Italia se ajusta el cinturón y aprueba histórico plan anticrisis

Monti insistió en el carácter urgente de la situación y recordó que hace menos de tres semanas recibió la misión de «ayudar a salvar a Italia» de una crisis muy grave que «corre el riesgo de poner en peligro lo que han realizado en 60 años de sacrificios al menos cuatro generaciones de italianos».

Rodeado de sus principales ministros, el ex comisario europeo se comprometió a «controlar duramente el déficit y la deuda» para que Italia deje de ser «considerada como una fuente» de crisis e inquietud para Europa. Consciente de la dureza de las medidas impuestas a los italianos, el ex profesor de economía consideró como un «deber renunciar a sus salarios de presidente de Consejo y ministro de Economía y Finanzas».

El decreto ley adoptado ayer contiene medidas de ajuste por 20.000 millones de euros, incluido un endurecimiento del sistema de jubilación, pero también 10.000 millones de euros en inversiones para impulsar el crecimiento. La ministra de Asuntos Sociales, Elsa Fornero, se echó a llorar durante el anuncio de los «sacrificios». «Juntos lo conseguiremos», aseguró Monti, que dijo querer «trasmitir un mensaje de grave preocupación pero también de gran esperanza».La reforma de las jubilaciones prevé aumentar el número de años de cotización, fijado actualmente en 40 años, calcular las pensiones en función de la carrera en su conjunto y no de los últimos salarios percibidos y acelerar el aumento de la edad de jubilación para las mujeres. La cura de austeridad, adelantada al domingo en vez del lunes, contiene también recortes en el gasto público, un aumento de los impuestos sobre la propiedad inmobiliaria, un nuevo gravamen sobre los productos de lujo (coches, yates y aviones privados) y medidas contra la evasión fiscal. Monti tuvo que pedir a los italianos que se aprieten el cinturón para conseguir el equilibrio presupuestario en 2013, ya que los planes de austeridad de 60.000 millones de euros adoptados en julio y en diciembre no bastarán para alcanzar esa meta ante la contracción de la economía italiana. Poco después, el viceministro de Economía, Vittorio Grilli, anunció que el gobierno estima que Italia entrará en recesión en 2012 con una contracción de su Producto Bruto Interno (PIB) de 0,4% o 0,5%. Las medidas previstas son «socialmente insoportables» y constituyen «un golpe muy duro para los jubilados», denunció Susanna Camusso, jefa de la Cgil, principal sindicato italiano.

Los principales dirigentes políticos y los sindicatos fueron recibidos por Monti antes del Consejo de Ministros.