Crece la hipótesis de «accidente sexual» en la muerte de Iván Heyn
Iván Heyn, ex sub secretario de Comercio Exterior y Relaciones internacionales del gobierno argentino, fue encontrado muerto en su habitación de hotel en la mañana del martes. Su cuerpo estaba desnudo y tenía un cinturón alrededor del cuello. En ese momento se estaba desarrollando la Cumbre de presidentes del Mercosur, en la que Heyn debía cumplir un papel destacado junto a la mandataria argentina Cristina Fernández.
Nadie se puede ahorcar a sí mismo apretándose el cuello con las manos, una soga o, como en este caso, un cinturón. De la misma forma que nadie puede ahogarse metiendo la cabeza en un balde de agua. La condición mortal es que haya un desencadenante irreversible.
Así pensaron los investigadores cuando, al examinar la escena del insuceso, no encontraron evidencia alguna de tal condición. El cuerpo de Heyn no estaba colgando de forma tal que le impidiera retroceder de un curso mortal, es decir era reversible.
La ausencia de la infaltable carta suicida y la completa desnudez del occiso alentaron la formulación de esta hipótesis B, distinta de la primera que refería a una simple autoeliminación.
Hipoxifilia, también llamada asfixiofilia o asfixia erótica
La hipoxifilia es un peligroso juego erótico consistente en alcanzar el clímax al borde de la asfixia, ya sea provocada por el propio destinatario del éxtasis extremo, como inferida por su pareja sexual.
El resultado de los análisis clínicos practicados sobre los fluidos corporales del infortunado delfín de la presidenta argentina, así como comprobación de filmaciones grabadas por las cámaras de seguridad del hotel, permitirán a los sabuesos arribar a una conclusión definitiva.
Fuentes de la investigación confiaron a LaRed21 el arribo en la tarde de ayer de dos detectives argentinos, un perito criminalista y un técnico forense de la policía federal para «colaborar con los investigadores locales»
El velatorio
(AFP) La presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, calificó este miércoles como «un brillante economista y un militante incansable» a Iván Heyne, exsubsecretario de Comercio Exterior que apareció muerto el martes en Montevideo, donde participaba de la cumbre del Mercosur.
«Ayer (martes) tuve un día muy especial y muy difícil», afirmó Kirchner en relación a la cumbre de presidentes del Mercosur, confesando que cuando le comunicaron la noticia sintió que se «quedaba sin aire». Lo sentía «como un hijo, como siento al resto de los jóvenes militantes», explicó.
Emocionada, la mandataria recordó al funcionario, de 33 años, en un largo tramo del discurso que pronunció por cadena nacional desde una delegación de la seguridad social en Lomas de Zamora (periferia sur).
Kirchner se enteró del fallecimiento en una reunión con presidentes a puerta cerrada y tuvo que ser atendida por su médico tras sufrir una crisis de nervios, dijo una fuente de la Presidencia uruguaya en Montevideo a la AFP.
Los restos del funcionario eran velados este miércoles en una casa funeraria del barrio capitalino de Belgrano, con la presencia de numerosos funcionarios, militantes, familiares y amigos.
Heyn fue encontrado muerto en una habitación del hotel Radisson. El fallecimiento sobrevino aparentemente por ahorcamiento con un cinturón. El cuerpo no presentaba signos de violencia.
«Aún no se puede determinar si fue suicidio o algún otro tipo de tipificación», dijo José Luis Rondán, jefe de Relaciones Públicas de la Jefatura de la Policía de Montevideo.
«Heyn era un brillante economista, un militante incansable», resumió la jefa de Estado en su discurso, y recordó que venía de una familia acomodada que perdió su fortuna cuando la fábrica del padre quebró a raíz de la crisis de fines de 2001 y 2002.
Por entonces, la familia emigró a España, pero Iván decidió quedarse en Buenos Aires.
Heyn era un promisorio economista y dirigente de La Cámpora, una agrupación juvenil peronista de creciente influencia en el gobierno de Kirchner.
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