Educación, reforma del Estado y auge de inflación, preocupaciones que Mujica se llevó a Anchorena
El matrimonio presidencial no ocupa las instalaciones de la casa principal del establecimiento, sino una construcción anexa denominada «el hotelito» en la jerga local. Consiste en una serie de habitaciones con baño, habitualmente destinadas a alojar huéspedes, dotadas además de un living y una cocina.
La enorme casa principal de la histórica estancia, con su física y estética de museo, no resulta grata para el diario vivir de «los Mujica».
Entre los temas en carpeta que atenderá Mujica en estas primeras semanas del año, tres sobresalen nítidamente.
En primer lugar la educación, tema que concentró la agenda política del Ejecutivo los últimos meses del 2011. El presidente intentará durante enero dibujar un plan de operaciones para empezar a ejecutar antes del comienzo del año lectivo.
Los puntos de consenso asomados en la reciente cumbre con líderes opositores, los planteos emanados del Frente Amplio y el sector sindical y el envión presidencial a una refundación de la UTU, son los principales insumos del mandatario en esta área. Entre los instrumentos a su consideración se encuentran las posibles remociones de consejeros de Secundaria y, eventualmente, parte del equipo jerárquico en el ministerio del ramo.
Con respecto a posibles cambios de algunos ministros, hoy por hoy los que aparecen más sólidos son Pintado, Muslera y Aguerre, toda vez que sus nombres fueron mencionados por el diario El País. Y no hay mejor forma de inducir a Mujica a que haga lo contrario.
El segundo tema en la hoja de verano del presidente es la reforma del Estado. A punto de cumplirse el segundo año al frente del gobierno, la falta de dos o tres grandes proyectos de arranque en esa dirección desvela al presidente. La reacción de COFE frente al histórico cambio de AFE al convertirse en empresa pública de derecho privado servirá de referencia para trazar la estrategia oficial en áreas más significativas del Estado.
La economía, como no podía ser menos, estará rondado por todos los rincones de Anchorena. En este sentido, los principales elementos en juego serán los nuevos escenarios que encontrará Uruguay en 2012, con la maduración de la crisis europea, el inicio de la recuperación en Estados Unidos y el enlentecimiento de la demanda china.
A nivel local, todas las miradas serias se concentran en la amenaza de un auge inflacionario, como consecuencia del aumento del gasto y el consumo.
Mujica declaró que las cifras actuales de inflación -8,6% acumulado 12 meses- son relativamente «normales» frente a las que se manejan en otros países. Lo cierto es que el presidente no está dispuesto a que todos los avances producidos en materia de nivel y estructura salarial sean devorados por el remolino inflacionario.
Más de un asadito, en lugar de las tradicionales pizzas caseras de su esposa Lucía, compartirá estos días José Mujica en Anchorena con convocados a conversar de trabajo, no sólo del equipo ministerial o líderes del Frente Amplio. Hasta allí llegarán también amigos personales, invitados especiales y algunos destacados referentes de la oposición.
Inflación muy por encima de la meta: 8, 6%
El Índice de Precios del Consumo (IPC) en Uruguay aumentó 0,7% en diciembre y cerró el año con un incremento de 8,6%, muy por encima del rango meta del gobierno de 4% a 6%, informó ayer martes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En 2010 la inflación había sido de 6,93%, superando también, aunque por menor margen, la meta oficial.
En diciembre de 2011 el rubro que registró mayor alza fue el de Bebidas Alcohólicas y Tabaco (4,28%), con una incidencia de 0,18 puntos de base en el total.
El Transporte subió 1,66%, mientras que los precios en Restaurantes y Hoteles aumentaron 1,16%, con una incidencia de 0,17 y 0,09 puntos en el total, respectivamente.
Con el objetivo de controlar la inflación, el Banco Central del Uruguay (BCU) elevó la semana pasada en 75 puntos básicos su Tasa de Política Monetaria, llevándola de 8% a 8,75%, enfatizando que «la estabilidad de precios constituye la principal preocupación en el contexto macroeconómico actual».
Fue el tercer incremento en el año de la tasa de referencia de política monetaria, que el BCU ya había elevado en marzo y en junio.
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