Almagro en la ONU: «Las amenazas a la plena vigencia de los derechos fundamentales y a los valores democráticos aún persisten entre nosotros»

Almagro defendió el Estado de Derecho, el cual representa para Uruguay un elemento principal del contrato social que sustenta el sistema democrático y que se proyecta como uno de los pilares de la política exterior. En ese sentido, resaltó que Uruguay defiende el principio de igualdad jurídica de los estados y “rechaza cualquier medida coercitiva unilateral o extraterritorial que contravenga las reglas del derecho internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas, cuyo ejemplo contemporáneo más claro es el embargo injustamente impuesto contra la República de Cuba”.

El canciller agregó que Uruguay defiende el derecho a la libre determinación de los pueblos y reiteró el deseo de que se pueda alcanzar una solución pacífica, justa, duradera y mutuamente aceptable para el Sahara Occidental, que se base en el Derecho Internacional, las resoluciones de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad y la voluntad del pueblo saharaui.

“Eliminar la tiranía, encontrar la paz y poner los beneficios sociales a disposición de la gente son enormes desafíos”, dijo, al tiempo que expresó que el intento de golpe de estado en Ecuador y la ruptura del orden democrático en Paraguay “muestran que los gobiernos de cambio se han visto afectados en el desarrollo de sus políticas. El Estado de Derecho y la democracia no son valores adquiridos, sino que deben defenderse cada día como bienes preciados”. A su vez, recordó que hechos como los sucedidos en el Paraguay, demuestran que el Estado de Derecho todavía está sujeto a acechanzas y que a pesar de los avances en términos de institucionalidad democrática, las amenazas a los derechos fundamentales y a los valores democráticos aún persisten.

Transformar la realidad

Asimismo, Almagro se refirió a José Artigas, quien hace 197 años declaró que los más infelices serían los más privilegiados: “Su pensamiento era verdaderamente revolucionario, pero había en él algo más revolucionario todavía, pues se tomó el trabajo de instrumentar y ejecutar los cambios que provocarían esa reasignación de recursos. Llevó sus soluciones a los más desvalidos: a las viudas con hijos, a los niños, a los negros, zambos y criollos pobres”. En ese sentido, afirmó que el sistema de Naciones Unidas requiere un cambio y «la única forma de ejecutarlo es transformando la realidad».

Además, sostuvo que Uruguay espera que la comunidad internacional pueda dar «pasos efectivos» hacia la eliminación de las armas nucleares y comprometió su esfuerzo para disipar esta amenaza que aún pesa sobre la humanidad. Para ello, llamó a redoblar esfuerzos para concluir un tratado que regule el comercio de armas, actividad que afecta a los países de América Latina y el Caribe.

 Derechos Humanos

En referencia a la promoción y protección de los Derechos Humanos, Almagro indicó que la cooperación del Uruguay con el sistema internacional alcanzó uno de sus niveles más elevados e integra todos los instrumentos jurídicos relevantes en materia de derechos humanos y en Derecho Internacional Humanitario. “Nos hemos expresado con premura y voz clara y constructiva en relación a situaciones de graves de violaciones de los derechos humanos, limpieza étnica, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra”, resaltó eljerarca. Añadió que desde 2002 Uruguay es parte del Estatuto de Roma y adoptó una ley que puede considerarse como un  modelo de cooperación con la Corte Penal Internacional en materia de lucha contra el genocidio, los crímenes de guerra y de lesa humanidad. Enfatizó que Uruguay condena las graves violaciones a los derechos humanos que se producen en Siria.

Apoyo de la comunidad internacional

En otro orden, el canciller Luis Almagro se refirió a la situación de los países de renta media, como Uruguay, los cuales a pesar de los grandes esfuerzos realizados y los logros alcanzados, aún requieren del apoyo de la comunidad internacional. Explicó que en el último año, Uruguay redujo la pobreza del 18,6% a 13,7%  y la indigencia de 1,1% a 0,5%. También constituye una prioridad la lucha contra los efectos adversos del cambio climático, desafío central para la consecución de un desarrollo sostenible. “Hoy más que nunca debemos revitalizar nuestra alianza global para el desarrollo e incrementar los flujos de cooperación internacional”, manifestó.

Finalmente agregó que es aspiración del país continuar con este empeño desde el Consejo de Seguridad, en caso de que Uruguay resulte electo como miembro no permanente de este órgano para el período 2016 -2017. PRESIDENCIA