos”, en el caso Gelós Bonilla.
Razón por la cual, el fiscal solicita sus enjuiciamientos y prisión.
Gelós Bonilla
Según consta en el pedido de procesamiento, Bonilla, nació el 8 de marzo de 1944, y tenía 32 años de edad cuando fue detenido.
Se desempeñaba en el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Afines (SUNCA) y había sido edil suplente por el Frente Izquierda de Liberación (FIDEL) Lista 1001 del Frente Amplio.
El día 2 de enero de 1976, próximo a las 20 horas se encontraba junto a su tío en la plaza San Fernando de la ciudad de Maldonado. En tales circunstancias, fue detenido e introducido por la fuerza a una camioneta por dos personas jóvenes vestidas de particular.
Los secuestradores lo trasladaron hasta el Batallón de Ingenieros Nº 4 de Laguna del Sauce.
En dicha unidad, fue llevado a unos “ranchos de paredes de material y techo de paja cerca de la Laguna del Sauce”, zona que era conocida por el personal y los detenidos como “El chiquero” o “El tambito”.
Pese a estar ubicado dentro de Ingenieros Nº 4, dicho lugar era utilizado por personal del Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas IV (OCOA IV) que dependía de la División de Ejército IV con sede en Minas.
No obstante, para llegar a él se debía pasar por el Batallón de Ingenieros Nº 4 y dicha utilización contaba con la aquiescencia del comandante de la unidad.
Bonilla fue sometido a “diversos tormentos, fundamentalmente golpizas, plantones, colgamientos, estaqueamiento y submarino, así como a diversos interrogatorios referidos a su actuación en el SUNCA, y en especial respecto al origen del dinero utilizado para la compra de los predios del campo de Polanco, donde se construiría una colonia de vacaciones para los afiliados de dicho sindicato”.
“Hasta el momento no se ha podido identificar a los oficiales que participaron en la detención y aún en las torturas y posterior muerte de Bonilla. No obstante, ha quedado acreditado que el operativo estuvo a cargo de OCOA IV.
Ha quedado constatado que los apremios y el deceso de Bonilla se produjo dentro del Batallón de Ingenieros Nº 4.
“Dichos apremios físicos fueron de tal magnitud que le produjeron su muerte, que según las víctimas que declararon en autos, la ubican el día 6 de enero de 1976”. Pese a ello, aún se desconoce qué destino tuvieron sus restos, asegura el fiscal.
También fueron detenidas otras personas, pero debido a la muerte de Bonilla, fueron dejadas en libertad.
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