nueva ley de la Iglesia es una «cortina de humo», dicen víctimas de curas pederastas

Las víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes calificaron de «paso tímido» y «cortina de humo» la nueva ley canónica promulgada por el papa Francisco que, aseguran, debería haber hecho obligatorio el hecho de denunciar a lo interno de la iglesia cualquier caso de pedofilia, pederastia o abuso que llegue a oídos de autoridades eclesiásticas.

El sumo pontífice presentó este jueves una revisión a la ley canónica (legislación interna de la Iglesia Católica) que obliga al clero a denunciar ante la Justicia otros religiosos que hayan cometido abuso sexual o acoso, así como los encubrimientos de estos por parte de la jerarquía eclesiástica. Sin embargo, uno de los puntos de la ley que causó críticas fue el hecho de que los sacerdotes no estarán obligados a denunciar si se enteran de los hechos por medio del rito de la confesión, que para la iglesia es un sacramento inviolable e inamovible. 

Esta obligación de denunciar es vista como un “paso importante, aunque es un paso tímido” por José Andrés Murillo, una víctima chilena que creó en el 2010 en su país la Fundación para la Confianza, una asociación de lucha contra las agresiones sexuales.

«Al menos, el mundo está una vez más alerta de este cáncer», reaccionó Peter Saunders, fundador de la Asociación Nacional para las Personas Víctimas de Pederastia del Reino Unido. Él y su hermano Michael fueron violados por curas cuando eran niños. «Sin embargo, no es suficiente; es una cortina de humo para que pensemos que están haciendo algo, pero esto perpetúa el problema porque queda todo dentro de la iglesia», agregó.

“Es clave cuestionar la manera en la que se utiliza y dispone del poder dentro de la Iglesia católica”, señaló Murillo. “La misma Iglesia es parte y juez en las investigaciones (…) El encubrimiento es la clave para entender el abuso, porque es lo que crea la impunidad y la impunidad multiplica los abusos”, denunció Saunders.

Ley endeble

La organización internacional de víctimas Ending Clerical Abuse (ECA, Acabar con el Abuso Clerical), que organizó una cumbre paralela de víctimas en febrero en Roma, reveló también su decepción: “No habrá todavía obligación para los curas y los obispos de denunciar casos de abusos sexuales ante las autoridades civiles de los países”.

“Muchos obispos en todo el mundo, especialmente en África, Asia y en una parte de América Latina, son muy hostiles a cualquier forma de transparencia que pusiera en entredicho su autoridad y su poder sobre los curas de sus diócesis”, dijo la ONG en un comunicado público. Esta legislación “mantendrá potencialmente en sus funciones a miles de depredadores conocidos”, aseveraron.

François Devaux, presidente de la asociación francesa La Parole Libereé (La Palabra Liberada), que se encarga de atender a víctimas de curas pedófilos y pederastas, el Papa Francisco debería apartar del servicio religioso y de sus víctimas “a aquellos que encubrieron a los depredadores o que abusaron ellos mismos”.

El sumo pontífice se defendió de las críticas el viernes con una respuesta indirecta a los críticos de la nueva ley. “Si hubiésemos ahorcado a 100 curas agresores en la plaza de San Pedro, todo el mundo habría estado contento, pero no se habría resuelto nada. Las cosas se resuelven con procedimientos”, aseguró.