“Aprendí a leer y escribir en una pizarra, pues apenas había papel en las escuelas”

Roberto Varela Fariña, es contundente en asegurar que trata de acercarse “ a todos por igual sin importarme su carné” y define su visión de los hijos de una forma que anticipa comprenderá mucho de la mente uruguaya. “Si tuviese hijos, me gustaría educarlos en la aldea. Allí los juegos siempre tienen que ver con la naturaleza: desde correr por el monte hasta bañarse en el río. Esto te forja para el futuro”.

Ex consejero de Cultura y Turismo de la Xunta de Galicia este licenciado en Filosofía, nacido en 1959, es de breve e intensa data en la carrera diplomática –que comenzó en 1990- habiéndose desempeñado en Alemania, Estados Unidos y Kuwait.

En reportaje concedido a El Correo Gallego, el nuevo embajador afirma que “la cultura, al igual que los sofás, la lencería femenina o las anestesias, es un gran invento (…) pero la posmodernidad que ha hecho más daño a la especie que las tardes lluviosas de los domingos ha conseguido que se llame cultura a lo que tenemos a nuestro alrededor, especialmente si ha sido marginado a lo largo de la historia”.

“Galicia es sabia”

“Las gentes de campo como mi madre, nunca son incultas. Conocen entre otras muchas cosas el curso del sol o el efecto de la luna sobre el vino.

Su cultura es diferente porque poseen el privilegio de la experiencia, el profundo conocimiento que concede una vida sin impostura”, apunta el diplomático “Es la cultura enraizada en el pueblo. Galicia es sabia porque sus gentes tienen sus raíces bien definidas, por eso jamás dejamos de ser gallegos”.

Concluye sus reflexiones para el diario gallego recordando que “la cultura es un concepto muy amplio que a veces tendemos a mercantilizar. No consiste en haber leído muchos libros, sino en tener la relación más rica posible con el mundo”.