La ciudad más cara del mundo está en un país subdesarrollado
Hasta ahora, Hong Kong era la ciudad más cara del mundo para vivir, pero un reciente estudio determinó que una ciudad de un país africano ha desplazado a la urbe asiática como el lugar más caro para vivir.
La última encuesta anual de costo de vida, llevada a cabo por la empresa Mercer, Hongo Kong ya no figura como la ciudad más cara del mundo para residir, y fue destronada por un lugar que nadie se hubiera imaginado.
La encuesta analizó datos de 209 ciudades de los cinco continentes, y midió el costo comparativo de más de 200 artículos como vivienda, vestimenta, alimentos, entretenimiento, entre otros.
Como resultado, la ciudad más cara del mundo en 2017 es Luanda, ubicada en Angola, África. La localidad tiene unos 5 millones de habitantes, lo que la convierte en la tercera ciudad más poblada de habla portuguesa del mundo, solo detrás de Rio de Janeiro y São Paulo, y 19.ª aglomeración más poblada del continente africano.
Un viejo conocido de la lista
Aunque parezca sorpresivo, Luanda ya ha estado en la lista de Mercer en 2014 y 2015, y obtuvo el segundo lugar en 2016. Los precios de los bienes básicos, el costo de la seguridad y otros elementos de la vida diaria la convierten en un lugar muy costoso para vivir, en donde una reducida cantidad de millonarios conviven al lado de grandes grupos de poblaciones de bajos ingresos, gran parte de ella muy por debajo de la línea de pobreza media del país.
Para hacerse la idea, alquilar un apartamento de dos dormitorios en Luanda, hay que desembolsar US$6.800 al mes, pero se disfruta de restaurantes de lujo, tiendas de ropa exclusiva, y cafeterías refinadísimas.
Todo esto ocasiona que la mayoría de los habitantes de Angola no puedan alquilar un apartamento en la ciudad, y haya una especie de cisma de los luandeses hacia otros lugares más accesibles.
En luanda hay una creciente industria petrolera, y en su territorio están asentadas empresas procesadoras de de alimentos, de la industria papelera, maderera, textil, del metal, fábricas de cemento y otros materiales de construcción, de plásticos, cigarrillos y zapatos.
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