Amnistía Internacional criticó a Batlle por falta de apoyo a refugiados en Uruguay

El director de la sección uruguaya de Amnistía Internacional, Nicolás Guigou, criticó duramente al Poder Ejecutivo uruguayo por su falta de apoyo a los ciudadanos en condición de refugiados dentro del país y porque aún no se ha establecido en la normativa legal la tipificación del delito de tortura. Guigou señaló sus discrepancias con las políticas del gobierno uruguayo al recordar el Día Internacional de los Refugiados, durante su participación en una ceremonia realizada en el marco del seminario «Comunicación para Democracia y Paz» desarrollado el viernes en el Paraninfo de la Universidad. La actividad, organizada por el Centro Latinoamericano de Investigación (Celadi), se centró en un reconocimiento a la solidaridad internacional recibida por Uruguay durante los años de la dictadura y en particular el reconocimiento a Jair Lima Krischke, activista brasileño por los derechos humanos. Krischke, presidente del Movimiento Justicia y Derechos Humanos de Porto Alegre, quien en los años de las dictaduras en el cono sur posibilitó el refugio de casi dos mil perseguidos, fue distinguido como «Ciudadano del Mundo» por Celadi, que le entregó una escultura de la ceramista Mercedes González. En la mesa de homenaje, además de Guigou estuvieron presentes el embajador de Brasil, Eduardo Dos Santos; el presidente del Instituto Cultural Suecia-Uruguay, Jim Larsson; la historiadora Marisa Ruiz; Belela Herrera; Edgardo Rubianes y los periodistas Rodolfo Porley y Roger Rodríguez. El mismo viernes, el intendente de Montevideo, Mariano Arana, designó a Jair Krischke como «Visitante Ilustre de la ciudad», en una ceremonia realizada en la Sala de Acuerdo del Palacio Municipal, donde asistieron representantes de organizaciones de derechos humanos y autoridades departamentales. El representante de Amnistía en Montevideo destacó que el 20 de junio se conmemoró el Día Internacional del Refugiado y señaló la falta de apoyo que, tanto la colectividad de asilados en Uruguay como las organizaciones de derechos humanos que los asisten, reciben por parte del gobierno central. Guigou explicó a LA REPUBLICA que cuando un perseguido llega a Uruguay cuenta con el apoyo del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y del Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedhu), pero no hay ninguna ayuda del Estado. «A diferencia de lo que ocurrió con los uruguayos que pudieron refugiarse en Suecia o en otros países durante los años del régimen militar, quienes llegan a Uruguay no acceden a ningún tipo de sistema de asistencia social que les asegure sus necesidades básicas y mantención», explicó Guigou. *

en el Día Internacional de los Refugiados.