Larrañaga: relación con Argentina puede “terminar en resignación de soberanía”

Reconoció lo “difícil” de la negociación, pero aceptó la estrategia del gobierno, “cuando dice que hay que negociar, lo comprendo: sin diálogo podemos llegar a tener problemas. En el gobierno de Vázquez no se dialogó, y terminamos en una situación sumamente conflictiva”.

En declaraciones al informativo Sarandí Larrañaga reconoció, no obstante, “avances” en el relacionamiento mutuo de los últimos años durante la administración Mujica.

“El levantamiento de los piquetes sobre los puentes es un avance, la decisión del dragado del canal Martín García, es un avance; el dragado del río Uruguay, es un avance”, enfatizó al tiempo de destacar que “todo eso ocurre mientras literalmente nos echaron los perros a los turistas para controlarlos. Y así y todo aumentó el número de turistas”, es decir, “lo que sienten y piensan los argentinos sobre nosotros, no siempre es lo mismo que lo que piensa y hace su gobierno”.

Apuntó que “ese tipo de dicotomías con Argentina se mantendrá: un palo y una caricia. Por eso tenemos que ser claros: tenemos que dialogar pero ser muy fuertes. En eso a nuestro gobierno le doy una nota, pero que no alcanza a ser enteramente suficiente”.

Canciller menos malo

Consultado sobre si le gustaba más este canciller que los anteriores en gobiernos de izquierda, Larrañaga ironizó sobre el paralelismo de la pregunta con la que le hicieron sobre los ministros del interior y Bonomi, que generó batahola en el espectro nacionalista.

“Terminemos con esto. Sí, es menos malo este canciller que los cancilleres del gobierno de Vázquez, más allá que alguno se moleste. Con Gargano, estuvimos cinco años de puentes cortados, con enormes perjuicios. Se les prometió a los argentinos algo por Botnia, que después resultó ser otra cosa… entonces, lo dicho”.

En cuanto a la evolución del relacionamiento y el escenario del Mercosur, afirmó que “tenemos que saber recostarnos en Brasil, en Paraguay. Tenemos que buscar contactos más fluídos con Chile, busquemos un funcionamiento más fluído con el Mercosur que tiene patologías estructurales muy grandes”.