Las diecinueve intendencias se convertirían en cinco provincias

El debate no es nuevo y desde pasada la mitad del siglo XX no han sido pocas, ni las ideas, ni las propuestas, ni las críticas acerca de tener una nación dividida en tantos municipios, con una superficie territorial que, con el avance prodigioso de las comunicaciones, desde las físicas a las inalámbricas, se ha estrechado como nunca antes en la historia.

«La división del país es absolutamente absurda así como está» dijo la senadora Topolansky que apuntó a las alcaldías como las responsables en el futuro de los problemas que afectan a los vecinos a nivel local.

Reconociendo estar en minoría con su opinión en el sentido de llevar los departamentos a cinco grandes regionales, asumió que los propios intendentes están llevando adelante una regionalización en varios puntos, pero que también son los primeros en negarse a la eliminación de las intendencias.

Topolansky justificó su iniciativa, ejemplificando con su propio barrio, donde, afirma, el alcalde tiene más vecinos a cargo que el intendente de Flores ciudadanos en su comuna.

Ordenamiento Territorial

El problema principal para enfrentar la disminución del número de intendencias, parecería dado por la necesidad de cambiar la Constitución en ese sentido, algo que Topolansky niega. Para la senadora, sería suficiente con incluir el proyecto en la ley de Ordenamiento Territorial que el Parlamento se apresta a ingresar para su discusión.

Los jefes comunales ante la avanzada en ciernes, ya han comenzado a expresar que en los papeles puede resultar más fácil que en la realidad, en tanto sus pueblos no recibirán con la más mínima bienvenida a una iniciativa de este tipo.

Coinciden los intendentes -más allá de sus partidos políticos- que las raíces históricas de cada departamento son mucho más fuertes que las razones prácticas que se puedan exhibir, y que llegado el momento la población se opondrá drásticamente a una medida de este tipo.

Varios comunos apuntaron a la necesidad de una consulta popular para llevar adelante la medida, e incluso refirieron a la posibilidad de hacer encuestas, a la brevedad, para determinar exactamente que opinan los ciudadanos de cada departamento de ser conjugados con los vecinos.

Con esa carta todos los intendentes parecen estar seguros que su permanencia como institución dignataria, está asegurada.