Argentina convocó de improviso a Paraguay para tratar venta de energía al Uruguay
«Esto es muy positivo, porque no teníamos retorno de Argentina y ahora preguntaron y dijeron que quieren reunirse», expresó la viceministra de Minas y Energía guaraní, la ingeniera industrial María Mercedes Canese, en Palacio de López
El sorpresivo encuentro se producirá en Buenos Aires en los próximo días, confirmó Canese.
Argentina ha venido postergando la decisión política para que la energía paraguaya transite por el red de distribución argentina, hasta volcarse al sistema eléctrico uruguayo.
Paraguay exporta el excedente de energía que fluye desde sus enormes centrales hidroeléctricas, nutridas por caudales de agua excepcionalmente propicios. En el caso concreto del negocio con Uruguay, se trata de energía producida en la moderna represa de Acaray.
El problema es cuánto querrá cobrar Argentina como «peaje» por el (simple) hecho de utilizar sus tendidos existentes. Algunas cifras que se barajaron harían fracasar el negocio, porque se tragarían en favor de Argentina, la ventaja comparativa del menor precio que Paraguay ofrece a Uruguay.
La ingeniera Canese confía en que esta vez se llegará a un acuerdo.
Las negociaciones llegaron a estar bastante avanzadas en su momento, pero el asentimiento de la Casa Rosada nunca llegó. Hasta que en fecha reciente, una embajada argentina se presentó de manera sorpresiva el pasado jueves 12 de enero al mediodía en la «sede Ayolas» de Yacyretá. La encabezaba nada menos que el señor Guillermo Moreno, poderoso secretario de Comercio del gabinete de la señora Cristina Fernández.
Vuelco inesperado
Lo que se conversó en esa reunión, a la que asistió la viceministra guaraní, sólo se supo unos días después: Argentina manifestó su voluntad de comprar todo el excedente paraguayo de electricidad. Y a un precio mayor que el que estaba conversado con Uruguay.
Uruguay está pagando actualmente a Argentina US$ 380 por MWh, mientras que con Paraguay se manejó un nivel de precio de US$ 120 por MWh. Para la compra diaria por parte de UTE de 100 MWh durante 15 horas, comprar la energía paraguaya representaría un ahorro para Uruguay de 390 mil dólares por día.
Mercedes Canese, que ha sostenido como una leona el compromiso con Uruguay y en defensa de la ética política por encima del interés comercial, clavó el freno: «nuestra voluntad soberana es vendérsela a Uruguay, que la necesita», sentenció.
Desde entonces, el tema no se ha vuelto a tocar. Este nuevo llamado argentino a conversar y definir el tema, alienta la esperanza de que finalmente el gobierno argentino actúe hacia ambos miembros menores del Mercosur, como lo haría un buen hermano mayor.
«Esperamos que la reunión sea de alto nivel», concluyó la Canese, que lleva con mano firme las riendas de la enorme producción eléctrica guaraní.
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