La escritora Marie-Monique Robin denuncia a la trasnacional Monsanto
Marie Monique Robin durante más de 20 años recorrió el mundo y en cada lugar escuchó hablar de la multinacional americana Monsanto. (Es la autora del libro y del documental «Escuadrones de la muerte, escuela francesa», basado en una investigación sobre los lazos eventuales que unían los «servicios secretos franceses» a los homólogos argentinos y chilenos (DINA).
Realizó varias entrevistas en el marco de su investigación a los altos mandos argentinos. Obtuvo confesiones escalofriantes de los generales Harguindeguy, Bignone y Bessone, y la primera vez que un general admite que los desaparecidos hacen parte de una guerra programada y planificada. El documental muestra los métodos utilizados durante la guerra de Argelia (1954-62), en particular el uso generalizado de la tortura, métodos que fueron enseñados a las fuerzas armadas argentinas y aplicados durante la guerra sucia (1970-1980) y durante la Operación Cóndor. En 2004 Robin obtuvo el premio como mejor documental político otorgado por el Parlamento francés.
Luego de una encuesta implacable que la llevó a visitar Estados Unidos, Canadá, América Latina y Asia, revela la hegemonía del proyecto Monsanto que amenaza la seguridad alimentaria del mundo. Nos muestra cómo detrás de la imagen de una empresa limpia y verde que describen las campañas publicitarias se esconde un proyecto hegemónico que amenaza el equilibrio ecológico del planeta. A través de este filme la autora ha querido desvelar el lado oscuro de la multinacional. La firma Monsanto (Saint Louis USA) es una de las empresas que ha provocado más controversias, puesto que ha escondido siempre la extrema toxicidad de sus productos. Monsanto no es una firma agrícola sino una empresa química, puesto que los únicos OGM (organismo genéticamente modificado) que ha puesto en el mercado son las plantas resistentes al famoso herbicida Roundup. (Es una marca de herbicida que produce la firma americana Monsanto que representa el 30% de su producción). Es un producto tóxico e irritante. Este producto es asociado a la cultura de transgénicos en particular en la saja Roundup Ready. También se utiliza como herbicida doméstico y urbano. Contiene varias sustancias tóxicas. Es nocivo para la salud humana. La agencia oficial americana «US Environmental Protection Agency» (EPA) detalla los efectos nocivos que puede provocar la exposición a fuerte dosis del producto. Marie-Monique Robin descubre la realidad de los transgénicos y declara que no se puede creer cuando Monsanto habla de biotecnología. La multinacional controla 90% de los cultivos de OGM en el mundo, soja, maíz, colza, algodón, etc. En América Latina, en particular en Argentina, México y Paraguay el cultivo de OGM no tiene ningún control. Más de treinta países en el mundo han adoptado leyes para limitar las importaciones y prohibir el cultivo de OGM, otros países exigen etiquetas en los alimentos que contienen ingredientes transgénicos. Un número importante de distribuidores de alimentos europeos ha instaurado métodos de control para asegurarse que ningún ingrediente transgénico haya sido utilizado en sus productos. Fuera de Europa los OGM encuentran resistencia, en particular en Asia y Africa. La cineasta trabajó con documentos inéditos, testimonios de científicos, representantes de la sociedad civil, abogados, hombres políticos, y representantes de la US «Food and Drug» Administración americana. Entrevistó campesinos en India, Paraguay, Argentina y México. En 1996 Monsanto aconsejó a campesinos argentinos a sembrar soja transgénico Roundup Ready al cual le han introducido un gen que le permite resistir al Roundup. Los campesinos se interesaron en un cultivo que exigía menos esparcimiento de productos fitosanitarios, por ende más rentables. Según el testimonio de los campesinos el cultivo resultó catastrófico. Problemas sanitarios, erosión y asfixia de los suelos, enfermedades humanas y animales, monocultivo y dependencia de Monsanto. El gran engaño de la firma Monsanto ha sido hacer creer a los campesinos del mundo entero que los OGM (Monsanto es el principal productor de semilla) han sido creados para ayudar a los campesinos a producir alimentos más sanos que reducen el impacto de la agricultura sobre el medio ambiente. En enero 2007 la empresa Monsanto fue condenada por el tribunal de la ciudad de Lyon (Francia) por falsa publicidad relativa al producto Roundup. De ahora en más se le prohíbe mencionar que el producto es biodegradable. El filme reconstituye el comienzo de un imperio industrial. ¿Cuáles son los riesgos? ¿El cultivo de OGM resolverá los problemas de alimentación en el mundo? ¿Cuál será el impacto de la contaminación en el medio ambiente? La cineasta respondió a LA REPUBLICA en una entrevista exclusiva.
HP ¿Por qué esta investigación sobre Monsanto?
MMR He hecho tres filmes para la cadena de televisión «Arte» sobre la biodiversidad y en particular las patentes de vivos. Monsanto tiene el monopolio de las patentes vivas. Esto me llevó a viajar por Asia, América del Norte y América Latina y siempre escuché hablar de Monsanto. Monsanto es la primera multinacional de semillas en el mundo y la primera en la producción de OGM. Lo que me interesó en primer lugar fue conocer la firma, investigar si podemos confiar en sus productos y si son inofensivos para la salud y el medio ambiente como la multinacional pretende hacer creer.
HP ¿Los dirigentes de Monsanto son conscientes de que sus productos son tóxicos?
MMR Esa pregunta nos hacemos todo el tiempo. Durante 50 años la empresa escondió el carácter nocivo de los PCB (aceite químico utilizado como aislante en los transformadores eléctricos) podemos dudar de la fiabilidad de Monsanto. Los PCB fueron vendidos bajo la marca de Aroclor en Estados Unidos, Pyralene en Francia, o Clophen en Alemania. Los retiraron del mercado debido a su toxicidad en los años 80. Es exactamente lo mismo con la hormona transgénica de crecimiento lechera, se les inyecta a las vacas para aumentar la producción de leche. Muy peligroso para el humano.
PRODUCTORES DE TRANSGENICOS
«Los mayores productores de transgénicos son Argentina y Paraguay. En estos países no existen etiquetas en los alimentos que contienen transgénicos. Si hay un problema de salud pública no se podrá saber de dónde viene porque todo está mezclado. El ejemplo del maíz BT Starling de Aventis es importante. El 90% de los productos que están en los campos son de Monsanto y 10% pertenecen a otros que fabrican las plantas BT. La tecnología BT ha desatado la guerra de las patentes. La Agencia de Protection de Environement Americana decidió autorizar el consumo solo para animales. No se retiró del mercado. Los animales pueden alimentarse con el maíz manipulado».
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