Mujica e ICIR: “No vamos a bajar los brazos, no vamos a cambiar el programa”
El Presidente de la República dedicó la mayor parte de su audición semanal al análisis del Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR), que según algunas versiones de prensa será declarado inconstitucional por los ministros de la Suprema Corte de Justicia.
En su programa de M24, José Mujica dijo enfáticamente que “esta batalla por cambios profundos en la ruralidad va a continuar: no vamos a bajar los brazos, no vamos a cambiar el programa, seguiremos luchando con toda nuestra fuerza y con los que nos puedan entender”, para que el tributo de quienes más tienen, sirva a la mejora del interior del país.
El mandatario refirió incluso a la posibilidad de “plantearse cambios constitucionales” para el caso de que no se pueda llevar adelante el plan. “Al parecer la Constitución se opondría a que pague más el que más se beneficia”, dijo asegurando no poder comprender que “los gobiernos puedan subir aranceles, subir el IVA a los consumidores, el IRPF, tasas, etc. pero no pueden gravar la concentración de la tierra”.
En la línea de José Batlle y Ordoñez
Mujica remarcó que respetará cualquiera sea la decisión de la Suprema Corte de Justicia sobre el ICIR, pero dijo que no va “ocultar” su línea de pensamiento sobre los terratenientes y las propiedades de miles de hectáreas, “la concentración de la gran propiedad de la tierra, está en línea con lo que en su tiempo pensaba don José Batlle y Ordoñez (…) Parece moralmente defendible que quienes con mucha tierra, más de dos mil hectáreas, quienes han recibido un beneficio tan grande, hagan un aporte de 10, 12, hasta 16 dólares por hectárea por año. ¿por qué? Porque recibieron un beneficio cuyo origen es en gran medida la marcha de la sociedad”. Mujica reafirmó que sus palabras corresponden a algo moralmente defendible y que no objeta la legalidad de la cuestión.
“Yo estoy hablando no de legalidad, sino de moralidad. Si esto es moralmente defendible, legalmente vamos a acatar lo que hay que acatar”, agregó.
“Y todavía más si esa recaudación tiene una puntería específica de contribuir a urbanizar todas las comunicaciones en los caminos uruguayos: es una necesidad de carácter histórico y por ello moralmente defendible desde el punto de vista ético”.
El presidente concluyó recordando que en su anterior emisión radial había apuntado a los especuladores financieros con la tierra y se preguntó como es posible que “no le podamos colocar un humilde impuesto que nos ayude a urbanizar la vida de nuestro campo”, a “los fondos jubilatorios de trabajadores de Estados Unidos, o de Suecia, o de donde fuera” que han estado comprando “tierras importantes para que esa especulación les permita en todo caso multiplicar su capital”.
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