Siguen las críticas al Nobel de Literatura 2019, Peter Handke, negacionista de un genocidio

El Nobel de literatura 2019 fue entregado el mes pasado al escritor austriaco Peter Handke. Este ha sido señalado por ser un negacionista de un gran genocidio a musulmanes en Bosnia ocurrido entre 1992 y 1995.

Cuando fue anunciado, voces críticas y reproches saltaron en todo el mundo y, en lugar de reevaluar su elección, la Academia Sueca (compuesta por 18 notables) salió en defensa de la dignidad del escepticismo del escritor sobre el genocidio cometido en esa época por las fuerzas militares serbias.

«La Academia Sueca considera que en una sociedad abierta debe haber espacio para diferentes opiniones acerca de los autores y que debe haber espacio para distintas interpretaciones razonables de sus obras literarias», dice una carta publicada por la organización. Fue firmada por Anders Olsson, presidente del Comité Nobel de Literatura, y fechada el 15 de noviembre. «Nos esforzamos por un intercambio respetuoso a pesar de opiniones muy divergentes en asuntos importantes», agregó la carta.

«Cuando se le otorga el premio a Handke, la ambición es celebrar su extraordinaria obra literaria, no la persona», continúa el documento más adelante.

Handke asistió en 2006 al funeral de Slobodan Milošević, presidente de Serbia y autor principal del genocidio.

Handke y su negacionismo

Peter Handke ha estado activo desde su primera obra, escrita en 1966, titulada «Los Avispones». A partir de ahí y hasta la fecha ha publicado más de un centenar de novelas, obras de teatro, poemas, guiones y ensayos.

La polémica por su negación al genocidio de musulmanes en Serbia sale de múltiples libros en los cuales Handke se preguntó si los musulmanes serían culpables de la violenta cometida por el ejército serbio; según él, los musulmanes presuntamente habrían atacado primero con bombas.

Las fuerzas militares serbias masacraron a más de 8.000 personas de distintos grupos y etnias musulmanas, incluyendo niños y mujeres embarazadas, en la localidad de Srebrenica.

El escritor también se ha atrevido a asegurar que las imágenes de las víctimas de esta limpieza étnica fueron montajes o «puestas en escena» para generar contenido para los reporteros gráficos. Ha cuestionado también si era justo que los militares serbios fueran llamados «los agresores».

Jasmin Mujanovic, politólogo y experto en los Balcanes, emitió una dura crítica contra el Nobel a Handke: «El problema no es Handke. Sus repugnantes opiniones ampliamente conocidas. El problema es el comité del Premio Nobel, una institución ahora comprometida con la causa negacionista del genocidio y contra el revisionismo histórico», publicó en su cuenta de Twitter.

Emir Suljagic, sobreviviente de la masacre de Srebrenica, también reprochó la decisión del Nobel: «Es impactante, simplemente impactante que la Academia Sueca crea que se pueden hacer ‘interpretaciones razonables y diferentes’ del negacionismo de Handke».

«Nunca pensé que me sentiría con ganas de vomitar por un Premio Nobel«, escribió el primer ministro de Albania Edi Rama en Twitter.

 

El presidente de Kosovo, Hashim Thaci, dijo también en Twitter que «la decisión del Premio Nobel trajo un inmenso dolor a innumerables víctimas».

Varios de los libros en los que Handke niega el genocidio en Serbia son, precisamente, las obras mencionadas como célebres por la Academia Sueca: «Un viaje de invierno a los ríos Danubio, Save, Morava y Drina (Justicia para Serbia)», «Las Tablas de Daimiel», «La Historia de Dragoljub Milanovic» y «Die Kuckucke von Velica Hoca», son algunos de ellos.