Nacionalismo cerril: “Después de Malvinas vendría Uruguay”, según prestigioso historiador argentino

Luis Alberto Romero, uno de los más prestigiosos historiadores de su país se ha hecho particularmente de nota en las últimas semanas cuando en un reciente artículo titulado: “¿Son realmente nuestras las Malvinas?” generó una serie de controversias que van desde el reconocimiento a los datos históricos aportados al tratamiento de “traidor a la patria”, liso y llano.

Si bien el tema no es novedoso en absoluto, la inclusión de Uruguay en el fenómeno que experimenta Argentina en relación a Malvinas sí lo es. Algunos de los fragmentos del reportaje que le realizara al historiador en Buenos Aires, el corresponsal del diario español La Vanguardia, esclarecen el punto.

Uruguay a la vista

El historiador “porteño” nacido en 1944, se  autocalifica como un “crítico de la concepción nacionalista territorial que parte de la idea de una nación preexistente, en tanto una nación es gente que hace un acuerdo político: los que viven en Malvinas son los dueños de su decisión”.

Para Romero “hay unas Malvinas reales que muy pocos conocen y unas Malvinas ideales que están en el corazón de los argentinos”. En relación a la guerra considera “lo que hubo fue indignación por el fracaso. Si hubieran ganado los hubieran felicitado. La posibilidad de que un general, con la guerra ganada, se embarcara en ese sentimiento nacionalista y populista y que le encontrara a la dictadura militar una salida, no es descartable”.

Romero afirma que “Malvinas siempre fue un problema interno. Si nos las dan, nos sentiremos muy mal, los nacionalistas estarán frustrados y buscarán otro territorio irredento, que es esencial para un nacionalismo medio traumática como el nuestro. Hay que quejarse, sentir la falta de alto para poder descargar frustraciones y culpas: mi hipótesis es que después vendría Uruguay. El nacionalismo, en su versión marxista antiimperialista, incorpora la idea de balcanización de que el imperialismo dividió el virreinato en una serie de estados para evitar que Argentina sea una potencia”.