Mujica advierte que hay patologías que masifican la resistencia civil y ponen en riesgo la democracia

Mujica se refirió este jueves en su audición radial de M-24 a los nuevos peligros que enfrenta la democracia.

En ese marco, el jefe de Estado comenzó su reflexión refiriéndose al concepto de “no intervención”, es decir a que “cada país, en el acierto o error, debe ser responsable de su suerte y destino”.  Agregó que “cualquier acto lateral es una agresión a la soberanía del país”.

“Estamos en una época en que las comunicaciones y la cultura tienden a globalizarse, lo que no significa la pérdida de las identidades locales, sino la superposición de otras”, dijo el mandatario.

En ese marco advirtió que la democracia definida como gobierno del pueblo “nunca se ha considerado perfecta sino perfectible”.

Mujica indicó que la democracia en nuestro país y en un conjunto importante de naciones de occidente es la “democracia representativa” con división de poderes, lo cual tiene sus méritos y sus peligros.

Entre sus méritos dijo que está la “garantía de la convivencia y libertad de discrepar”, mientras que entre sus peligros ubicó a la “demagogia y la explotación de lo no posible”.

El insulto y la mentira con tono científico

“En esta época globalizadora, desde hace 15 años se difunden teorías que surgieron con el objetivo de establecer formas de lucha no violentas contra las dictaduras. Actualmente, estas teorías se han difundido para la resistencia civil, para masificar estrategias planificadas que se logren motorizar en el seno de los pueblos utilizando los métodos contemporáneos, particularmente la comunicación en redes, métodos de resistencia activa que buscan paralizar a los gobiernos”, advirtió Mujica.

Dijo que el objetivo de tales teorías pudo haber sido “luchar contra las dictaduras por el camino menos cruento y desde ese punto de vista parecen inteligentes y moralmente defendibles, pero desbordan a todas las sociedades”.

Más adelante, Mujica comentó que en una sociedad democrática existen “minorías que se sienten afectadas y que discrepan ya que la democracia es la garantía más importante para que existan diferencias en una sociedad”.

“Pero hay que tomar decisiones y en una sociedad representativa se toman en nombre de la mayoría que las respaldó, pero aquellas minorías que no están de acuerdo se sienten ahogadas y tienden a tomar las formas civiles de resistencia que son posibles de utilizar en nombre de combatir la dictaduras”, indicó.

Añadió que de tal manera “comienza a aparecer el insulto, la mentira con tono científico, todas las formas que significan una agresiva intolerancia”.

“Entonces no se está dispuesto a respetar las decisiones de la mayoría porque se discrepa y se lleva esta discrepancia a terrenos de lucha, que no son sólo de opinión, sino que buscan la desobediencia civil, la parálisis y la inoperancia que puede ser una de las enfermedades”, aseguró.

Lamentó que dichos métodos de resistencia “atacan a las democracias reales en todas partes y es una de las patologías contemporáneas”.

En ese sentido agregó que “con frecuencia tienen una acicate y el más importante es el sentido de no intervención, de respeto a la autodeterminación, los cuales quedan por el camino y es ahí cuando aparecen financiando económica e ideológicamente las ONGs del mundo más rico, y aparecen los movimientos de indignados y las resistencias civiles, que son formas de no violencia activa que buscan, en el caso de las democracias que respetan los derechos de todos, la paralización a favor de las minorías que discrepan”.

“Esta es una de las nuevas herramientas contemporáneas y que van a jaquear”.