Jorge Larrañaga renunció al Honorable

«Únicamente me rige el deber con mi Patria, mi Partido y mis Convicciones, por incómodas que sean»

Crónica de una renuncia anunciada, o Se veía venir, podrían ser indistrintamente los títulos de la noticia que, sin embargo, sacudió la modorra de montevideo aletargada por la canícula estival.

Hay mucho indicios más remotos, pero el más cercano es el famoso twitter que el ahora es integrante del Directorio del Partido Nacional, senador Jorge Larrañaga, disparó hacia el actual presidente del órgano superior partidario, el también senador Luis Alberto Heber. «Me tienen podrido«, digitó «el Guapo». Pensó, borró y rectificó: «No los banco más».

La salida de tono se había gestado en la picazón que atacó a varios dirigentes blancos por el encuentro de Larrañaga con el presidente Mujica. Y su aseveración posterior de que Bonomi es el mejor ministro del Interior del Frente Amplio, justo unas pocas horas antes de la interpelación que sostendrían sus compañeros de partido.

Ya todo eso quedó atrás. Por delante, una garúa de signos de interrogación salpica el empedrado camino del líder de Alianza Nacional.

La carta de renuncia

«Quiero comunicarle mi renuncia al Cuerpo y a la vez, la ratificación de un inquebrantable compromiso de lucha por la Colectividad que mejor entiende al Uruguay.

Ingresé al Directorio en julio de 1999, hace 12 años y medio, por mandato de las urnas. Fui su Presidente cuando me tocó ganar, y vocal cuando perdí. Siempre procuré servir a mi Partido desde todas las posiciones en que fui reclamado, como lo haré hasta el último día de mi vida.

Como a Usted le consta, hace tiempo considero que terminó una etapa; hechos y circunstancias fueron dilatando esta resolución inmodificable que ahora se concreta. Pertenezco a un nacionalismo sin ataduras.

Únicamente me rige el deber con mi Patria, mi Partido y mis Convicciones, por incómodas que resulten.

No hago política especulando porque siempre he considerado que primero está la gente, los problemas que no tienen color político y que éticamente tenemos que resolver. No en la promesa quinquenal electoral, sino todos los días, nunca creyéndome dueño de la razón, sino constructor de soluciones.

Mi único compromiso es con todos los uruguayos, mi nacionalismo es de respuestas, dignidad y sentido del honor, porque no vivimos solamente en una sociedad de derechos sino también de deberes.

Permanecen en este Honorable Cuerpo grandes ciudadanos, que junto a Usted, lo guiarán al destino que presidió toda nuestra historia.

En consecuencia presento mi renuncia indeclinable al Directorio y consecuentemente lo haré a la Presidencia de la Agrupación Parlamentaria.

Mi lucha continuará, en la trinchera sectorial -con la permanente vocación por el crecimiento partidario-, y buscando en la diversidad, la anhelada Unidad, que nos lleve a la inexorable victoria del Partido Nacional. El Uruguay precisa impostergablemente un gobierno blanco, nacional, Wilsonista y popular que haga realidad todas las dimensiones de la libertad y la justicia social.

Cuente Ud. con mi aprecio y apoyo, y el Cuerpo, con el respaldo Institucional desde mi condición de nacionalista inclaudicable, dispuesto al esfuerzo y sacrificio que se me pida y necesite. Hasta cualquier momento».

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